Sam
Con los años he ido aprendiendo a controlar algo mis sentimientos, a no enamorarme, y si lo hacía a no expresarlo y a ocultarlo. Era mejor si nadie se enteraba.
— Quiero invitarte a un lugar— miro a Leo confusa.
— ¿Qué?— digo confusa.
Ya estamos aquí comiendo y encima él ha dicho que paga, no quiero que me invite a nada más, gracias pero no.
— Vamos a salir a cenar pasado mañana, y quería preguntarte a ver si te apetece venir— aclara.
— ¿Cómo es que vais a salir a cenar?— recibo una mirada algo confusa— Simplemente pregunto porque dentro de poco empieza el curso y quiero organizarme bien y así, entonces digo igual es una razón que no merece la pena o igual sí, todo depende.
Se ríe al escucharme decir eso.
— Pasado mañana es mi cumpleaños y por eso vamos a cenar, ¿te parece una buena razón?— yo asiento.
Sigo comiendo y me viene a la cabeza lo que me ha dicho Ada mientras me indicaba algunas cosas. En mi cara se forma una sonrisa y justo después eso se vuelve en una cara de confusión.
— ¿Pasa algo?— pregunta Leo al ver el cambio en mi cara.
Yo niego con la cabeza.
Seguimos hablando hasta que el sonido de su teléfono interrumpe la conversación. Observa lo que le ha llegado.
— Me acaban de llegar las fotos— dice pasándome su móvil encendido por encima de la mesa.
Lo miro sin saber qué hacer, miro el móvil.
— Cógelo— me anima y yo lo hago.
Empiezo a mirar y son todas las fotos que nos han hecho, tanto a él, como a mí.
— ¿Qué te parecen?— me pregunta con una sonrisa en la cara.
— Tú sales genial, yo no tanto pero tampoco tan mal— admito.
Sigo pasando las fotos hasta que llego en las que aparecemos los dos. Pongo el móvil en el centro para poder ver los dos las fotos.
— Salimos muy bien— se ríe.
— Lo dirás por ti, porque sí que es cierto que salgo bien, pero no tan bien.
— Ahí te equivocas— indica—. Aunque tú no te lo creas, sales genial. A parte ha sido la primera vez que lo haces ¿no?— yo asiento—. Pues están increíbles.
Cada palabra que escucho salir de su boca me hace sentir muy bien, pensar que ha sido él el que ha confiado en mí y en capacidades que yo nunca pensé que tendría.
— Me he enterado— consigo decir en un susurro que él es capaz de oír.
— ¿De qué?
— Gracias, gracias por confiar en mí y hacer esto.
En cuanto lo digo sabe a qué me refiero.
— Yo solo te vi y pensé que podrías ser muy buena para esto.
— Te lo agradezco, pero no aseguro poder hacer todo— me mira con confusión— En nada empiezo el curso y no voy a tener mucho tiempo entre trabajos y exámenes pero podría buscar un hueco.
— Bueno, algo es algo y así consigues algo de dinero durante el tiempo que estés aquí, incluso el curso que viene.
— Puede que no vuelva, así que será mejor empezar poco a poco y tengo claro que no creo que me acepten para hacer las prácticas aquí.
— ¿Por qué eres tan negativa?— me mira extrañado.
— Cuando la vida me va bien y soy feliz siempre hay algo que lo jode todo, así que me pongo en lo peor para que el golpe no duela tanto y la caída no sea tan grande. Y tampoco creo que me cojan para trabajar de modelo.
— Te equivocas, estoy casi seguro de que me van a llamar y me van a decir que te quieren contratar.
— Pero no tengo experiencia.
— La puedes ganar con el paso del tiempo y si es por los horarios se pueden adaptar a la universidad, tranquila.
Tiene demasiada confianza en mí como para hacerle cambiar de opinión, aunque sí que es cierto que su confianza me hace tener algo más de confianza en mí misma.
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¿Y Si No Vuelvo? #1
Teen FictionSam lleva cinco años separada de su familia y amigos, se ha negado durante mucho tiempo a rehacer su vida en el nuevo lugar, en la nueva ciudad pero hace relativamente poco decidió dejar de perder el tiempo y volver a hacer su vida, sin la gente del...