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Los berrinches de Dino son más que un dolor de cabeza, y Jeonghan no sabe que hacer con ellos, por lo general se lo deja a Seungcheol, pero Seungcheol se encuentra en el trabajo en ese momento y Jeonghan solo puede ver al niño darse vueltas y patalear. Piensa en llamar a su esposo ¿pero que no lo había llamado ya cinco veces en la semana? Lo interrumpió el día anterior, porque la televisión no funcionaba, lo interrumpió un día antes, porque Dino comió algo que parecía peligroso, y lo interrumpió también días antes porque había un animal extraño en la casa. Lo interrumpió tantas veces y en todas Seungcheol tan solo suspiró y dijo que se encargaría de ello, a pesar de tener trabajo.

Jeonghan ya es un adulto, y Dino es su hijo, tiene que hacerse cargo de él en todo momento más que solo jugar y darle de comer, tiene que atender sus berrinches y...¿no puede ponerle una manta encima e ignorarlo? No. No puede, si hace eso tendrá a un adolescente rebelde e inestable en unos años, necesita tratar ese tema antes de llegar a un punto sin retorno ¿Qué tal si Dino adulto se volvía una pésima persona?

—¿Quieres agua?— Le pregunta en medio del berrinche notando como su voz infantil se vuelve rasposa. —¿jugo?

Dino niega pataleando y dándole golpes al suelo. Se revuelca tanto que comienza a arañar la alfombra. Ah, es más difícil de lo que parece. Mira su celular tentado a llamar a Seungcheol y segundos despues lo lanza al sillón, no puede hacer eso, Jeonghan también es un adulto y es el padre de Dino. Así que, con toda la paciencia que logra reunir se sienta a su lado y espera un momento antes de hablar.

—¿Quieres ponerte de pie?— Le pregunta a lo que Dino patalea. —Bien, nos quedaremos recostados.— Jeonghan se recuesta a su lado mirando al techo. Si hubiera previsto que ser padre era tan difícil entonces...quizás se hubiera preparado antes, porque Jeonghan puede jugar con los niños, puede llevarse bien con ellos a veces, pero no puede hacerse responsable de ellos. Ser padre es más que jugar y darles cariño. Y es difícil. —¿Por qué lloramos?— Le pregunta al pequeño.

Recibe un grito como respuesta. ¿Qué hacia él cuando era niño? ¿Qué era lo que quería en sus berrinches? No lo recuerda, quizás porque esa parte se borra de la memoria de los adultos para que no hagan trampa y aprendan a cuidar a sus hijos. Da un largo suspiro sintiendo el estrés correr por su cuerpo ¿Qué hace cuando se estresa? Canta. Canta lo que sea para pasar el mal momento. Así que, sin más que hacer tan solo comienza a cantar recordando las canciones de la televisión.

Dino comienza a tranquilizarse. Rueda un poco para verlo y el pequeño se ve cansado. Si se le deshidrata Seungcheol lo matará. El niño gatea como un bebé y se coloca mucho más cerca, su rostro está tan rojo como un tomate y lo oculta cuando se abraza a Jeonghan. Aunque está sollozando ya no grita ni da vueltas, así que Jeonghan lo abraza en el suelo. No supo cuando dejó de cantar, ni cuando Dino pudo dormirse, quizás porque también se quedó dormido.

—¿Qué hacen durmiendo en el suelo?— Escuchó la voz de Seungcheol y despertó, era más tarde.

—Berrinche.— Responden Jeonghan y Dino.

Adorable, lindo y tierno. [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora