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Woozi está trabajando en su laptop hasta que Seungkwan entra de golpe y comienza a revisar todos los rincones de su estudio, Woozi lo mira con curiosidad porque hasta donde él sabe el niño y Hoshi han estado jugando tranquilamente por toda la casa, pero ahora el niño entre y comienza a mover todo, incluso se oculta detrás de Woozi y detrás del sillón, e intenta ocultarse en los cajones.

—Necesito un escondite.— Dice Seungkwan acurrucándose de nuevo bajó las piernas de Woozi.

Woozi mira al pequeño por largos segundos hasta que alza la mirada y ve lugares donde Seungkwan podría esconderse y Hoshi tardaría en encontrar. Seungkwan es un niño pequeño así que será fácil acomodarlo en algún rincón, entonces mira el pequeño cajón semivacío donde solo acomoda sus papeles, Seungkwan podría caber allí y Hoshi tardaría un poco en encontrarlo, o pasaría de alto.

—Kwannie, allí.— Apunta con la cabeza y el niño comprende de inmediato metiéndose en el cajón y cerrando la puertecita. —Ten cuidado y no toques nada.

—Sip, no le digas a papá Hoshi que estoy aquí.

Asiente sin mirarlo escuchando los pasos de Hoshi en el pasillo, regresa a su trabajo restándole importancia. Cuando su esposo entra en la habitación corre por todos lados buscando a Seungkwan y por alguna razón Woozi se queda quieto.

—Umm... escuche a Seungkwan venir aquí.— Hoshi se pone de pie y cruza los brazos entrecerrando los ojos hasta hacerlos dos líneas. Frunce los labios y hace un puchero. —El tigre besucón no encuentra a Seungkwan.

Woozi suspira.

—Si el tigre besucón no encuentra mejores nombres terminará siendo el tigre exiliado.

—¿tigre besitos?

Woozi rueda los ojos dejando que Hoshi siga buscando en cada lugar, pasando por alto el cajón donde Seungkwan está oculto, y al parecer comienza a cansarse porque no encuentra nada. Woozi sonríe un poco ¿en serio encontrar a un niño de cuatro años es tan difícil? Woozi ya lo habría encontrado hace mucho. Los niños pequeños caben en cualquier lugar pero difícilmente se mantienen callados. Comienza a reírse bajito.

—Bien...— Suspira Hoshi quedándose de pie. —Si el tigre besucón no encuentra a Seungkwannie entonces tomará otra víctima.

¿Qué? Sus ojos se abren con sorpresa pero en un parpadeo ya tiene al tigre besucón sobre él, besando todo su rostro y llenándolo de saliva, y lo aprisiona tan rápido que definitivamente no podrá salir de eso tan fácil.

—¡Ya!— Grita. —¡Está en el cajón del fondo!— y delata a Seungkwan.

—¡Traición!— Seungkwan sale corriendo. Y Hoshi por fin lo suelta para ir detrás del niño, dejando a Woozi todo babeado.


Adorable, lindo y tierno. [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora