Capítulo 45

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Sam

Es increíble de todas las cosas que me estoy acordado cada vez que sale un tema de hace años con Lucía.

Quitando la parte de tener que estudiar todo es genial, hablar de tantas cosas con ella que han pasado durante estos años es increíble, tantos años tantas cosas, tantos detalles que no se han podido contar por las eternas llamadas.

— Te recuerdo que me tienes que presentar a Mikel— le apunto con el dedo.

— Sí, sí, lo sé, estuve a punto de que se viniera conmigo, pero al tú no conocerle del todo preferí venir sola.

— Aunque técnicamente ya lo conozco, pero me gustaría conocerlo en persona, saber cómo es contigo y como te trata.

— ¿Siempre vas a ser una amiga sobreprotectora?

— Contigo sí— la sonrisa se me borra de la cara—. Sé cómo eres y sé que necesitas a alguien que te cuide y que procures no matarte— se ríe—. Lo siento, pero eres de las personas que cruza la calle como si fuera inmortal.

— En eso tienes razón, pero seguro que en algún momento tú volverás a ser quien me salve.

— No lo dudo.

— Pero tú también necesitas a alguien que te cuide, eres demasiado torpe.

Sé que soy torpe, no hace falta que me lo recuerden cada cinco segundos.

Mientras Lucía habla mis pensamientos se van hacia otro lado, bloqueando mis oídos y sin dejarme escuchar a Lucía.

— ¿Sam? ¿Me escuchas?

Vuelvo a la realidad.

— ¿Qué decías?

— No estás bien.

— Estoy perfectamente— miento.

Noto como estudia durante unos segundos mi expresión.

— Si quieres mi opinión, no creo que estés haciendo— la miro confusa—. Creo que deberías darte la oportunidad de ser feliz. Has pasado por muchas cosas.

— Sé que debería, pero a la vez sé que puede que después sufra, por eso no quiero.

— Eres demasiado dura contigo misma.

— Si le doy una oportunidad aunque no sea algo serio.

— Como quieras, pero si es algo serio, creo que sería algo mejor.

— ¿Y si no vuelvo?

Es la pregunta que me he hecho durante estos meses. Desde que el dije a Lucía que me gustaba Leo.

— Haz lo que quieras, pero comienza con arreglar las cosas con Leo, ya lleváis muchos días discutiendo. Ambos lo estáis pasando mal.

— Gracias por escucharme.

¿Y Si No Vuelvo? #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora