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Muchos niños, Seungkwan no sabe a cuantos invitó originalmente, había hecho muchos amigos y quería que todos fueran a pedir dulces, incluso aquellos niños que eran amigos de sus amigos, pero ahora resultan tantos que los gritos comienzan a ensordecerlo y no ve por ningún lado a los amigos que sí quería ver con ansias, como a Dino y a Hansol. Mira a su papá que está disfrazado de un tigre y recibe a cada persona que entra. Y su otro papá está escondido en la cocina.

Cuando es demasiada responsabilidad corre hacia Woozi huyendo de Hoshi, solo es un niño, no puede recibir a cada persona y ofrecerles un dulce, él solo quiere jugar y salir con otros niños en noche de Halloween. Llega hasta su papá y se lanza a sus brazos siendo levantado por este. Oculta su rostro en su cuello y espera a que todo termine. Quiere salir a pedir dulces en ese momento, pero las personas continúan llegando.

—¿Qué pasa, Kwannie?— Pregunta Woozi intentando descubrirle el rostro. —¿te molesta el disfraz?

Seungkwan niega.

—Quiero pedir dulces ahora.

—Aun no llegan todos tus invitados. Cuando lleguen yo los llevaré a pedir, ya sabes.

Seungkwan niega porque ya son demasiadas personas. Su papá Hoshi sigue recibiendo a uno por uno con una gran sonrisa pero él está ansioso, no solo hay niños, también hay muchos, muchos adultos que no le gustan, y quiere que todos se vayan de su casa. Escucha varios pequeños gritos fuera de la cocina y su padre Woozi da un largo suspiro comenzando a caminar, bien, van a salir juntos y eso es un gran consuelo. No va a bajar de sus brazos hasta que se sienta seguro.

—¿Dónde está Kwannie?— Reconoce la voz de inmediato y gira encontrándose con un héroe y un pikachu en la puerta. Sonríe y salta de los brazos de su padre para correr a la entrada.

—¡Hansollie! ¡Dino!— Los llama con emoción mientras extiende sus brazos y los atrapa a ambos. Quizás son los únicos niños a los que realmente se alegra de ver, los otros se amontonan alrededor.

—¡Que bonito angel!— grita una de las niñas extendiendo su mano para tocar a uno de los padres de Dino.

—¡Un ángel!— grita otro.

Y así los niños comienzan a formar un pequeño circulo alrededor aplastándolos a ellos tres mientras miran al angel.

—¿Quién quiere ir al cielo conmigo?— Pregunta el angel con una sonrisa.

—Saluda a mi mamá.— Pide Dino.

Y todos los niños comienzan a gritar del miedo porque la mamá de Dino está muerta. Al parecer nadie quiere morirse.

Adorable, lindo y tierno. [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora