9.- Marcela

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Llegaron rápidamente a Ecomoda, nuevamente con todas las formalidades de caballero, se bajaron ambos del auto, siendo recibidos en la puerta por Wilson y Freddy, quienes les dieron los buenos días con una cara pícara pensando que venían de pasar la noche juntos al llegar tarde y tan acaramelados.



- ¡Buenos días doctores! ¡Que alegría verlos juntos! - Les saludo escandalosamente Freddy, que luego se acercó a Armando y le dijo más bajo. - ¿Que tal la noche, Doctor?



- ¡No sea idiota, Freddy! - Le contestó en tono bajo y regañón. - pase a buscar a la doctora a su casa... ¿o no ve que venimos con un traje diferente al de ayer? - Freddy se alejó de Armando y prosiguió.




- ¡Cierto, cierto, Doctor! Doctor, quiero que sepa que, tal como le había manifestado el día de ayer antes de que usted bajara a producción a despedirse y luego viéramos tan lindas escenas de reconciliación, le he cumplido con mi palabra de reconciliarme con Aura María.



- ¡Me parece muy bien Freddy! Ahora solo falta el matrimonio y que yo sea su padrino, ¿cierto?



- Calma, calma, mi queridísimo Doctor Mendoza. Todo a su tiempo y tiempo al tiempo, como dice el dicho. O... ¿es que usted ya le pidió la mano a su doncella? - quiso devolverle la broma a Armando.



- Pues no, fíjese. Pero ganas no me faltan. - Le contestó Armando sereno, viendo a Betty, y tomándola nuevamente por la cintura la guió hacia dentro de edificio.


Ya dentro, fue entonces Mariana quien los saludó sin dejar el mostrador de recepción



- Betty, Doctor... felicidades nuevamente. Que alegría verlos juntos.



- Gracias Mariana - le contesto Betty mientras Armando le dirigió una sonrisa llamando al ascensor. - Mariana, no sabe si ya llego Nicolás?




- Si Betty, llegó hace unos 15 minutos. - justo en ese momento llegó el ascensor, y Betty le dio las gracias a Mariana y entró al ascensor seguida de Armando sonriéndole.


Subieron aún en esa atmósfera de idilio, viéndose el uno al otro sin decir palabra, con el brazo de Armando rodeándole la cintura. Pero al abrir las puertas del ascensor, además del cuartel en pleno, se consiguieron con Marcela frente al escritorio de Patricia pidiéndole unas llamadas. Marcela volteó de inmediato, y tanto Betty como Armando se pusieron serios y tensos, pero Armando no dejó de abrazar a Betty mientras salían del ascensor.



- ¡Buenos días! Dijo Armando en general sin mencionar a nadie pero sin dejar de ver seriamente a Marcela.



- ¡Buenos días! - Dijo Betty igual en general para todas las presentes, pero con algo más de timidez bajando la vista.




- ¡Buenos días! - saludaron las del cuartel viéndose entre sí algo incómodas.



- Buenos días. - saludo tajante y seria Marcela, cuya mirada iba de Armando a Betty y al brazo de Armando rodeando la cintura de Betty. Por lo que no sostuvo mucho la mirada y la bajo al escritorio de Patricia como buscando algo. Patricia, con los ojos enormes, los miro a todos y dijo un buenos días entre dientes batiendo el cabello para disimular que también buscaba algo en su escritorio.



Armando suspiro y empezó a caminar impulsando a Betty con él hacia la oficina de Presidencia seguido por las de cuartel. Abrió la puerta y entraron dejando a todo el cuartel afuera viéndose entre ellas.



- Esto va a ser incómodo, no me gusta esto. - dijo Betty siendo la primera en hablar mientras caminaba a sentarse en su escritorio y soltando la cartera sobre el.

Finalmente JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora