Leo
Ella no ha sido la culpable de nada, por lo que tengo entendido ella no quería marcharse, ella quería seguir allí, con sus amigas y su familia.
Supongo que debe de ser difícil montarse en un avión, cruzar todo el océano y no ver a tu familia ni a tus amigos durante cinco años. La arrastraron a la fuerza.
Lo ha debido de pasar mal, sé que no la conozco desde hace mucho y estos días que ha venido con nosotros no he sido capaz de hablar mucho con ella.
He de admitir que no se me dan bien las palabras, sobre todo con gente nueva. Comienzo siendo frío hasta que cojo confianza.
Es extraño ya que ayer estábamos discutiendo y ahora está sobre mi pecho llorando. Parece tan débil en estos momentos. Sí que es cierto que la he visto durante todo el día mal y me ha preocupado por no poder estar todo el tiempo o insistir más hasta que me dijera que le pasa.
No quería llegar y que estuviera llorando. Al acercarme a su puerta he escuchado como comenzaba a llorar y después se culpaba, he pensado en irme pero sabía que necesitaba a alguien. Está sola en esta ciudad, aunque nos tiene a nosotros, es lógico que no nos cuente nada, nos acaba de conocer, pero a mí me enseñaron de pequeño que nunca se debe dejar solo a alguien que está mal y más si no quiere ayuda, en ese momento es en el que más hay que estar con esa persona.
Esas personas intentan lleva todo consigo, luchan ellas solas, pero no se dan cuenta de que de vez en cuando está bien pedir ayuda, eso no es malo.
Sam parece de esas personas, parece que carga con muchas cosas y no sabe pedir ayuda, y eso me duele, debe de echar de menos a todo el mundo, y debe de estar sufriendo más de lo que nos imaginamos.
Estos días siempre la he visto con una sonrisa, pero verla ahora mismo así, me indica que igual de vez en cuando sí que está feliz pero está claro que llora mucho, necesita hablar con alguien en quien confíe.
— ¿Por qué me pasa esto siempre a mí?— me pide explicación
Sigue pegada a mi pecho, puedo notar lo alterada que está, sus lágrimas mojan mi camiseta negra, aunque eso es lo que menos me importa en este momento.
— No te va a pasar siempre, nosotros siempre vamos a estar aquí, cuando nos necesites— intento mirarla a los ojos pero mi brazo tapa su cara y no la consigo ver.
— Si no es una cosa es la otra, nunca voy a poder ser feliz en donde esté.
Tras ese comentario agarro su cara entre mis manos, limpio las lágrimas que caen por sus mejillas que ahora están un tanto rojas.
— Escúchame— le exijo—. Escúchame bien, quiero que se te quede grabado lo que te voy a decir— ella asiente entre lágrimas—. No es tu culpa que te arrastraran a Miami, no es tu culpa que tus amigas se hayan separado, nada de lo que ha pasado es tu culpa. Si tus amigas sienten que has elegido antes Los Ángeles que España, no es tu culpa, tú te has esforzado mucho, me imagino, para poder estar aquí. Tus amigas lo tienen que entender.
Tras acabar de decirle eso ella me abraza con fuerza y después vuelve a levantar su cabeza dándome una cálida sonrisa, aunque sus lágrimas siguen cayendo por su rostro.
Sé que esas palabras le han causado algo en su interior. A mí me ha causado algo que confíe en mí para poder explicarme lo que le pasaba a pesar de que ayer estuviéramos discutiendo.
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¿Y Si No Vuelvo? #1
Fiksi RemajaSam lleva cinco años separada de su familia y amigos, se ha negado durante mucho tiempo a rehacer su vida en el nuevo lugar, en la nueva ciudad pero hace relativamente poco decidió dejar de perder el tiempo y volver a hacer su vida, sin la gente del...