Adorable, lindo y tierno. [Seventeen]

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La escuela es aburrida. Hansol lo intuye en cuanto tiene que ponerse un "uniforme" en lugar de la ropa que le gusta y suele usar ¿Por qué tiene que usar algo que no quiere? ¿Por qué los demás niños tienen que vestir igual? Es aburrido, y es aburrido ver a los demás niños llorar en la entrada porque no quieren despedirse de sus padres. Hansol está bien con eso, sus padres le dijeron que serán solo un par de horas y que despues volvería a casa y harían lo que él quisiera despues de comer. Entonces está bien.

Suelta la mano de su papá y camina hacia la pequeña aula, su papá lo mira con amabilidad y le da un pequeño beso en la cabeza antes de señalar el pasillo y Hansol asiente sabiendo que se irá. Es una lástima no poder ir con él, su papá está pintando algo de distintos colores y Hansol quiere jugar con las brochas como siempre. De cualquier manera ¿Dónde está su otro papá? Dijo que tenía trabajo, pero aun así, ¿no puede acompañarlo aunque sea un ratito? ¿no es mejor acompañarlo que caminar por ahí con ropa bonita? Es más aburrido.

Regresa la mirada al aula y encuentra a varios niños sentados alrededor y a un par de personas grandes hablar entre si mientras le toman de la mano para llevarlo adentro. Hansol entonces se arrepiente de su decisión, suelta la mano de la mujer que lo sostenía y que le hablaba de algunas cosas que realmente no escuchó y camina por el pasillo en dirección a su papá, y cuando llega a él toma su mano.

—Vamos a casa y hagamos lo que tú quieras.— Le dice con simpleza mientras que su papá lo mira con curiosidad. —Ya no quiero el trato.

—¡Hansol!— Escucha la voz de la mujer que lo llevaba antes y la ve corriendo hacia ellos. —Lo siento mucho, se me escapó un momento.— Le habla a su papá y despues baja la mirada hacia él. —Hansol, vamos con los demás, todos quieren conocerte.

—No, gracias.— Menciona aun aferrándose a la mano de su padre.

Su papá lo levanta del suelo y lo carga para llevarlo de vuelta, Hansol solo puede esperar a ser bajado para poder mirar a los adultos, solo que la mujer sigue disculpándose y su papá levanta las manos para decirle que pare, pero ella no lo hace. La chica intenta tomar la mano del niño y este hace el mismo gesto para que se detenga.

—Hansol, será divertido, vamos.— intenta convencer la chica. —Tu padre volverá por ti en algunas horas, no tienes de que preocuparte.

Hansol mira a su papa y este asiente con la cabeza.

—No estoy preocupado, quiero ir con papá.— Aclara. —Vamos a casa.

Su papá suelta un largo suspiro y se arrodilla frente a él tomándolo de los hombros, Hansol lo mira directamente y espera algo. Su papá levanta la mano frente a él y alza el meñique, y esa fue la forma en la que sellaron antes la promesa de "ir a la escuela y al regresar hacer lo que Hansol quiera". Si hubiera sido su otro papá Hansol le hubiera dicho que no, pero el papá que tiene enfrente fue el que selló la promesa del meñique, con el que lo entrelazó. Y si rompía la promesa del meñique tenía que cortarse el dedo.

—¡No quiero!— escucha el grito de otro niño y tiene que girar para ver. Hay un niño aferrándose a la pierna de un adulto que también aferrarse a él, y otro adulto que intenta quitárselo de encima —¡Quiero ir a casa! ¡Seré bueno!

—¡Woozi, suéltalo, tiene que quedarse!— Dice el adulto que intenta separar al niño. —¡tiene que ir a clases!

El adulto con uniforme intenta decir algo, pero al parecer no hay manera en la que pueda entrometerse.

—Olvídalo, nos vamos a casa.— Dice el adulto que se aferra al niño. —Lo educaré yo.

—¡ya estamos aquí! No podemos arrepentirnos.— El adulto que los separa consigue una pequeña brecha y por fin aparta el niño entregándoselo al adulto del uniforme. —Seungkwan, te amamos y no queremos que sea traumático para ti, pero tenemos que irnos ahora, volveremos despues. —Y despues de eso el adulto se gira hacia el otro. —Woozi, te amamos y no queremos que sea traumático para ti, pero tenemos que irnos ahora, volveremos por él despues. ¡Vámonos!

Hansol observa como el adulto que los separaba se lleva al otro casi corriendo y ve como el niño sigue pataleando aun en los brazos del otro, aun así ingresa al aula entre gritos y lloriqueos. Hansol regresa la mirada a su papá y le da un beso en la mejilla rápido para correr hacia el aula.

—¡Ya no parece tan aburrido!— Le explica mientras se lanza adentro y lo último que pude ver es la amable sonrisa de su papá.