Capítulo 10

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Adolescencia

Han pasado ya cuatro meses desde que Gojo y Yuuji comenzaron a salir. Cada vez estaban más unidos y el amor se notaba en la mirada de ambos chicos.

Los padres de la pareja aún desconocían de la relación. Pero, eso era algo que no les importaba mucho, tampoco era como si les prestarán atención, podían ir y venir a la hora que deseaban.
Eso era lo que hacían, salían todo el día, iban a clases, se iban después a cualquier lugar a jugar, hablar o besarse, eran tan cursis que sus amigos apartaban la mirada para no ver los tratos cursis.
Llegaban a ir al cine, a edificios de juegos, paseaban por algunas áreas de turismo, entraban en algunos bares clandestinos. Cuando Gojo debía irse por una misión, siempre se llamaban a cualquier hora, siempre se estaban mensajeando durante las clases. Nanami regañaba a Yuuji.

Los demás no lograban verlos separados.
El menor se veía tan enamorado del mayor, lo miraba con tanta admiración como si fuera una divinidad.

Yuuji esperaba por Gojo en las escaleras principales, habían quedado con ir al cine a ver una película "Godzilla vs kong".
Ya era normal para el menor esperar por su novio, incluso si llegaba una hora tarde, sabía que tenía muchas cosas que hacer y no era fácil ser el más fuerte.

Gojo aparece a las dos horas de la hora acordada, venía con su usual sonrisa y despreocupado. Su uniforme estaba un poco desaliñado, pero a Yuuji no le importó. Esa tarde fueron a ver la película sin problemas.

Al día siguiente los amigos de Yuuji veían a su amigo escuchando a Gojo tan atento y con los ojos brillantes. Después el mayor lo dejo un momento solo para contestar una llamada que duró media hora y el menor apresar de tener frío lo esperaba.

Yuuji le entregaba todo su amor a Gojo en las manos, le daba toda la prioridad del mundo.
Incluso se llegó a saltar las clases para acompañarlo a una misión. Yuuji se vestía mejor y se preocupaba más por su apariencia, acompañaba a Nobara a ver los productos de belleza, se desvivía por ser perfecto ante los ojos azules cielo.
Amaba tanto los halagos del mayor, los besos que le robaban el aliento.

Eso ya le preocupaba a sus amigos, ese amor tan desvivido. No parecía que se dieran cuenta los dos protagonistas de aquel amor.

— Yuuji, ¿Crees que puedes acompañarme a una tienda? — preguntó Nobara.

Yuuji la miró apenado — Le dije a Gojo que lo esperaría.

— No creo que Gojo se moleste porque no lo esperaste — trato de convencer la chica de ojos castaños.

— No sé — dudo un poco el menor.

— Noba-chan, no intentes robarme a mi Yuuji — habló el chico de pelo blanco y lentes negros, que apareció en ese momento. Tenía una sonrisa y en su mano una rosa roja — hoy tenemos algo importante que hacer. Dile a Megumi que te acompañe.

Gojo comenzó a bajar las escaleras, no volteó a ver si lo seguían simplemente caminaba.

Con una mirada de disculpa Yuuji se levantó — Nos vemos — siguió al mayor corriendo detrás de él.

Los dos caminaron por un buen rato jugando a empujarse con el hombro. Las chicas los miraban apenadas por ver a dos chicos tan juntos e íntimos, otras susurraban cosas como "deben ser pareja" "que guapos son" "a qué escuela irán", entre más cosas.

Gojo guió al menor hasta un callejón extraño, tenía varios edificios con letreros que decían "Love", Yuuji se sentía tan apenado cuando se dió cuenta. Habían ido a un barrio del amor, dónde había muchos hoteles para las parejas.
Quiso preguntar por qué estaban en ese lugar, pero calló al sentir la mano de Gojo tomar la suya. Su cuerpo tembló por sus pensamientos, no estaba listo para dar ese paso.

El mayor lo jaló dentro de uno. Al entrar, Yuuji notó que el lugar era muy discreto, tenía una pantalla donde se metía la tarjeta de crédito y seleccionas la habitación disponible que deseabas.
Gojo hizo todo el procedimiento y lo llevo a un elevador dónde subieron, marcando el piso indicado.
Yuuji estaba muy nervioso, no sabía qué hacer, no había hecho eso, no por voluntad propia. Aún recuerda... Aquella ocasión.

— No te pongas nervioso, confía en mí — habló Gojo notando los nervios del menor — yo nunca te haría daño.

Yuuji pego un pequeño brinco al escuchar su voz — Lo sé, estoy bien, creo en ti — estaba mintiendo, pero no lo iba a decir, no.

Gojo comenzó a besarlo despacio, buscando tranquilizarlo, besando suave los labios rosados, le tomó la cadera y siguió el tierno beso. Yuuji dejo de temblar al sentir la calidez del mayor, el beso comenzaba a ser más demandante y el menor ya tenía los brazos en el cuello del mayor. El sonido del elevador los distrajo, Gojo saco al menor y lo llevo hasta la habitación.
Yuuji estaba temblando.

Entraron con la tarjeta que era la llave. No era un hotel cualquiera, de hecho era lujoso, todo muy bonito y no había ninguna persona por los pasillos. La habitación era grande, la luz era baja de color rojo, tenía un espejo enorme en todo el techo y en una pared a lado de la cama, cama que era enorme, redonda, sábanas blancas, un baño con paredes de vidrio donde se podía ver todo, vino tinto en una mesa, un par de copas, dulces y varios condones con un lubricante, un mini congelador, pétalos en el suelo. Todo listo para un encuentro sexual.

Si antes Yuuji estaba nervioso, ahora estaba aterrado, tenía miedo de dar ese paso, sus piernas le estaban fallando. Notó el abrazo por la espalda de Gojo y sus besos en el cuello.

— No pasa nada — habló Gojo — iremos despacio, de todos modos es tu primera vez, ¿No?

¿Cómo debía responder a eso? No quería contarle lo que le sucedió, no deseaba que lo viera diferente.

— Sí, yo, estoy muy nervioso — jamás se lo diría, sus padres le dijeron que no lo cuente. Mentiría, lo haría para que lo siga amando.

Gojo rio un poco, beso al menor en los labios al girarlo, lo abrazo y continuo acariciando todo su cuerpo.

— Te amo — susurro el menor al sentir los besos en su cuello, no estaba listo, pero por Gojo lo estaría. Su ropa iba desapareciendo de su joven cuerpo, el mayor le estaba quitando la ropa.

— Yo también te amo, Yuuji — en voz baja decía Gojo — eres tan especial y bonito. No creo cansarme nunca de ti, todo de ti me gusta, nunca te dejare solo, estaré contigo por siempre. No debes tener miedo, yo voy a cuidarte.

Gojo acostó en la cama al menor, besando cada parte de su cuerpo. Yuuji tenía los ojos casi cerrados, sintiendo por primera vez un poco de placer en este tipo de actos. El mayor se acomodó sobre sus piernas y el menor iba a dejar que el otro continuará.

Pero, en eso suena el celular de ambos, interrumpiendo la acción. Gojo con molestia y Yuuji con alivió, vieron el mensaje, pedían a todos los maestros y estudiantes que se presentarán en una cierta zona, porque era grave.

Una maldición de grado especial apareció y no solo eso, era el mismo de la fábrica, la maldición oscura que junto con otro de apariencia joven y pelo corto con un kimono blanco, despertaron a una maldición de rango especial llamado: Sukuna.

La pareja se separó y se vistieron rápido, olvidando la excitación. Debían llegar a tiempo.

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Iniciar una vida sexual debe ser cuando uno mismo está listo. No cuando otras personas te fuercen a hacerlo, ni mucho menos tu pareja.
Es en momento que tú digas que estás listo/a y seguro/a para hacerlo.

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Flores Amarillas // SukuItaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora