Tenerla así abrazada, besarla, se estaba convirtiendo para él en una adicción que le revolvía los sentimientos y las reacciones, entre dulzura y deseo, entre amor y pasión. Eran tan dulces y carnosos sus labios que una vez comenzaba, no quería parar. Betty soñó despierta tanto con él como con la noche anterior, que sólo podía rendirse en sus brazos, tocarlo era como un sueño que se negó por mucho, tan sólo acariciar su cuello y su cabello era hermoso.
Pero sin que se dieran cuenta, las puertas del ascensor se abrieron en el piso de Presidencia justo cuando Marcela iba pasando al frente. Ellos se separaron sin posibilidad de disimular y nuevamente ahí estaba la mirada de desagrado y enojo de Marcela que se detuvo frente al ascensor viéndolos por unos segundos antes de seguir camino más apresurado a su oficina.
Betty y Armando salieron del ascensor apenados, pero mucho más Betty porque la atormentaba la culpa. Dieron los buenos días a las del cuartel sin detenerse y algo les dijo que no los siguieran, quedándo viéndose unas a otras. Entraron a Presidencia y Betty exhaló.
-No sé, no sé como afrontar esto… - sentándose en el sofá lateral. Armando se sentó a su lado.
-Mi amor, no te atormentes, esto es algo que poco a poco ira bajando la intensidad. Marcela tiene que aceptarlo.
-Si pero me siento como exhibicionista frente a ella, como burlándome de su dolor…
-No diga eso, mi amor… la culpa fue mia…
-No, de los dos. – lo interrumpió arreglándose las gafas. – Yo estaba ahí besándolo también.
-¿Se arrepiente? – le pregunto con tristeza en la voz.
-No se trata de eso, de besarlo nunca. Pero yo necesito ser más consiente de que aquí no podemos, es nuestra oficina, y ella nos puede ver…
-Mi amor, le da demasiada mente a esto. Pero esta bien, yo la entiendo, es parte de quien es usted y jamás me atrevería a juzgarla. Si la hace sentir mejor, yo también pondré de mi parte para que así usted no se sienta mal. ¿Si? – Betty afirmó con la cabeza y sonrió sin alegría y Amando le dio un beso en la frente. – Bueno, pues entonces la dejo un rato para que empecemos el día. La voy a estar extrañando detrás de aquellas puertas. – le dijo tomando una de sus manos, la besó en la mano y se levantó para irse a su oficina por dentro de la sala de Juntas.
Betty después de unos minutos, se dispuso a trabajar, y lo primero que hizo fue llamar a Aura María para que le reportara las cosas pendientes y las llamadas del día anterior. Cuando no entró Aura María sola, sino que entraron todas las del cuartel, recordó que tenía pendiente todo el cuento de la reconciliación, del desayuno del día anterior por el que llegaron tarde a la oficina, de inventarles una historia para el almuerzo de negocios falso del día anterior y aparte lidiar con sus preguntas por el genio que tenía hoy nuevamente al llegar.
Pero se rindió, sabía que ellas no se quedarían tranquilas hasta saber los detalles, que de lo muy íntimo tendría que ser muy hábil para sortear las preguntas así que se dispuso a salir de eso. Les contó del día de la reconciliación y del Mesón de San Diego, con los detalles de la caballerosidad de Armando y de cómo no explotó a pesar de las molestias constantes por ser interrumpido, les contó todo lo galante y amoroso que fue en el restaurante obviando que salieron de ahí a su apartamento, les contó también de lo galante en el desayuno del día siguiente, de su cara de niño porque ella no fuese expresiva hasta ese momento, cosa que le reclamaron todas, pero que ella les explicó que era algo muy confuso para ella haber pasado por todos esos cambios de forma tan rápida. Sobre el almuerzo de negocios les habló que eran unos nuevos proveedores que había conseguido Armando que querían ofrecer materiales pero que finalmente no sabían si usarían, así ellas no indagaron mucho más entre los proveedores conocidos. Y finalmente se desahogó con ellas sobre la situación de ellos con Marcela en la oficina. Hablaron mucho rato, por lo que les pidió que fuesen todas a trabajar y le trajeran los pendientes. Las muchachas satisfechas con todos los cuentos, se fueron y por fin Betty salió del compromiso de ponerlas al día. Aura María le entregó las llamadas y se puso de inmediato a trabajar.
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Finalmente Juntos
FanfictionArmando finalmente puede demostrarle a Betty su amor, esta dispuesto a arrancar de su mente todo el dolor que la hizo vivir. Ya sabía que la amaba, pero no sabía todo lo que podía hacer y sentir por amor. Betty se deja guiar y se da cuenta de cómo s...