• CAPÍTULO 90 •

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La fiesta concluyó, nos despedimos de todos los invitados y estábamos tan agotados que no lo pensamos dos veces antes de subir a dormir.
Pero al abrir la puerta, había algo fuera de lo normal recostado sobre mi cama.

—¿Bratt? ¿Qué hace Bratt en nuestra cama?

Ignoro la pregunta de Ruggero al ya saber la respuesta. Se ve que mi amigo ha estado llorando mucho todavía por la pérdida de la muchacha Stone.

Quiero caminar a él pero Ruggero me sujeta de la mano para decirme algo.

—Córrelo, porque si lo corro yo probablemente sea peor.

—Está triste.

—No me importa, no lo quiero ver. Esta es mi cama y no aguantaré tonterías como esta.

—No voy a correr a Bratt de aquí, necesita descansar.

—Y yo también. Así que dile que se vaya porque quiero estar a solas contigo.

Lo fulmino.
Era una pelea mental en la que no me podía decidir si hacerle caso a Ruggero o dejar que Bratt siguiera durmiendo ya que en cierto punto, soy yo la causante de esas lágrimas.

Doy un paso enfrente y me topo con una botella de vodka vacía.
Maldita sea, Bratt debió de haberse dormido por tanto que bebió.
Sigo con mi camino y en lugar de hacer lo que me dijo Ruggero, lo que hago es quitarme el vestido quedando en ropa interior y acostarme alado de Bratt para no despertarlo.
Claramente eso no le gustó al mafioso porque muy enfadado sacudió a Bratt.

—¡Largo!

—¡Lárgate tú! —le devolvió el grito, y, de un momento a otro se dio la vuelta y me abrazó como si fuese su almohada— Tranquila amor, yo estoy aquí para ti —o más bien como si fuera su novia muerta.

—Hablo en serio Smith, suelta a mi mujer o te la verás conmigo.

—¡Cierra la boca Ruggero! ¡La vas a despertar!

—¡Ella es Karol! ¡No es tu novia porque ella ya se murió!

Uh, no debiste de decir eso Ruggero.
Bratt se levantó en dos segundos de la cama para enfrentarlo, parecía como si lo quisiera golpear y lo único que lo impidió fue que, ¿le dio un abrazo?
¿Bratt Smith le está dando un abrazo a Ruggero?

—Ayúdame a encontrar a su asesino por favor —¿llora? Si, sin duda Bratt está más que ebrio— Te lo ruego Ruggero, prometo que haré todo lo que quieras y tendré una deuda muy grande contigo pero ayúdame a encontrar a esa persona, no podré descansar hasta haberla vengado por favor te lo pido.
Yo sé que no nos hemos estado llevando bien pero a pesar de todo yo confío en ti, eras mi mejor amigo y sé de lo que eres capaz de hacer hasta conseguir tu objetivo. Sé que si tu objetivo es ayudarme, lo podremos hacer.

—Suéltame Bratt.

—Si me ayudas, prometo ya jamás hacer las cosas mal.

—Bratt, suéltame de una maldita vez.

—Prometo no volver a ver a la chimpancé con otros ojos más que los de amistad —¡No! ¡No te atrevas a...!—Maxon y yo ya jamás haremos con Karol...

—¡Bratt! —grito, yendo a separarlo de Ruggero— Bratt estás lastimando a Ruggero, mira, nosotros te ayudaremos ¿vale? Pero necesitas descansar porque mañana será un viaje largo a Miami.
Ve, encuentra algún lugar donde puedas dormir y nos vemos mañana en el desayuno.

—Oh Karol, mi fiel amiga —deja caer su gran peso sobre mi en un disque abrazo, tengo que poner todas mis fuerzas para sostenerlo porque sino me caeré— Quisiera regresar el tiempo a cuando Maxon, tú y yo éramos...

Tú, Yo y El Mal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora