Sam
Ha pasado un mes desde que hablé con Natalia. He intentado evitar a Leo diciéndole que tenía cosas que hacer. Sí que hemos tenido nuestros encuentros... pero no tantos como de costumbre.
Alguien llama a mi puerta.
— ¿Qué haces aquí?
Natalia me hace a un lado y pasa sin preguntar.
— ¿Está aquí mi hermano?— niego con la cabeza—. Mejor.
— ¿Qué quieres?
— Te dije que dejarais lo que tuvierais y no lo has hecho.
— Tienes que entender que si yo le digo a tu hermano que lo que tenemos se termina, sin ir de a poco alejándome de él, va a saber qué pasa algo, y dudo que a ti te haga gracia que sepa que estás detrás de todo esto.
— Solo quiero que no se aferre mucho más a ti.
— Estamos quedando menos que de costumbre, las cosas llevan su tiempo.
— Pero las cosas deberían ir más rápido.
— Las cosas no pueden ir más rápido.
— Puedo hacer que lo vayan, simplemente me tengo que inventar una historia y con lo distante que estás últimamente de él no me extrañaría que se la creyera. Aunque mi hermano es más mayor que yo es más inocente en cuanto a los temas del amor. Encima solo hace falta fijarse en quién le gusta... A parte de que no tiene muy buen gusto...
— Natalia vete de aquí— digo apretando mis puños a los lados.
— Sí, tranquila, ya me voy, no quiero estar más en esta sucia casa.
Me quedo mirándola fijamente mientras se va y cierra la puerta a su paso.
En un ataque de furia voy a mi cuarto cojo lo primero que encuentro y lo tiro en cualquier dirección, para mi mala suerte que golpea el espejo de mi cuarto haciendo que se rompa en mil pedazos y estos caigan al suelo junto con el marco, haciendo que de un salto hacia atrás del susto.
Al darme cuenta de lo que acabo de hacer busco el objeto que he arrojado contra el espejo hasta que veo mis zapatillas, mis puntas..., en medio de todos los pedazos del espejo.
— Mierda.
***
Leo
— Hermanito— escucho al descolgar el teléfono.
— ¿Qué quieres Natalia?
— ¿No puedo llamar a mi hermano querido?
— Sí, pero siempre que empiezas así una llamada quieres algo, así que suelta.
— No quiero nada, pero si comentarte algo.
— ¿Y ahora qué es?
— No es por meterme en medio ni nada, pero ¿no crees que mereces algo más que una chica que se va a ir en tan solo un mes?
— No se va a ir, le van a ofrecer hacer el último año aquí.
— Pero todos sabemos que se va a ir.
— No se va a ir.
— Leo, podrías estar con cualquier chica, que sea increíble, guapa, lista...
— Ella ya es todo eso.
— Sí, pero se irá, sabes que no es de aquí.
— Estoy seguro de que si no pasa aquí el siguiente año vendrá cuando acabe.
— O se irá a España. Al fin y al cabo ese es su país, y creo que antes de venir aquí, si no me equivoco, ella se moría de ganas de volver con su familia y con sus amigas. ¿O me equivoco?
— Las personas pueden cambiar de opinión.
— ¿En tan solo un año? ¿Y por conocer a un par de personas?
— Sí, puede ser.
— Hermanito, esa chica te va a romper el corazón y no quiero que vuelvas a estar llorando por las esquinas. Te quiero, pero tienes que entender que esa chica no es buena para ti.
Me pellizco el puente de la nariz con los dedos a modo de desesperación.
Mi hermana es muy celosa con todo este tipo de cosas, le costó aceptar que Clara y yo teníamos algo, y eso que era serio, pero esto me parece que se le está yendo un poco de las manos.
— Natalia, yo elijo con quién estar, no te metas de por medio.
Cuelgo bruscamente la llamada soltando un suspiro.
— Adivino, tu hermana celosa— dice Axel apareciendo por el pasillo.
— Sí. Pero esta vez es algo peor.
— ¿Peor?— dice asustado.
Diría que es difícil de explicar pero no es así.
— Ha empezado a decir que Sam no es buena para mí, que se va a ir en un puto mes y está claro que me va a destrozar.
— Tu hermana lo tiene muy claro.
— Lo peor es que tengo miedo de que sea cierto.
La cara de confusión de Axel me lo dice todo e intento explicarme.
— Y si Sam aun así rechaza el quedarse aquí, si aunque mantengamos el contacto en este próximo año ella decide cuando acabe la universidad volver con su familia y amigos... y olvidarse de todo esto.
— No va a pasar, solo hace falta veros.
— Últimamente estoy aceptando quedar menos con ella, ya que se acerca la fecha en la que se tiene que ir o le tienen que decir si se queda un año más, aunque después de todo esto igual es mejor todo lo contrario, que esté con ella día tras día.
— Si agobiarla.
— Claro. Pero ahora necesita mi apoyo.
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¿Y Si No Vuelvo? #1
Teen FictionSam lleva cinco años separada de su familia y amigos, se ha negado durante mucho tiempo a rehacer su vida en el nuevo lugar, en la nueva ciudad pero hace relativamente poco decidió dejar de perder el tiempo y volver a hacer su vida, sin la gente del...