Flores Amarillas // SukuIta

Capítulo 34

Familia

- ¡Aaaaaah! ¡Sukuna! - el grito de Yuuji se escuchó por todo el palacio. Ya era el octavo mes y su panza era enorme, por el peso siempre se sostenía con una mano la espalda por el dolor - ¡Todavía no nacen nuestros hijos y, ¿ya me estás engañando?!

Todos los presentes veían al más joven alterado con lágrimas en los ojos, sosteniendo su panza y espalda.

- ¡UH, UH, UH, UH, UH! - el chico estaba tan alterado, las contracciones eran en cada minuto más intensas.

Sukuna veía a Yuuji con un rostro de poker, no podía creer la escena que estaba montando.

Hace una hora llegaron dos maldiciones, uno era de apariencia masculina y el otro femenino, para pedir un favor a cambio de algo. Todos llegaron a un buen acuerdo y eso le beneficiaba al dueño del palacio. Brindaron con un poco de sake. El de apariencia masculina se ausento para traer el oro y otras piedras preciosas como gesto de buena fe.
Mientras, Sukuna seguía bebiendo con aquella maldición de aspecto femenino.
Todo iba a ir bien, hasta que cierto chico embarazado entro por la puerta y mal interpretó la situación.

- ¡Aaayyy! UH, UH, UH, ¡Y con esa! - Yuuji comenzó a llorar - ya decía yo, que todo estaba muy bonito para ser real. Ahora entiendo por qué tan lindo conmigo, ¡Porque sentías remordimiento! ¡Pena debería darte! - Yuuji se acercó hasta su esposo para verlo mejor, Uraume iba detrás del chico intentando calmarlo.

- ¿Puedes sentarte y escucharme? - preguntó Sukuna.

- ¿Qué vas a decirme? ¡Que no es lo que parece! - Yuuji daba vueltas en su lugar alterado - ¡No me vengas con esos cuentos! Yo ya me los sé de memoria. UH, UH, UH, UH, UH, ya decía yo que no debía creerte, pero noooo, ¡ahí voy a caer en tus encantos! Aaay ¡Mis hijos no tendrán padre! - chilló con más fuerza.

- ¿Es en serio lo que me estás diciendo? - Sukuna no podía creerlo, Yuuji estaba muy alterado y decía cosas muy estúpidas.

- ¿Y no? - preguntó.

Sukuna tuvo que respirar profundo - No, no y ¡No! Sí quisiera ser infiel, lo hubiera sido desde el principio.

Yuuji miró con lágrimas en los ojos a la maldición, que era su esposo - ¡¿Entonces quién es ella?!

En ese momento entra la otra maldición con un cofre.

- Quieren pedir un favor a cambio de algo -. Sukuna por fin se levanta de su trono y se acerca a su consorte. Lo toma de los hombros, mientras que los demás están de sujeta velas - Escucha, no hay nadie mejor que tú. Sí, eres chillón, gritón, bobo, imprudente, terco, pero, aun con todo y eso, eres perfecto, eres el ¡ÚNICO!

Yuuji dejo de llorar y miró con pena a Sukuna - ¿En serio?

- Sí - Sukuna abrazo a su esposo.

Yuuji aceptó el abrazo, pero se soltó para mirar a la maldición de apariencia femenina - ¡Lo siento mucho! - sonrió cambiando totalmente su actitud - pensé que eras una perra arrastrada quita maridos.

- Yuuji... - Sukuna quería cortar la conversación.

- Es el padre de mis hijos, y yo solamente estaba actuando por mi instinto de conservación de la familia - Yuuji sostuvo su espalda, el peso lo estaba matando.