Bratt Smith

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Me meto a la habitación que Karol me asignó y agradezco porque sea una grande para que Luz se sienta cómoda. La veo organizar nuestras cosas en el ropero. O bueno, cuando me acerco a ella veo que sólo acomoda la mía y eso me entra en duda.

—¿Y la tuya?

—En los cajones.

—¿Y por qué no la cuelgas?

—¿Por qué debería?

Suspiro pesado y la tomo de la cintura poniéndola tensa por mi agarre.

—A ver, Luz. Tú ya no eres ninguna criada o esclava ¿me entiendes?

—¿Entonces qué soy? ¿Qué papel me juego aquí?

—No lo sé, ¿mi novia tal vez?

—Ni siquiera sabía que era tu novia.

—Novia, mi gatita, ¿qué más da? Es lo mismo.

—No me gusta estar aquí, la señorita Sevilla me da miedo; ¿has visto lo que le ha hecho a Cooper?

—Fue sensacional, Karol es una maldita guerrera.

—¡Fue espantoso!

—¿Espantoso? Tú te fuiste con Maxon, por eso no has visto lo que le hizo a sus manos.

—Me da miedo.

—Sólo busca venganza. Ya todos sabemos lo que le pasó en la casa de Ruggero aún siendo su mujer. ¿Qué crees que te espera a ti? Digo, si regresas a esa casa claramente no serás bien recibida.

—¿No te da miedo Ruggero?

—Ni un poco. La guerra es con Karol, y los Sevilla tienen mucho poder —sonrío al recordar a esa mujer—Algo me dice que guiará a la mafia Sevilla por un buen camino.

—Confías mucho en ella.

—Demasiado.

—Hasta parece que te gusta —me río aún más y me alejo ella.

—Karol... Karol no me gusta. Es difícil de explicar lo que siento por ella —pienso—Es... es una mujer tan fuerte que, joder, no deja de impresionarme. Ella me demostró que no sólo tiene la belleza exterior sino una interior que te deja asombrado.

—¿Y dijiste que no te gusta?

—Jamás me podría gustar.

—Hablas puras maravillas de ella.

—Jamás me podría gustar porque yo la veo realmente como una hermana —me siento—Yo quiero mucho a mis hermanas Sophia y Ana, pero Karol es totalmente distinta. Karol tiene corazón de piedra, pero cuando alguien le importa, es verdadero.

—¿Ah, si?

—Yo lo vi. Lo vi en sus ojos. Su dignidad es lo que más cuida y yo clarito vi cuando llorando se me arrodilló en el piso para que guardase uno de sus secretos. Lo hizo por amor. No se, parece absurdo pero me encanta como es. Y me encanta en el buen sentido, no en el malo, es sensacional.

Tú, Yo y El Mal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora