Sam
Cuando despierto ya es la hora de comer, Leo sigue durmiendo a mi lado— y yo pensaba que se iba a ir en mitad de la noche— Me levanto de la cama y voy a la cocina a comer algo.
Lucía ya está despierta, está sentada en el sofá viendo la televisión. Me acerco a ella y la abrazo.
— Es genial volver a empezar el año contigo, no quiero que te vayas— le digo.
— Sabes que a finales de este mes me voy a tener que ir.
— Ya pero ¿segura que no te quieres quedar más tiempo?— pregunto.
— Tengo clase y empiezo en febrero, así que vamos a aprovechar el tiempo que nos quede juntas.
— Sí, siempre me centro en el futuro y no en disfrutar el presente.
— Bueno creo que anoche lo disfrutaste.
— Cállate, sigue durmiendo— nos reímos— bueno voy a comer algo, tengo mucha hambre.
— ¿No te bastó con lo de anoche?— dice Lucía vacilándome.
— Eso no fue comida, y vamos a dejar ya ese tema tú y yo— me levanto del sofá y voy hacia la cocina.
Me preparo unas tostadas con jamón y un vaso de zumo de naranja natural. Cuando lo tengo todo listo salgo con el plato y el vaso de la cocina y lo dejo en la mesa de centro del salón y me siento en el suelo.
— Tenemos que planear cosas para hacer juntas— le digo a Lucía— no tenemos que desperdiciar ni un solo segundo.
— No lo dudes, pero igual lo tienes que invertir en otro tipo de cosas, recuerda que tienes que estudiar.
— Cierto pero estudio todos los días así que voy bien.
Estamos hablando un rato más en el salón mientras me como las tostadas y el zumo.
— Yo quiero que me presentes algún día a Mikel, que lo he visto un par de veces en el video llamadas pero lo quiero conocer en persona, así que la próxima vez que vengas a hacerme una visita lo traes que le voy a dejar un par de cosas claras.
— Pues me pidió venir conmigo aquí, pero le dije que mejor no, mejor tú y yo solas— nos reímos.
En ese momento Leo aparece por la puerta de la sala, aún medio dormido y las dos nos callamos.
— Bueno yo mejor voy a darme una ducha— dice Lucía cuando lo ve.
Se va por el pasillo esquivando a Leo que está en la puerta que conecta el pasillo y el salón.
— ¿Quieres algo para comer?— le ofrezco.
— Ya me preparo yo algo tranquila.
— Yo me voy a dar una ducha, enseguida vuelvo— se mete en la cocina y yo me voy a mi baño a darme una ducha.
Tras ducharme me pongo uno de mis muchos chándales, un body, una sudadera corta y un moño alto mal hecho.
Salgo de nuevo y voy a la cocina por si Leo necesita algo.
— ¿Necesitas algo?— pregunto.
— Con relación a la comida no, pero sí que necesito hablar contigo— me dice cuando acaba de comer lo que se ha preparado.
— Sí, yo también creo que deberíamos hablar.
— No me vuelvas a gritar como el día después de tu cumpleaños, por favor— me pide.
— Ayer casi no bebí y era consciente de lo que decía en cada momento así que no te voy a gritar— digo mientras me río para calmar la situación.
— Tú no quieres nada serio ¿no?
— Exacto, pero tampoco puedo levantar un muro entre la gente que me importa y no quiero negar lo que siento por ti
— ¿Entonces?— me pregunta confuso.
— Podríamos tener algo pero sin tener nada— digo sin saber explicarme.
— No te he entendido.
— Tener cada cierto tiempo algo o cuando queramos pero no ser pareja.
— ¿Pero no te hará daño?— pregunta.
— Ya me da igual, creo que tengo que aprender a vivir el presente y dejar el futuro apartado— le digo con una media sonrisa en la cara.
— Y yo te ayudaré, pero me tienes que dejar ayudarte— dice acercándose a mí.
— Lo único es que hay una persona a la que tengo que prestar más atención y no le puedo dejar sola, por lo menos hasta que se vaya
— Entiendo pero recuerda que tienes que estudiar y yo te ayudaré también en eso— me pega a él y me besa.
Entra Lucía buscándome ya que no encuentra el secador del pelo, pero al vernos se queda a un lado ya que no quiere hacer ruido.
Cuando me doy cuenta me separo de Leo.
— ¿Necesitas algo?— pregunto.
— Te iba a pedir el secador pero veo que estás ocupada así que mejor vengo en otro momento— nos echamos a reír.
— Anda ven— voy a mi cuarto y Lucía me sigue— toma— le digo cuando saco el secador de pelo.
— Gracias, y lo siento.
— No pasa nada— Lucía sale de mi cuarto y yo me quedo un rato organizando todo.
Leo que estaba en la cocina viene a mi cuarto y me ayuda a organizar un poco todo el cuarto y a hacer la cama.
— Hoy no estudiarás ¿no?— me pregunta curioso.
— No tenía pensado, tengo que hablar con mis padres y poco más mis amigas ya están durmiendo así que no les tengo que llamar, y es día de hacer el vago.
— Yo creo que tendré que volver a casa junto con Axel, así que nos vemos otro día, ¿okay?
— Okay.
Se despide y se va a su casa. En cuanto Lucía escucha el sonido de la puerta viene corriendo hacia mí.
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¿Y Si No Vuelvo? #1
Teen FictionSam lleva cinco años separada de su familia y amigos, se ha negado durante mucho tiempo a rehacer su vida en el nuevo lugar, en la nueva ciudad pero hace relativamente poco decidió dejar de perder el tiempo y volver a hacer su vida, sin la gente del...