¿Y Si No Vuelvo? #1

Capítulo 78

Sam

— ¡Sam! ¡Abre la puerta!— escucho gritar a Leo desde fuera.

Me apresuro a ir a mi cuarto cerrar la puerta y volver a la puerta principal a abrirle.

— Hola... ¿qué haces aquí?

— ¿Puedo pasar?

— Sí, claro...— digo algo nerviosa.

Cuando entra intento que sea yo quien mira hacia el pasillo por si acaso hay algún pedacito del espejo.

La verdad hace dos días que lo rompí pero no he tenido ganas de limpiarlo, ni de salir, de nada en realidad.

— ¿Te puedo hacer una pregunta?— asiento—. ¿Mi hermana últimamente te ha dicho algo o así?

Genial Sam, improvisa algo sencillo porque no sabes mentir y te va a pillar si tiene muchos detalles.

— No.

Eso es no digas más.

— ¿Por qué?

Genial, no digas más, y va y pregunto.

— Me llamó y esa llamada me dejó un poco preocupado.

Me analiza al ver mi cara de terror y ver que mi cuerpo se tensa por completo.

Agarra mi mano y me lleva hasta el sofá, pasándose una mano por la cara a modo de frustración.

— ¿Qué coño te ha dicho?

— Nada.

— Di.

Suspiro indicando que me rindo.

— Me pidió... me pidió que me alejara de ti, me dijo que solo iba a jugar con tus sentimientos, que solo te iba a joder, te iba a enamorar para dejarte tirado por las esquinas cuando me vaya.

— Solo te voy a pedir una cosa, cuando veas a mi hermana huye, no la escuches, simplemente pasa de largo, pasa de ella. Por favor.

— Yo no quiero jugar con tus sentimientos, no lo hago, pero sé que me voy a ir y te voy a dejar aquí, no quiero dejarte llorando por las esquinas.

— Eso no va a pasar, tú vas a volver, ¿entendido?

Asiento y me abraza.

Me sube a su hombro como un saco de patatas y comienza a andar por el pasillo.

No, no, a mi cuarto no, Leo para antes de llegar por favor, vamos al otro, por favor.

Leo para en seco frente a la puerta y puedo ver que abre la puerta y no mucho más tarde me baja de su hombro.

— ¿Qué ha pasado?— dice serio.

Él busca mi mirada y yo intento desviarla y que no la encuentre. Pero Leo pone sus manos en mis mejillas y me obliga a mirarlo.

— ¿Qué ha pasado?— vuelve a preguntar.

— Hace un par de días vino tu hermana a hablar conmigo sobre lo que te he dicho...

— ¿Esto lo ha hecho ella?

— No, no, no, lo he hecho yo por el enfado que me causó ella pidiéndome lo que me pidió...

— Vamos a limpiarlo