8.- "No entiendo..."

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Al subir Armando al auto, encendió a prisa el vehículo y arrancó, cuando dejó atrás la casa de Betty fue que pudo hablar.

- ¡Es lo más estresante que he hecho en mucho tiempo! – Soltó Armando de pronto, exhalando y con una risa nerviosa. Betty no sabía si reírse o preocuparse, pero finalmente le gano la risa.

- Ayyy Doctor… - Volteo rápidamente Armando a verla y continuó manejando, “Va a ser difícil quitarle el “Doctor", pensó. – Disculpe a mi papá,  él siempre ha sido así conmigo…

- No tiene que explicarme nada, Betty, yo lo sé perfectamente. Por eso quise ir hoy a presentarme ante él nuevamente, para que no le queden dudas de mis intenciones con usted. Bueno, si le soy sincero, mi primera intención fue verla lo antes posible apenas desperté… ¡Me hizo tanta falta anoche, Betty!… - Le dijo mirándola con unos ojos indudablemente enamorados, para luego continuar manejando. – ¿Cómo durmió? - le pregunto tomando su mano.

Betty iba en las nubes sentada a su lado, no solo estaba en presencia de otro hombre, sino que ni en sus mejores sueños pudo imaginarlo así. Es que no sólo era atento, cariñoso y visiblemente romántico, sino que era considerado y atento a detalles que ella no se hubiese imaginado… ¿cómo hubiese pensado verlo siquiera siendo tan franco y honesto hablándole a su propio padre en su propia casa?

- Dormí sin darme cuenta que dormí, la verdad. – se rio. - El día de ayer fue un poco difícil, pero supongo que el té que me dio mi mamá antes de dormir me relajó y después de un baño, ya no supe de mi misma.

La elección de palabras preocupó a Armando en varios niveles. Betty no mencionó nada sobre el día o mejor dicho, la noche anterior, y no solo eso sino que describió el día como difícil. No conforme con eso, confirmo que anoche no ceno siquiera la manzana, sino que se había ido a dormir con sólo un té en el estómago. Decidió abordar lo menos complicado.

- Precisamente de eso quería hablarle. ¿Qué es eso de que usted anoche se fue a dormir con sólo un té en el estomago? ¿Qué paso con la manzana? Y si no la quería ¿igual por qué no comió algo sólido?

- Ayyyyy Doctoooorr… es que no me sentía con ánimo de comer nada. De verdad, no se preocupe…

Armando empezó a ladear la cabeza de un lado a otro con expresión torturada. No sentía que esto fuese bien… Giro en una esquina y tomó una calle alterna a Ecomoda.

- ¿A donde vamos Doctor? Le pregunto extrañada Betty.

- Me voy a asegurar de que desayune como es debido. Vamos a un restaurante donde sé que sirven buenos desayunos.

- Pero Doctor, ¿para qué se va a molestar?

- Betty… Betty. Primero. Fíjese, yo sé que estamos dando un salto enorme sobre cómo era nuestro trato, primero fue de Presidente y Asistente, luego de Presidente saliendo con su asistente, luego… compañeros de trabajo… casi extraños donde usted no quería saber nada de mi… cambiamos a Presidenta y Ex presidente… y pues, ahora… bueno pues yo espero que nuestro trato sea... usted sabe, como el de una pareja. – y ahí estaba, el rubor en las mejillas de Betty que desarmó la seriedad que pretendía imprimir Armando a su argumento, por lo que reprimiendo un poco una sonrisa continuo. – ¿Será que usted puede dejar de decirme “Doctor"? ¿Me puede llamar solo "Armando"?

- Si, Doctor, no lo volveré a llamar “Doctor". - Dijo Betty riéndose como ella simplemente. Armando se relajó un poco, pero continuó tratando de mantener el tono serio.

- Esta bien, establecido ese punto, el siguiente es aclararle, Betty, que usted puede verme algo más sereno ahora, pero hay cosas que no se relajan, las cosas como son… no sé si me explico. Las cosas deben hacerse de la forma correcta, como por ejemplo, mi visita de hoy a sus padres. Por lo que me parece que un desayuno, no saltarse las comidas, es básico. Esas cosas me… ¡me preocupan!, no me enojan… - Le aclaró rápidamente. - Lo que si le soy sincero es que lo que me… bueno, ya, lo que me enoja es que se ponga en plan de llevarme la contraria. Betty, - Empezó a hablar con velocidad. - si yo le digo que la voy a llevar a comer, por favor, complázcame, no me diga que no me tome la molestia porque no es una molestia, yo se lo estoy proponiendo y para mi es un placer, sobre todo estar a su lado. ¿Sabe que usted siempre ha sido así?...

Finalmente JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora