• CAPÍTULO 76 •

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Fueron las dos semanas más grandiosas de mi vida

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Fueron las dos semanas más grandiosas de mi vida.
El hacerlo con mis amigos todas las noches fue estupendo, pero toda cosa tiene su fin.

Después de haber querido evitar el día tan esperado, aquí estaba. Vestida de blanco con un velo de novia y el ramo con mis flores favoritas.
Camino con la frente en alto, sin lágrimas, pero con el nudo en mi garganta.

La música sonaba tal y como lo había planeado hace tanto tiempo, recorría el camino de flores para llegar al altar donde me esperaba mi amado prometido.

• Narrador omnisciente •
»24 horas antes«

Fue largo el camino que la castaña con sus amigos tuvieron que hacer para llegar a su destino.
Vaya, no cualquiera está en Nebraska y a las dos semanas se hospeda en un motel de Virginia.
Y aunque en cada parada era diversión para los tres chicos y la psiquiatra, la cosa había teniendo que finalizar.

Karol tuvo que despedirse de aquellos hombres sensacionales que le habían hecho olvidar que tenía el corazón roto, les bastó con un poco de alcohol y hierva para que todo fluyera con naturalidad.

—¿Sabe señora Medina? Mañana es mi boda.

—No es bueno que piense en eso.

—Desperdicié meses de mi vida escogiendo cosas ridículas como: el velo, los manteles, el lugar, el sacerdote que nos casará —hace una pausa—¿Crees que él me extrañe?

—El General Moore la ama, pero no supo demostrárselo correctamente. Nunca debió mentirle.

La chica se sentó sobre la alfombra pensando en las palabras que su psiquiatra había dicho.
»No supo demostrárselo correctamente« piensa, pero no, la castaña sabe que eso es incorrecto porque sabe que Harry se lo demostró bien, gracias a él es que ella sabía lo que significaba amar.

¿Habrá hecho algo mal? ¿Por qué se lo ocultó?
No es tan grave si se lo ponía a pensar con profundidad. Ya está divorciado, pensó, pero luego borró tal idea porque eso no justifica que ella quiera ser "la otra" frente a todos. Sería, "la otra familia de papá", así la verían sus hijos, y por supuesto Karol no quería eso.

La psiquiatra rubia no entendía lo que le sucedía, ¿por qué se había sentado ahí y había hecho silencio? Hacía ya tanto tiempo que no había silencio a sus alrededores pero eso fue gracias a Maxon y Bratt que ahora seguramente ya estarán de camino a Miami.

La señora Medina se sentó a su lado, le había tomado cierto cariño a Karol en todo este tiempo.
Ella la había visto en momentos difíciles como lo fueron sus ataques de pánico y ansiedad, la vió en los momentos felices organizando su boda y ahora, ahora la veía destrozada con su pobre corazón roto.

Tú, Yo y El Mal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora