Tú, Yo y El Mal

• CAPÍTULO 69 •

Karol Sevilla

—¿Futura señora Moore? —me seden una silla a un lado de Brisa cuando entro a la sala de juntas. Es estupendo, hace unos varios días que me siento tan relajada y cómoda, como si estuviera viviendo en nubes.

Le sonrío a Jonson quien fue quien me cedió el asiento y me concentro en mis nuevas amigas.
No sabría si es correcto llamarlas así ya que a mi se me dificulta hacer amistades, pero por el momento así les llamaré.

Nos quedamos platicando un rato antes de que Harry llegara porque se quedó hablando con Mason. Si, Mason era quien estaba al mando porque Harry se tomó un tiempo para cuidarme y hacer que me relajase después del incidente de hace semanas.
Ha servido de mucho la terapia con Carmen.

Observo inconscientemente mi anillo y mi yo interior salta y da vueltas por los aires gritando de felicidad.

»¡Nos casaremos!«

Vemos entrar a Harry con su hermano y adopto mi postura recta, me meto en mi papel.

—Buenos días, siéntense por favor.

Fue imposible querer seguir seria, sonreí al escucharlo hablar.
Este tiempo ha sido como un sueño para mi.

Harry empieza a hablar y hablar de no sé qué cosas, estoy perdida en sus ojos y en su cuerpo que no puedo escuchar nada.

Me quedo embobada por minutos, muchos minutos, hasta que ponen una diapositiva de la agente Hannah Aguilar.

Vuelvo a la realidad. Ha sido golpeada, torturada y joder...

—¡Hijo de puta! ¡Le quitó un ojo! —grito golpeando la mesa, todos me miran—Él hacía comentarios de que me quería sacar los ojos porque le gustaban, los ojos de Hannah son del mismo tono que los míos y el muy estúpido le sacó provecho.

—Eso es sádico.

—Pobrecita.

—Maldito infeliz.

—Hasta el momento no ha dado declaraciones, será trasladada esta misma tarde después de salir del hospital para acá a...

—¡No! —detengo a Mason—Por el amor a Zeus, ella no puede venir acá.

—¿Perdón? Tiene que dar declaraciones.

—Esa pobre mujer tiene un chip enterrado, ¿acaso creen que son los únicos con las ideas de los chips?—Harry se ríe pero sólo por dos segundos—Revísenla bien, Dalton es muy cuidadoso con lo que hace y probablemente con ayuda de Bernasconi se lo pusieron en el cerebro sin que se diera cuenta.
Si la mujer venía sola, olvídense de los otros dos agentes, están muertos.

Sabía que ese hijo de puta los encontraría. ¿Cómo supe lo del chip? Fácil. ¿Para qué la mantendría con vida si es una traicionera para él?
O una de dos, o tiene un mensaje para nosotros, o tiene un chip. Probablemente sean ambas.

Nuevamente dejo de escuchar lo que dicen, pero esta vez no para admirar a mi prometido sino para pensar en aquel hijo de puta de mi ex novio.
¿Qué mierda fue lo que me gustó de él?

»El como te trataba, eso te gustaba Karol. Siempre te hizo sentir poderosa, te hizo sentir como una reina«

No puedo ni pensar cómo hubiera sido si no me hubiera encerrado en el sótano.
Probablemente estaría con él, probablemente estuviéramos casando a Harry para matarlo y probablemente tendría una vida de locura.

Trago saliva cansada, Ruggero me comenzó a gustar de verdad; pero él no me creyó y eso lo odio.
Lo odio mucho.

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