43.- Neurosis.

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Aura María y Sandra se encontraban en la pista de baile moviendose al ritmo, sonrientes, disfrutando de la banda en vivo que tocaba animadamente. Fue la rubia quien vio primero a Armando que entraba al establecimiento con actitud desenfadada. Se dio cuenta que Betty podía tener problemas por la presencia de cierto francés junto a ella y salió corriendo despavorida a la mesa para avisarle. Se acercó por detrás de Betty que la observó extrañada ante la actitud alarmada de su amiga, y le dijo al oído.

- ¡Betty, Betty! ¡Su triplepapito acaba de entrar al restaurante! – Causando que Betty se volteara rápidamente a verla.

- ¡¿Armando?!

- ¡Si, mija! ¿Quién más?- le dijo bajando la voz haciendo que Betty se levantara con nerviosismo a buscar dónde se encontraba. Catalina al verla le preguntó extrañada.

- ¿Qué pasa Betty?

- Que Armando acaba de llegar al restaurante… seguro me quiso dar una sorpresa, yo no sabía que venía.

- Ay Betty, ¿no me diga que la he metido en un problema ahora sí con Michelle acá?- Mientras Michelle las veía con extrañeza aunque no podía escuchar bien lo que decían debido a la música.

- Mija, si quiere yo me llevo al francés a bailar y usted se va con su novio, nosotras luego la excusamos con el francés. – Le dijo Aura María.

- Pero si yo no he hecho nada malo… - replicó Betty con poca seguridad. De todas formas estaba apenas empezando con Armando, hoy era su primer día de noviazgo formal y aunque él hubiese cambiado, Armando podía reaccionar mal ante la presencia de Michelle.

- Tiene toda la razón, Betty. – la dio seguridad Catalina. – En todo caso, sí me parece conveniente que yo me retire con Michelle… - Se volteó y se acercó a Michelle a decirle. – Michelle, acabo de recordar un compromiso que tengo, mil disculpas, usted anda conmigo, pero nos vamos a tener que retirar.

- Esta bien Cata, yo entiendo. – le contestó Michelle de forma caballerosa, levantándose de la silla.

Sin embargo el tiempo de acción se había agotado. Armando se detuvo a unos dos metros de la mesa de Betty, la había divisado entre las personas del lugar, pero fue a corta distancia que se percató de la presencia de Michelle en la mesa, justo cuando éste se levantó.

Armando sintió un nudo en el estómago que se le reflejó como calor en las orejas. Su expresión cambió al ver a Michelle, quien aún ni había visto que él estaba ahí a sólo dos metros de él. La sonrisa se le había esfumado, cambiando por una mirada de ojos oscuros mirando por entre sus pestañas con el ceño fruncido. Ya no veía a Betty, parecía un toro antes de embestir viendo fijamente a Michelle. Michelle en cambio se acercó a Betty con movimientos suaves y la abrazó para despedirse de ella, mientras Betty, que veía nerviosamente la expresión de Armando, se quedó petrificada mientras Michelle le daba un par de besos en las mejilla para despedirse.

Catalina también vio la expresión de Armando y quiso salvar la situación. Se acercó a Armando con actitud jovial y lo saludó.

- ¡Armando! ¡¡Qué gusto verte aquí!! – y le dio un beso en la mejilla sacándolo parcialmente de su estado oscuro, mientras Michelle volteaba a ver la escena.

- Hola, Cata, qué bueno verte, yo sí sabia que tu vendría con las muchachas… - le dijo con tono condecendiente. “Lo que no sabía es que este frantuche también estaría aquí…!” Pensó para sí mismo.

- Ay si, Armando, estaba terminando unas diligencias con Michelle que mañana regresa a Cartagena, y me acerqué un rato a saludarlas. Igual ya nos íbamos, ¿verdad Michelle? – le dijo volteando a verlo y extendiéndole la mano para que se acercara y por fin irse.

Finalmente JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora