Adorable, lindo y tierno. [Seventeen]

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El castillo de Dino es pequeño, pero cabe él y otra persona, está hecho con almohadas y cobijas y kkuma, kkuma es la puerta ya que ella vigila, así que Dino está allí solo con su lámpara mientras se asegura de que los monstruos estén lejos, sabe que es una noche difícil porque se despertó de la nada y ahora tiene miedo, un poco de miedo, no de los monstruos, los monstruos no son reales, tiene miedo de otras cosas, como de las ventanas y los fantasmas, no le gustan los fantasmas, así que está solo allí, mirando el espacio grande de su castillo.

Escucha pasos y se pone en guardia, kkuma también lo hace despertando y mirando la salida, Dino está preparado para cualquier cosa, tiene su linterna y su espada así que puede defenderse. Aquello que se acerca consigue detenerse de pronto, justo enfrente de su castillo, pero kkuma no ladra y eso debe ser una buena señal.

—¿está el rey del castillo? ¿puedo pasar?

—¡Papá! ¡Entra rápido!

Saca su mano buscando a su papá y lo encuentra jalándolo adentro, su papá se sienta y se encoge en su castillo, el castillo es grande pero su papá es un gigante, así que se hace pequeño y lo deja pasar acurrucándose en sus piernas y abrazándolo. Es una noche larga así que tener refuerzos es lo mejor.

—¿Qué haces despierto, Dino?

—Trabajo.— Dice dando vueltas para acomodarse en el pecho de su papá, cuando encuentra la forma solo lo abraza. —No puedo dormir, tengo que cuidar el castillo ahora.

—¿te parece si tú duermes y yo cuido el castillo?

—No, puedo cuidar el castillo.

Su papá sonríe dándole un beso en la cabeza y Dino solo se encoge allí. Necesita cuidar del castillo porque tuvo una pesadilla, dormir es una trampa para tener otra así que solo debe custodiar.

—¿quieres leer un cuento? Podemos cuidar juntos del castillo mientras hacemos eso, despues tendrás que dormir.

—Pero no puedo dormir ni distraerme.

—Dormir no es negociable.— Su papá estira el brazo para tomar uno de los libros. —¿Cuál cuento quieres leer antes de volver a dormir?

Dino hace un puchero pero mira los libros que su papá pone frente a él. Toma uno.

—Este.

Su papá sonríe.

—Este le gustaba a tu madre. Es lindo.

—¿la extrañas?

—Si, a veces ¿tú?

—A veces. Pero no sé dónde dormiría ella si estuviera aquí, mi cama es muy pequeña y no cabe contigo y Jeonghan.

Su papá besa su cabeza y abre el libro.

—Ella podría dormir en este castillo.

—¿le gustaría mi castillo?

—Estoy seguro de que sí.

—Entonces se lo daría. Y haría un nuevo castillo, Jeonghan me dijo que podíamos hacer un castillo en la sala, así que haría uno nuevo allí. ¡Quiero un nuevo castillo papá! ¡uno grande! ¡para que quepamos todos!

—Mañana, Dino.

—Jeonghan dijo que podríamos comer en un castillo más grande porque no me deja comer aquí. ¡Así que hagámoslo muy grande!

—Dino, cuento.

Dino asiente mirando de nuevo el cuento, y su papá comienza a leer mostrándole los dibujos.

—Ojala estuviera mamá. A ella le gustaría Jeonghan. Porque a Jeonghan también le gusta este cuento.