38.- Blanc de Blancs.

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Betty salió al vestíbulo y se encontró con Armando justo cuando el ascensor abría sus puertas, era Freddy que le extendió la mano a Armando y le entregó unas llaves que estaba casi segura eran de su auto, no se dio cuenta de la mirada cómplice entre ellos ya que de inmediato la tomó por la cintura y la condujo dentro del ascensor despidiéndose de los demás. No dijeron palabra mientras bajaban, sólo se limitó a dejarse abrazar y recostar su cabeza en el pecho de Armando de forma reconfortante. Al llegar al auto, Armando ayudó a Betty a entrar y antes de entrar él,  se quitó el saco y le dejó colgado en el asiento, algo que casi nunca hacia, pensó ella. En cuanto arrancaron, a Betty se le ocurrió curiosear el organizador de discos de Armando para ver que más tenía entre sus gustos y colocar algo en el reproductor, pero no lo veía al frente así que quiso voltearse a ver si lo encontraba en los asientos traseros.

- Ey, que estás buscando?! – la detuvo Armando sobresaltado tomándole la mano.

- Quería poner algo de música, curiosear tu organizador... - le dijo confundida, pensando que Armando se había molestado.

- Ahhhh... - se relajó un poco, casi descubría la rosa en la parte trasera. – yo se lo paso, no se preocupe, necesito que vaya como una reina en mi auto... - y se volteó el mismo a buscar el organizador para pasárselo a Betty. – a ver que le gusta... sorprendame! - le dijo Armando sabiendo que los gustos musicales de Betty eran muy parecidos a los de él, siempre sorprendiéndolo.

El organizador era una carpeta inmensa, al abrirla Betty descubrió una gran variedad de géneros, todo completamente organizado por género y luego por orden alfabético entre géneros, se sorprendió de la pulcritud de la organización, casi sentía que podía desordenarlo y causarle una molestia.

- Waaaaoooo...

- Se sorprende? Eso es solo para el auto, debería ver lo que tengo en casa. Hay discos que saco y me llevo a la casa para escucharlos mientras leo, y otros que incluyo en el organizador desde la casa porque me provoca escucharlos mientras manejo...

Sin duda habían muchos que Betty hubiese querido tener, todos originales e impecables. El primer género en la carpeta era el de rock anglo y ocupaba poco más de 1/3 de toda la carpeta, pasaba las hojas sin decidirse cual tomar, hasta que vio un disco de finales de los 80s de grupo australiano de pop rock, algo más suave pero en cierta forma menos conocida, pensaba que era de las pocas personas que conocían esta banda porque ya casi no sonaba, al parecer Armando era una de esas pocas personas también; en ese disco estaba una canción hermosa con sonido de blues que ella quería colocar para Armando, así que tomó el disco y lo introdujo rápidamente en la ranura para que él no viera de cuál se trataba mientras manejaba, se conocía el disco de memoria así que buscó el número de la canción y la reprodujo.

La música sensual llenó el ambiente y Armando se sorprendió realmente de su elección, no le dijo nada pero volteó a verla con una mirada sugerente y una sonrisa de lado. Si bien por un lado, la letra era romántica, por otro la melodía invitaba a otras cosas más sugerentes.

Betty por su parte, recordó las tantas noches en su habitación, sola, pero verdaderamente sola, pensando en Armando y sabiendo que nunca podría estar con él, sintiendo hoy un vacío en su estómago que nada tenía que ver con soledad. Hoy lo tenía a su lado... tan sólo estiró su brazo y ahí lo tenía, no era su imaginación no era una visión, no era uno de sus sueños locos. Se abrazo a él y acarició su pecho por encima de la camisa fina y sedosa mientras él la rodeaba con su brazo por la cintura... "es que esta sensación no dejará de ser tan fuerte como la primera vez?" pensó ella sintiendo el hormigueo en su pecho que reclamaba mayor contacto, era una mezcla de emociones que él había despertado en ella sin saber en qué momento exactamente, era un enamoramiento de niña y a la vez de mujer.

Finalmente JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora