¿Y Si No Vuelvo? #1

Capítulo 59

Leo

Puede que Lucía sepa algo, pero la verdad, Sam ha dicho que era de Miami así que no tengo muchas esperanzas en que sepa algo.

Me dirijo hacia la orilla donde está Lucía sentada.

— ¿Puedo hablar contigo?— digo en cuanto estoy a su lado.

Levanta la cabeza y me mira confusa.

— Claro.

Me siento a su lado.

— ¿Has visto al chico con el que estaba hablando antes Sam?

— Sí, lo he visto ¿por qué?

— Es que hay algo que no me acaba de cuadrar— me vuelve a mirar confusa—. Sam ha dicho que solo era un amigo, pero ese tipo la miraba de otra forma, se la estaba comiendo con los ojos.

— Igual lo has visto mal.

— ¿Tú sabes quién es?

Se queda un momento pensando antes de responder.

— Lo que se de ese chico es que lo conoció en la universidad, en Miami, se llevan bien y ya.

Sigo teniendo la sensación de que hay algo que Sam no me cuenta, y por lo que ha tardado Lucía en contestar, ella sabe algo más que no me quiere decir.

— Escucha— comienza hablando—, Sam no me ha contado todo de lo de Miami, si ha habido algo con ese chico, yo no lo sé, y si lo ha habido, pudo ser cuando Sam se distanció de mí, no me contestaba, pasaba de todo lo que tenía relación con España, y eso me incluía a mí.

Tiene razón, Sam no tiene por qué haberle contado todo, puede que haya ido a una mala persona para preguntar.

— Si yo fuera tú, iría y se lo preguntaría. Pero sé que no lo vas a hacer porque no quieres que note que estás celoso.

— ¿Qué? Yo no estoy celoso— miento.

Puede que un poquito celoso sí que esté, pero hasta ahí.

Me mira levantando las cejas.

— Puede que un poquito, pero lo justo— pone los ojos en blanco—. Vale, sí, estoy celoso. Pero yo no le puedo hacer nada, ella me gusta y yo a ella, pero no quiere estar conmigo, porque no sabe si va a volver, o eso dice ella.

— Tú ¿por qué crees que es?— la miro confuso.

— Creo que quiere tener todas las puertas abiertas.

Lucía se echa a reír, y yo no entiendo su reacción.

— Si crees eso, te alegrará lo que te voy a decir.

Encarno una ceja antes de que pueda seguir hablando.

— Eso que has dicho, es imposible. Sam es una chica que solo tiene ojos para una persona.

— Pues me tranquiliza escuchar eso.

He de admitir que estos celos no se van a ir hasta que ese chico se haya vuelto a Miami y se aleje de Sam.