Flores Amarillas // SukuIta

Capítulo 12

Adolescencia

Las clases fueron difíciles. Yuuji no podía dejar de ver a Gojo, estudiaban en la misma escuela y se encontraban muchas veces.
Sus amigos trataban que ninguno estuviera a lado del otro, no podían evitar que se vieran, pero sí, que no hablaran. Ninguno decía nada cuando se veían por error en algún pasillo, seguían de largo su camino.

El ambiente era incómodo, más no iban a hablar, porque no había nada que decir. Yuuji fingía con una sonrisa (algunas veces real) que estaba bien, todavía lograba disfrutar de estar con sus amigos, salir a pasear, entrenar, salir con sus hermanos. Ahora se enfocaba más en sus deberes, ya no se escapaba, cumplía con sus propias expectativas, quería ser fuerte y por ello entrenaba más. Su fuerza aumento, su facilidad de aprender era maravilloso, todo gracias a Nanami y un chico de otra escuela, kyoto jujutsu tech, Todo Aoi, un chico enorme y musculoso que apenas conocio a Yuuji, le pregunto por su tipo de chica. Desde ese día lo llamaba Besto friendo. A Yuuji le agradaba, pero estaba loco, aun así le siguió hablando.

Todo parecía seguir normal, sino fuera porque Yuuji comenzó a ignorar a sus padres y hermanos. Llegaba tarde a casa, se iba a beber con algunas personas que conoció en algún bar, decidió olvidar todo y disfrutar más de su vida. No quería sentirse atrapado en su culpa y recuerdos.

Navidad estaba a la vuelta de la esquina, todos se preparaban para las vacaciones de invierno. Un pequeño festival se organizó en Tokio, muchas parejas irían a ver el enorme árbol de navidad y pedir un deseo.

Sus padres trabajan ese día, así que iría con sus amigos.

Volvió a beber el liquido amargo del vaso que tenía en su mano, la música sonaba por todo el lugar, estaba con algunos amigos de primaria en una fiesta. Muchos bailando y cantando, otras parejas desaparecían por los pasillos oscuros.
Yuuji sintio ganas de ir al baño, se levantó y caminó para ir. Al terminar sus necesidades, se miró en el espejo, era un desastre, pero seguia viéndose bien, eso lo tranquilizó. Salió del baño, caminó por los pasillos y un chico guapo le hablo, Yuuji aceptó hablar con aquel chico que no parecía tener energía maldita, entonces se relajo.

La conversación fue agradable, el chico era simpático y entendía sus problemas amorosos.
Yuuji no supo en que momento lo besaron, solo sabía que correspondió. Siguió al chico a un cuarto y siguieron besandose, la situación creció, pues ya no se estaban tocando tan inocentemente, las manos iban recorriendo el cuerpo entero del otro. Yuuji ya no pensaba lo que hacia, prefería seguir con ello y no arrepentirse de nada. Los dos chicos terminaron en la cama, desnudos, teniendo sexo.
Los gemidos se escuchaban en todo el cuarto, no había culpa, solamente era pasión y erotismo.

Yuuji accedió consciente, el chico fue amable y se cuido, fue paciente con el de pelo rosa. Nadie forzó a nadie.
Yuuji quería sentirse deseado y sentir placer, no había nada malo con eso.
Al terminar se vistieron, y volvieron a la fiesta. Siguieron hablando normal y se despidieron para siempre al terminar la fiesta.

Cuando llego el festival de invierno, Yuuji fue con sus amigos al gran árbol de navidad. Era impresionante la decoración en todo el lugar, la gente se reunía para ver el espectáculo y cada vez había más personas.

Yuuji estaba bebiendo un chocolate con sus amigos, estaban hablando de lo bueno que fue salir aquella noche.
Yuuji miró por un momento el árbol y recordó a Gojo, cerro los ojos suspirando, al abrirlos lo vio a lo lejos con otra chica nueva, pero, de igual forma bella. Apartó la mirada y siguió viendo el árbol, deseando algo.
Se marchó cuando sus amigos comenzaron a caminar.

Fueron a patinar sobre hielo, para divertirse un rato. Panda intentaba no caerse y los demás lo apoyaban con palabras amables y de aliento.

Al volver a casa, Yuuji celebró con su abuelo, Shoso, Kechizu y Esou. Bebieron un poco y comieron lo preparado por el abuelo, partieron un pastel de fresas que compraron los hermanos mayores. Todos deseaban subirle el animo al menor, pues todos lo notaban, menos los padres.

Yuuji por esa noche siguió platicando con su familia, pero la celebración se acabo cuando una maldición apareció. Los hermanos lograron sentirlo y debían eliminarlo. Por esas épocas aumentaban más, la gente se llenaba de sentimientos muy tristes.

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