Regresa A Mi (Levi Ackerman)

Capitulo 4

Año 842

No sé cuánto tiempo llevamos corriendo, solo estoy segura que no debo dejarme atrapar por estos imbéciles que me están siguiendo.

---Liliana, debes parar---súplica Armin---. No tenemos donde escapar.

Niego con la cabeza corriendo con más fuerza. No voy a permitir que vuelvan a golpear a Armin. Desde el momento que la legión de exploración, bueno más específico Erwin junto a Hanji me fueron a dejar en la casa de los Arleth, me prometí que no iba a dejar que nadie lastimara a mi pequeño amigo. Aunque es complicado debido a su inteligencia siempre se termina por meterse en problemas.

---Creo que los perdimos--- hablo con la respiración entrecortada---. ¿Por qué te querían golpear?

Armin agacha la cabeza jugando con sus dedos

---Les dije que las personas idiotas piensan que estamos seguros dentro de los muros---. Me relata desviando su mirada.

Se me dibuja una pequeña sonrisa, sé que debería estar enojada por su actitud o al menos regañarlo por decir tantas tonterías, pero es imposible cuando es de las pocas personas que se percatan de lo que sucede en realidad. Me coloco a su lado lo abrazo por los hombros dándole una pequeña caricia sobre su cabeza.

---A la próxima asegúrate de no decirles imbéciles--- le sonrió, sus ojos se iluminan---. A las personas no les agrada escuchar sus verdades.

Asiente entusiasmado, lo atraigo a mi cuerpo apoyando su cabeza sobre mi hombro sacando un pequeño pedazo de pan de mi bolso. Armin abre los ojos sorprendidos, llevo un dedo a mis labios indicando que guarde silencio.

---Come, Armin---. Le ordenó.

Sostiene el pan dándole un gran mordisco. Lo contemplo tan pequeño e indefenso, pero con una gran determinación, quiere salir al mundo exterior y estoy segura que nadie lo va a poder detener, solo deseo estar a su lado cuando eso suceda.

---Vamos enano---paso mi brazo por sus hombros---. Debemos llegar antes que tus padres se den cuenta que salimos sin permiso.

---Liliana---habla con un hilo de voz---. ¿Cómo aprendiste a pelear? El Dr. Jaeger nos dijo que estuviste viviendo un tiempo con la legión de reconocimiento.

Agacho la mirada mordiendo mi labio, mi vista se va tornando borrosa y pequeños sollozos salen de mis labios. Los recuerdos de cuando vivía con mis padres en el bosque, las bromas de mi hermano y la última noche que compartimos como familia se van arremolinando en mi mente.

---No llores---habla angustiado limpiando mis lagrimas---. Te prometo que aprenderé a defenderme para que ya no estés triste, aunque no me agrada hacerlo.

Se me dibuja una sonrisa, lo atraigo a mis brazos posando mi barbilla sobre su cabeza.

---Armin no deberías aprender a pelear---me alejo despacio posando mis manos sobre sus hombros, levanto mi dedo pulgar---. Porque siempre te voy a proteger, no importa lo que suceda. Liliana siempre va a proteger a Armin.

---Liliana---. Habla sorprendido.

Su rostro adquiere un brillo especial, sus orbes se abren enormes junto una pequeña sonrisa aparece en su rostro. Lo envuelvo en mis brazos.

---Lo prometo, Armin---.

Escucho las campanas anunciando que la legión de exploración ha regresado. Me agacho sacando el libro de pasta roja que Armin me pidió que lo guardara.

---Que no te descubran que tienes este libro, Armin. Debes regresar a casa---le ordeno dándole una caricia en su cabeza---. Prometo no tardar.

Asiente corriendo entre las personas. Suelto un suspiro colocándome la capucha. Cuando Erwin me dejó en la casa de Armin debido a que el doctor Jaeger le menciono que me haría bien relacionarme con niños de mi edad, me hizo prometerle que no iba a esperar a la legión de reconocimiento, que iba a seguir adelante con mi vida y olvidar lo vivido en el bosque, pero era imposible cuando cada parte de mi cuerpo me suplica por salir de estos muros a pesar de todo lo que observe cuando me encontraba viviendo con los titanes.