Sam
Cuando me despierto noto el pecho de una persona, como sube y baja mientras esta está dormida. Me da miedo abrir los ojos al recordar lo que pasó ayer.
No debí abrirme tanto, no debí ponerme a llorar, no debí dejarle entrar, me equivoqué en eso. Sí que es cierto que me vino bien hablar con alguien, pero no creo que Leo fuera la mejor persona.
Puedo notar sus brazos que rodean mi espalda, siento ese peso, pero noto como su brazo cae a un lado del sofá. Me digno a abrir los ojos y veo manchas de maquillaje en su camiseta blanca. Intento levantarme sin despertarlo.
Consigo desprenderme de él sin tener que hacer grandes maniobras.
Lo primero que hago es ir a mi cuarto, desmaquillarme, ponerme ropa cómoda y hacerme un moño mal hecho.
Al pasar por la sala para ir a la cocina veo que él sigue en el sofá y prefiero no despertarlo. Le agradezco mucho lo de ayer pero fue un error, no debería haberlo dejado entrar.
Me preparo mi vaso de leche y mis tostadas para desayunar y en el momento que me doy la vuelta me asusto.
— Lo siento, no te quería asustar— dice Leo dando un paso hacia atrás.
Lo único que puedo hacer es darle una tímida sonrisa y agachar la cabeza para no ver sus ojos. En el único momento que le he visto he podido apreciar todas las manchas de maquillaje que le dejé anoche.
— No pasa nada, ¿te he despertado?— digo en algo que parece casi un susurro.
— No, para nada. ¿Estas mejor?— asiento— Siento haberme quedado a dormir, pero te quedaste dormida...
— No importa lo entiendo— le interrumpo.
Es entendible, yo me quedé dormida y estaba tumbada encima de él, no le quedaba otra opción.
— Sé que he sido yo la que te ha impedido irte, no pasa nada— me doy la vuelta para poner las tostadas en el plato—. ¿Quieres algo de desayunar?
— No quiero ser una molestia— me rio.
— Anoche yo fui la molestia así que si quieres algo dime— me fijo bien en su camiseta—. Lo siento, no recordaba que llevaba el maquillaje.
— No importa, esto se va.
— ¿Entonces quieres algo?— niega con la cabeza— Bueno, como veas.
Me siento en la mesa de la cocina y él va detrás de mí y se sienta enfrente. Cuando comienzo a desayunar no hablamos mucho pero él es el primero en hablar.
— Sé que te lo pregunté anoche pero no estoy seguro de si me escuchaste— lo miro con atención— Ada y Luke me llamaron en la cena, me dijeron que te preguntara a ver si te gustaría hacer una prueba para empezar a trabajar con nosotros.
Recuerdo el momento en el que me lo preguntó, le dije que sí, es lo único bueno que me ha pasado en lo que se refiere a mí. Siempre he tenido miedo, mis padres siempre me dijeron que nunca triunfaría en eso.
Cuando bailaba y me sacaban fotos no salía excesivamente bien, me han querido hacer sesiones de fotos cuando ganaba algo pero mis padres nunca me dejaron a parte de las que me hacían mientras bailaba. Siempre me han dicho que era más fotogénica mi hermana, Mía. Ella siempre ha sido la guapa de la familia.
— ¿Entonces qué dices?— su voz me saca de mis pensamientos.
— Lo haré— digo confiada, con algo de miedo pero sin que me importe.
Sé que después de lo de ayer nada puede ser peor, mis amigas me han mentido, me han ocultado cosas.
— Bien, pues si me dejas irme, voy a cargar el móvil, hablo con ellos y te digo.
— Vale, te acompaño hasta la puerta— digo apoyándome en la mesa.
— No hace falta, me sé el camino— me guiña el ojo se va por la puerta, cerrándola tras su paso.
Creo que es hora de enfrentarme a mis miedo y hacer lo que yo quiero, es momento de perder todos los miedo, toda la vergüenza, tengo que ser yo misma, disfrutar de este año fuera.
***
Leo
La verdad, no sé si he hecho bien en dejarla sola tal y como estaba ayer a la noche, no estaba bien y se veía que necesitaba hablar con alguien. Sé que no la conozco mucho pero algo parece que ha servido.
— ¿Dónde coño has dormido?— me pregunta Axel nada más escuchar la puerta— Te fuiste a casa de Sam y no has vuelto.
Cuando entro hasta la sala él viene caminando por el pasillo y su cara cambia de gracioso de turno a sorprendido y confuso al ver mi camiseta.
— ¿Qué ha pasado?— dice mientras señala mi camiseta.
— Digamos que no estaba bien— me mira aún más confuso—. No me corresponde contarlo a mí.
Me quito la camiseta sucia y la tiro al cesto de la ropa sucia.
— Se quedó dormida en mi pecho mientras lloraba y no me podía ir, tampoco me hubiera parecido la mejor opción.
— ¿Has dormido abrazado a ella?— dice con asombro— Uyyy.
No me puedo creer lo que está pensando, seguro que piensa cualquier cosa que no es.
— Si piensas que me la he follado, no, simplemente he estado con ella ayudándole, no la podía dejar sola en ese momento, ella estaba mal.
— Pensaba que ya ibas a volver a estar con una chica cada día o cada semana— reprocha.
— Te dije que eso se acabó— levanta una ceja, se cruza de brazos y se apoya en la pared—. Desde que lo dejaste con Clara te has estado acostando con la primera que se te echaba al cuello pero después pasabas de ella.
— Lo sé, no quiero volver a eso, no me gustaba, y si no he salido con nadie es porque no he encontrado a nadie con quien estar, con quien esté a gusto.
O puede que sí que la haya encontrado...
— Dejaste eso hace poco más de una semana— sus ojos se abren como platos— ¿Te gusta Sam?
— No, como me va a gustar, la acabo de conocer, bueno hace una semana.
Puede ser que sí que me guste, puede ser que en realidad desde el día de la playa me haya interesado algo por ella aunque no lo haya demostrado. No soy de expresar mis sentimientos.
— Venga ya Leo, hace una semana y poco que la vimos por primera vez, ese día tenías un ligue y lo cancelaste, y no has vuelto a quedar con ninguna tía desde ese día. Has estado preguntando mucho por ella.
— No es cierto— intento excusarme.
— Te dijimos que si querías saber sobre ella fueras y hablaras con ella y fuiste pero volviste enfadado.
— Sí, pero porque me interesa saber la vida de las personas que me van a rodear, sabes como soy.
Como le puedo mentir a mi mejor amigo, es algo imposible, lo sé pero no quiero que lo sepa.
— Como digas.
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¿Y Si No Vuelvo? #1
Teen FictionSam lleva cinco años separada de su familia y amigos, se ha negado durante mucho tiempo a rehacer su vida en el nuevo lugar, en la nueva ciudad pero hace relativamente poco decidió dejar de perder el tiempo y volver a hacer su vida, sin la gente del...