Sam
Ha pasado una semana desde que la universidad me comunicó que podría volver el año que viene para hacer aquí las prácticas del último año.
Eso quiere decir que hace una semana que estoy saliendo con Leo, mis padres aún no tienen ni idea de que me han aceptado para regresar el año que viene.
Estoy terminando de meter algunas cosas en la mochila que voy a llevar en el avión.
- ¿Seguro que te tienes que ir?- escucho preguntar a Leo que está tirado en mi cama.
- Si quieres que vuelva me tengo que ir- le respondo sin mirarle a la cara- aparte será relativamente poco tiempo.
Lo escucho levantarse y acercarse a mí.
- ¿Cuánto tiempo exactamente?- pregunta en mi oído susurrando.
- No lo sé, pero ten por seguro que volver vuelvo.
Pone sus manos en mi cadera y se acerca más a mí, tanto que puedo notar sus abdominales tan marcados.
No tarda mucho tiempo en empezar a dejar cálidos besos por mi cuello.
- Leo, tengo que acabar de guardar esto antes de comer, mi avión sale a las cinco- le recuerdo.
- Pero son las diez de la mañana y aún hay tiempo- dice mientras me gira para que le mire.
- Si pero ese tiempo va a pasar volando, así que primero voy a acabar con esto- digo mirando la mochila.
Él pone una mano en mi mejilla para girar mi cara y elevar mi mirada hasta sus ojos. No sé cuánto tiempo pasa hasta que noto como nuestros labios se juntan en un cálido beso.
- Sabes que te voy a echar de menos ¿no?- dice a centímetros de mi boca.
Yo asiento y lo miro a los ojos durante unos segundos y tras ese tiempo extiendo mis brazos y le abrazo. Noto como sus fuertes brazos se deslizan por mi cintura llegándome a envolver en ellos.
- ¿Me ayudas a recoger las pocas cosas que me quedan?- digo con un tono de bebé y oigo como él se ríe.
***
Mientras estamos comiendo noto como él me observa, siento como si estuviera analizando cada parte de mí.
- ¿Ocurre algo?- pregunto alzando mi vista.
Niega con la cabeza.
- Sinceramente, tengo ganas de que comience ya el curso que viene- le confieso.
- ¿Sí?- me mira a los ojos y se lleva el tenedor a la boca- ¿Por qué?
- Para poder volver aquí y contra antes empiece antes volveré
***
Leo
Una semana, solo ha pasado una semana desde que estamos juntos, desde que al fin ella quiso que lo que había entre nosotros fuera una relación.
Sé que solo se irá fuera como mucho los meses que no tenga clase pero aun así la voy a echar de menos.
He decidido acompañarla al aeropuerto para poder estar un poco más de tiempo con ella y no despedirme tan rápido.
La tengo a mi lado, vestida con un chándal y una sudadera mía que le queda jodidamente bien. No puedo dejar de verla, es tan hermosa, tan increíble...
Me toma de la mano, son tan chiquitas comparadas con las mías, parece un minion a mi lado y me encanta, me encanta todo de ella, sobre todo su risa.
- ¿En qué piensas?- me pregunta mirándome tan dulcemente.
Simplemente la atraigo con mi brazo hacia mí, haciendo que apoye su cabeza en mi pecho y tomando sus manos para jugar con sus dedos durante el trayecto al aeropuerto.
- En lo mucho que te voy a echar de menos- digo en un susurro y ella levanta la mirada echando hacia atrás la cabeza para mirarme a los ojos.
Empieza a jugar con los anillos que llevo, le doy un beso en la cabeza para indicarle que eso me encanta. Puedo notar su sonrisa aunque no la esté viendo completamente pero sí que he visto sus orejas moverse hacia atrás y eso quiere decir que ha sonreído.
Conseguí a la chica que quiero cuando solo se centraba en si no iba a volver, le preocupaba más eso que disfrutar del momento, pero conseguí cambiar eso y en parte que disfrutara algo, igual no del todo pero si algo más de lo que disfrutaba.
Empiezo a notar algunos mordiscos en mis dedos y cuando la miro está mordiendo mi dedo.
- Hey para- digo mientras río.
Eso suele hacerlo cuando me ha hablado y no le he escuchado porque estaba en mis pensamientos. Esos mordiscos no son nada del otro mundo pero sé que si noto eso es ella.
- No me hacías caso- dice con voz de bebé.
- ¿Qué pasa?
Se incorpora y me abraza. Sus brazos están rodeando mi torso y ahora apoya su cabeza en mi abdominal.
Veo su pelo caer, ese pelo rizado negro que me vuelve loco, está atado en una coleta alta que le queda genial.
***
Sam
Ha llegado el momento de despedirme hasta dentro de poco tiempo. Álvaro y Leo están conmigo, ellos han sido los que me han acompañado, de los demás me he despedido allí.
- Cuídate mucho hermanita y vuelve pronto- me dice Álvaro dándome un cálido abrazo.
- Tranquilos me voy a cuidar, a parte voy con mis padres y sí volveré pronto- le respondo a la vez que me separo de él.
- Te voy a echar de menos, lo sabes ¿no?- yo asiento- si necesitas algo llámame y da igual que hora sea, si estás de fiesta y me quieres llamar llámame aunque yo esté durmiendo- yo vuelvo a asentir.
- Yo también te voy a echar de menos- lo beso y la voz de los altavoces nos interrumpe, y por lo que dice resulta que me tengo que marchar.
Les doy un último abrazo y me dirijo hacia el avión.
***
El viaje ha sido largo, o por lo menos eso me ha parecido, no veo la hora de llegar a casa y darles la sorpresa a mis padres.
Pido un taxi que me lleva desde el aeropuerto hasta la puerta de mi casa.
Llegó el momento de volver a ver a mi familia. Entro por la puerta de casa y mi padre baja corriendo al escucharla.
- ¿Sam?- me mira extrañado.
- Sorpresa.
Cuando avanzo hacia las escaleras y veo las cosas envueltas se me quita la cara de felicidad.
- ¿Qué es esto?- pregunto.
Enseguida baja mi madre.
- Sam, ¿Qué haces aquí?- dice al verme.
- He venido de sorpresa, pero esa no es la pregunta, ¿por qué eso está así?- digo señalando las cajas que están en el salón.
- Nos volvemos a España- dicen los dos a la vez después de mirarse.
En este momento se me cae el mundo encima, no sé cómo reaccionar, estoy bloqueada, física y emocionalmente, tenía tan asumido que nos quedaríamos en Miami para siempre... Y ahora salen con esto. ¿A caso me quieren ver sufrir?
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¿Y Si No Vuelvo? #1
Novela JuvenilSam lleva cinco años separada de su familia y amigos, se ha negado durante mucho tiempo a rehacer su vida en el nuevo lugar, en la nueva ciudad pero hace relativamente poco decidió dejar de perder el tiempo y volver a hacer su vida, sin la gente del...