Adorable, lindo y tierno. [Seventeen]

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—A la mierda con su estúpida escuela sobrevalorada.— Dijo Woozi evidentemente molesto mientras se levantaba y salía de la oficina. Hoshi lo siguió.

Quizás es la tercera o cuarta escuela que rechaza a Seungkwan por cualquier mínimo detalle, ponían excusas tontas y a veces demasiado elaboradas solo para decirles que no querían que Seungkwan, un niño con dos padres, entrara a sus preciadas aulas. Una de las razones que dieron era que el consejo de padres era demasiado unido y tendrían dificultades para adaptarse a una familia diferente. Bien, pues Woozi no le agradó para nada eso y decidió insultar e irse.

Hoshi aún no sabe cómo decirle a su esposo que deberían de parar, Woozi quiere lo mejor para su hijo, las mejores escuelas, los mejores lugares, los mejores maestros, pero esas escuelas no dejan que una familia un poco distinta a lo habitual se mezcle con ellos, como si fueran un tipo de virus desagradable. Hoshi lo sabe y lo acepta, no espera a que el mundo cambie de la noche a la mañana, y prefiere tan solo irse que pelear por algo que al final solo dañaría a su hijo y a su esposo.

—Hay una escuela en la que podríamos intentar.— Dice Hoshi mirando a Woozi mientras se suben al auto. —Aceptaron a un niño con dos mamás hace dos años, podrían aceptar a uno con dos papás.

—No quiero cualquier escuela.— Responde Woozi viéndose molesto. —¿Por qué demonios no quieren a Seungkwan? Pagaría hasta el doble con tal de que lo aceptaran, pero son idiotas.

—Sí, y no quieres una escuela donde idiotas mandan para Seungkwan.— Hoshi desliza levemente el folleto de la escuela hacia su esposo. —Aquí son un poco más liberales. Podríamos intentar.

Woozi apenas ve el folleto y lo toma para comenzar a leer, Hoshi sabe que eso no es suficiente para convencerlo, así que se inclina hacia su esposo y le sonríe mientras lee, achica tanto sus ojos hasta hacerlos dos líneas y espera tranquilamente. Y cuando Woozi baja la hoja se encuentra con el rostro sonriente de Hoshi, eso debía bastar.

Woozi suspira.

—Bien, pero si nos rechazan volveremos a la primera escuela y amenazaremos directamente. No seremos amables.

Hoshi soltó una pequeña risa y le dio un suave beso a su esposo para luego asentir. Quizás no sea la escuela perfecta para los estándares de Woozi, pero para Hoshi sí, porque una escuela capaz de abrir un poco la mente era mejor que una escuela cerrada y llena de prejuicios.