Finalmente Juntos

47.- Nuevos Retos. (Capítulo Perdido)

Ya desde su oficina, Armando se sentó en su escritorio, aún deleitándose de la sensaciones de los labios de Betty en los suyos. Miró sus manos y pensó “Son par de afortunadas, cierto? No tanto como usted allá abajo..  lo lamento, amigo, pero ella tenía razón…”. Llevo sus manos a su rostro e inhaló el aroma de Betty impregnado en ellas. “Ya basta, hombre! Es hora de concentrarse, porque sino no se calma y las horas se le van a pasar lentamente hasta que pueda volver a ir allá. Mejor veamos que hay pendiente…”.

Llamó entonces a Sandra, que en el vestíbulo dio un respingo al ver que era llamada interna del Doctor Mendoza cuando no lo había visto pasar de vuelta a su oficina.

- Dígame Doctor.

- Sandra, hágame el favor, ¿será que el Doctor Muñoz, de Puerto Rico, habrá llamado?

- Si Doctor, llamo hace unos 15 minutos...

- ¡Pero Sandra! ¿¿Por qué no me avisó?? – La interrumpió alarmado Armando.

- Ay, Doctor, disculpe pero como usted estaba ahí en la oficina de Betty tan acaramelado, no los quise interrumpir… - Armando pensó que Betty tenía aún más razón… “¡Algo de bruja debe tener esa mujer también!”

- ¡Sandra, esa es una llamadas urgente! Usted con tocar la puerta o incluso llamando por el interno podía avisar sin interrumpir nada... ¡A ver! ¡¡A ver!! ¿Y qué razón dejo? - Subió la voz sin controlar la neura.

- Ay Doctor, disculpe… el Doctor Muñoz dijo que tendría una reunión hoy con los accionistas de la franquicia y que podía estarle volviendo a llamar entre la 1 y las 3 de la tarde dependiendo de cuánto tardará su junta.

- ¿Y no dejo dicho que le devolviera la llamada?

- No doctor, sólo dejó dicho que lo volvería a llamar a esa hora, y como esa es hora de almuerzo para nosotras… ¡que digo! Para usted… yo me adelanté y le dejé su celular por si no lo conseguía aquí…

- ¡Bien! Bueno, bueno… prefiero quedarme aquí en Ecomoda a esperar su llamada…

- ¿Y yo también tendría que quedarme, doctor??

- No, Sandra, ¡¡ni más faltaba!! - Le dijo estallando le la neura nuevamente. Tomo un suspiro para calmarse. - No Sandra, vaya usted a almorzar a la hora que le corresponde. Pero cercana la hora de almuerzo, me hace el favor de pedirme almuerzo para comer aquí en la oficina…

- ¿Y pido también para Betty, doctor?

- "¡Estás mujeres piensan antes que yo!" - Pensó antes de contestar. - Le confirmo más tarde Sandra… ¿alguna otra llamada?

- No doctor, nadie más ha llamado.

- Bueno, hágame el favor y me llama al Doctor Néstor Rubio, el de la franquicia de Argentina.

- A su orden, Don Armando.

Sandra le hace la llamada rápidamente y se la pasa, para de inmediato levantarse y correr por el pasillo, diciéndole a Aura María que la siga a su paso hacia los escritorios de Berta y Sofía.

- ¡Sofía, llame a Mariana para que suba a junta! Imagínese que el doctor salió de la oficina de Betty y no nos dimos cuenta.

- ¿Cómo? – Se sorprendió Sofía mientras alzaba el auricular para llamar a Mariana.

- Pues sí, me llamó para pedirme unas llamadas y así fue como supe que estaba en su oficina porque yo no lo ví pasar.

- ¡Pero si nosotras estuvimos pendientes de cuando saliera! – Le dijo Berta.