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¿Por qué Hansol está tan triste? Jun no puede dejar de preguntárselo mientras que ve al niño abrazando su libro de cuentos, Jun lo leyó para él anoche y desde ese momento Hansol no lo soltó, ni siquiera cuando fue a la escuela y volvió mucho más triste diciendo que quería terminar la historia. Pero la historia estaba terminada, no había más, Jun leyó todo el cuento de principio a fin y le mostró los dibujos, por eso no lo entiende.

Hansol acaricia el libro en el sillón y Jun se sienta a su lado, Minghao también está allí, mirando con preocupación a su niño pero sin poder decirle algo al respecto.

Jun piensa que quizás no debió leerle ese cuento al pequeño, no sabía si era algo demasiado complejo para él. O si era complejo para Jun.

—Quiero terminar el cuento.— Dice Hansol entregándole el libro a Jun.

—Sollie, está terminado, no hay más.

—Pero es muy triste.

—¿Por qué es triste? El conejo volvió con su familia y fue feliz ¿Qué parte es triste?

Hansol hace un pequeño puchero con los labios y abraza el libro de nuevo. Jun no lo entiende, pero está dispuesto a leer de nuevo la historia para el niño si eso es lo que quiere. Pero Hansol no quiere eso, cuando Jun abre el libro en la primera pagina Hansol comienza a negar y a decir que no quiere empezar de nuevo el libro, quiere terminarlo.

¿pero como lo va a terminar?

—¿no te gustó el final?— Pregunta Minghao con varias pausas.

—No, es que no tiene.

—¿Por qué dices que no tiene, Hansollie?— Jun vuelve a abrir el libro señalando la palabra "fin"

Hansol lo mira, y despues pone su mano en el espacio en blanco.

—¿entonces porque sigo triste?— Pregunta el niño mirando a ambos padres. —Aun no termina porque sigo triste.

Oh. Bien, ahora Jun está triste. Abraza a su niño besando su cabeza.

—¿Por qué estás triste?— Pregunta Minghao casi con el mismo puchero que Hansol.

—Porque el conejito se perdió, y le dolió mucho, y estoy triste por él.

—Pero al final regresó con su familia.

—Si, pero le dolió mucho perderse y sigo triste.

Jun sonríe un poco abrazando de nuevo a Hansol y Minghao hace lo mismo, quizás ahora entienden un poco mejor al niño. Abre de nuevo el libro con una mano en una hoja en especial, cuando el pequeño conejo se reúne con su familia. Y comienza a contar la historia desde allí mostrándole a Hansol los dibujos.

Y llega al fin cerrando el libro.

—¡Pero aun no se acaba!— grita Hansol.

—Se acabó.— Responde a Jun alzando un poco a su hijo para mirarlo a los ojos. —Se acabó hansollie, el conejito volvió a su casa.

—Pero sigo triste ¡y el conejito estará triste cuando lo recuerde!

—Si, un poco. Pero dejará de estar triste cuando recuerde a su familia abrazándolo cuando volvió, puede estar triste por haberse perdido, pero feliz por haber encontrado a su familia, porque el conejito sabe que eso ya pasó, y que ahora ya sabe como no perderse de nuevo, y sabe que aun si vuelve a pasar su familia no va a dejar de buscarlo. Hansol, el conejito estará triste a veces, pero el cuento no termina allí, termina cuando el conejito es feliz, y eso no va a cambiar.

El pucherito de Hansol ahora es mucho más visible, y Minghao acaricia la mejilla del bebé.

—Hansollie, está bi.en bebé, siempre que termines el libro... el conejito esta.rá feliz.

—Pero si quieres... puedes llorar por el conejito, hasta que te sientas mejor. Nosotros vamos a estar aquí si quieres que te abracen.

Jun no sabe si está bien decirle eso al niño, pero Hansol se acurruca entre ellos y comienza a llorar. Y Jun quiere llorar también por alguna razón. Cuando mira a Minghao él aprieta los labios con los ojos brillosos.

Jun ha llorado mucho más con Hansol que en toda su vida.


Adorable, lindo y tierno. [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora