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Woozi no sabe cual de los dos está más nervioso, si Seungkwan o Hoshi, ambos se mueven de un lado a otro y Seungkwan ya no es lo suficientemente pequeño como para ser cargado, de hecho, su niño de cinco años ahora es más alto y pesado, ya no es tan regordete y ya no tiene ese tonito infantil al hablar. Ah, ahora Woozi quiero cargarlo y mecerlo hasta que vuelve a ser un bebé, pero ya no es un bebé, Seungkwan es mayor y está por conocer a su madre.

—Vámonos a casa.— Pide Seungkwan tomándolo de la mano.

—¿no querías conocer a tu mamá?— Pregunta Woozi mirando la hora, ella debería de estar allí, incluso Woozi se molestó en tardarse una hora más porque ella siempre llega tarde. —Está por llegar.

—Vámonos a casa.— Pide Hoshi tomándolo de la mano.

Seungkwan y Hoshi se toman de la mano pensando que si lo hacen quizás puedan ordenarle a Woozi que regresen a casa, pero lo único que logran es verse aun más pequeños y temerosos. Y le dan ternura, no miedo.

—Allí está.— Apunta a la chica quien se acerca casi corriendo con maletas y cajas, y Seungkwan se esconde detrás de Hoshi, y Hoshi se esconde detrás de Woozi.

—¡No me tarde! ¡Fue el avión! ¡¿Cómo le voy a decir al avión que se apresure?!— La mamá de Seungkwan grita mientras se acerca. Y Seungkwan se asusta un poco.

—Asustas al niño, baja la voz.

La chica se detiene en seco alzando ambas manos. Ella solo estará allí por un par de horas y despues tomará otro vuelo para volver a irse, así que no puede darse el lujo de darle tiempo a Seungkwan para esconderse para tener valor, solo toma al niño y agradece que a pesar de estar más grande y pesado aun pueda levantarlo, porque lo pone frente a la chica y a Hoshi también, porque si va a lanzar al niño también lanzará al padre.

—Ay, Hola, Seungkwan, yo te parí.— Se presenta la mujer agachándose un poco para mirar al niño.

Seungkwan se aferra a la pierna de Hoshi.

—¿eres mi mamá?

—Bueno... te parí nada más.— Responde ella un poco demasiado nerviosa. —¿los niños de cinco años ya saben dialogar? Mira... amm...

—Si, Seungkwan, es tu mamá.— Habla Woozi porque esto les llevará mucho tiempo. —Se llama Suni, también es la tía que te envía regalos en navidad.

—¿me traes un regalo?

—Si.— Suni toma sus cajas y las coloca frente a Seungkwan. —Voy a sobornarte con regalos. Todos son tuyos. Y a cambio solo tienes que olvidar que soy tu mam...

—Suni...

—No tienes que hacer nada a cambio, son tuyos.— Suni sonríe y Seungkwan parece no saber cual de todos tomar primero. —Soonyoung, haz algo y carga las cosas.

Hoshi se mueve como un robot y Seungkwan se aferra a un solo regalo que él mismo quiere cargar. Es demasiado lindo.

Seungkwan la mira y ahora Suni parece un robot.

—Gracias.— y Seungkwan se acerca abrazarla.

—Oh... ¿de nada?... buen niño.— Suni le da pequeñas palmaditas en la espalda.

—No le diré a nadie que eres santa clous.— Dice Seungkwan apartándose y abrazándose a la pierna de Hoshi. Ninguno de los tres adultos sabe que decir. —Puedes irte a entregarle regalos a otros niños, no sé donde sea navidad ahora.

Oh. Woozi aprieta los labios para no reír. Ahora Seungkwan va a pensar que su mamá es Santa clous y que va por el mundo entregando regalos, de todos los escenarios posibles este era el que menos esperaba.

—Si, exacto, soy santa clous.— Asiente Suni. —Suni significa santa clous en una parte del mundo...

—¿puedes traerle a papá Hoshi un tigre para navidad? Uno de verdad.

Bien, Woozi nunca sabe que esperar cuando se trata de Seungkwan. Aunque sin duda comparte genes de Suni y Hoshi.


Adorable, lindo y tierno. [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora