Leo
— Es una cosa extraña— le explico— tenía una habitación cerrada con llave. ¿Sabes tú algo de eso?
— Sam siempre ha sido de tener secretos pero guardarlos bajo llave en una habitación me parece extraño, pero no sé, supongo que guardará alguna cosa suya o será algo de estudio no lo sé.
— Es extraño, porque cuando estuve tenía el escritorio y los libros en la habitación, en la misma que duerme.
— No sé, sí que es algo extraño pero yo sabes que no puedo saber nada, no puedo preguntarle que tiene en esa puerta cerrada sabría que hablo con alguien de vosotros. Sería sospechoso.
Quiera o no quiera Lucía tiene razón ella no puede hacer nada por saber que tiene en ese cuarto, no hasta que venga.
— Por cierto, tienes que convencerla para que ponga una cama en el otro cuarto, que no quiero dormir con una parejita.
— No sabemos si va a salir bien el plan.
— Pero no descartes la opción. Es muy probable que salga bien, sino, seguro que no pasa nada.
— Como sea. Lo intentaré. De hecho he pensado en llevármela de compras para que ponga una puta cama, poniéndole de excusa por si hay que cuidarla o algo.
Me quedo unos segundos pensando en cosas que habíamos hablado Sam y yo aquél día.
— ¿Te acuerdas lo que me dijiste hace un tiempo?
— ¿El qué?
— Lo de Sam y los estudios.
— Sí, me acuerdo, no le has dicho nada ¿verdad?
— No, pero ella me lo contó, hablamos y quedamos en que yo la ayudaría a concentrarse.
Una sonrisa aparece en mi cara al decir eso. He estado pasando un tiempo esta última semana con Sam ya que ha tenido un examen, así que la he ayudado.
— ¿Y?
— Te gusta el cotilleo— ella asiente divertida—. He pasado algún tiempo esta semana mientras la ayudaba con un examen.
— Genial, eso es mucho mejor y va a hacer que las cosas salgan genial.
— Confío en tú plan no me defraudes.
— Nunca.
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¿Y Si No Vuelvo? #1
Teen FictionSam lleva cinco años separada de su familia y amigos, se ha negado durante mucho tiempo a rehacer su vida en el nuevo lugar, en la nueva ciudad pero hace relativamente poco decidió dejar de perder el tiempo y volver a hacer su vida, sin la gente del...