Adorable, lindo y tierno. [Seventeen]

🎧🍄🥧

Hay un monstruo en el armario, Hansol apenas puede verlo pero sabe que está allí porque la puerta esta un poco abierta, busca su pequeña lámpara y cuando la encuentra corre al armario y la lanza adentro, quizás eso sirva. Y cuando regresa a su cama sabe que el monstruo sigue allí, así que busca su peluche más valiente y lo toma para aventarlo de nuevo dentro, y regresa a la cama. 

Bien, eso no sirve. Mira la puerta de su cuarto y piensa que quizás deba ir por su papá, pero no, él es un niño grande y puedo solucionarlo solo, así que busca entre sus cosas una espada, y cuando la encuentra corre al armario y la vuelve a lanzar, y de nuevo corre a su cama. Aun con eso no es suficiente, la puerta sigue un poco abierta y adentro puede ver al monstruo. 

Mayonesa maulla y Hansol la mirá… quizás tambien lance a… Mayonesa escapa de él y entonces Hansol tiene que buscar otra cosa. Quizás sus zapatos, toma sus zapatos y los lanza dentro, aun no es suficiente… Quizás una almohada, toma sus dos almohadas y las lanza dentro tambien, y después corre a su cama. ¡Ya casi no le queda nada y el monstruo sigue allí! 

Mira su cobija y la arrastra hasta el armario, tambien la lanza adentro y corre a la cama. Ahora no tiene sabanas con las que arroparse. 

Ya no sabe que hacer, hizo todo lo posible pero el monstruo sigue allí, quizás si debe llamar a sus padres. Bien. 

Quizás deba intentar otra cosa. Se pone de pie y da pasitos hasta llegar al armario, y toca la puerta. 

—Señor monstruo.— Lo llama. —Ya no se que hacer. Sé que tiene miedo, pero ya no puedo hacer nada. 

Hansol lo hapía intentado todo, le había dado su lámpara para que lo iluminará, su peluche valiente para que lo protegiera, incluso le dio una espada para que pudiera pelear y sus zapatos para que corriera, y aun con eso no fue suficiente. Incluso cuando le dio sus almohadas y sus sabanas ¡Ya no sabe que hacer! Quizás si deba llamar a sus padres. 

Hansol corre a la habitación de ellos y entra yendo hasta la cama, no importa a quien despierte sabe que servirá, así que toma la mano de su papá y lo lleva hasta el monstruo para ver si él puede hacer algo. 

—Papá, el monstruo de mi armario tiene miedo, tienes que decirle que todo esta bien. 

Empuja a su papá hasta la puerta del armario. Y su papá quien se talla los ojos y bosteza enciende la luz. 

El monstruo ya no está. Solo hay un abrigo de su papá que Hansol tomó ese día para jugar que era un doctor. 

—Se fue…— Dice su papá. —No más miedo. 

—Pero… él tenía mucho miedo, mira…— Señala sus cosas tiradas. —No dejaba de verme porque tenía miedo. 

—Ya no. No tenía te…te…— Su papá suspira llevándose una mano a la cara. Hansol solo espera a que termine de hablar. —Tenía…Te…Olvide la palabra.

—¿Eh?— Hansol no sabe lo que quería decir. —¿Té? ¿Teléfono? ¿Techo? 

—No. Te…¿Porque no puedo?

Su papá se cubre el rostro y Hansol no sabe que hacer, no sabe porque de pronto su papá está triste. Toma su mano agitandola un poco para señalar el armario. 

—¿Temible? ¿Televisión? ¿Te…?

—¡Ya!— Hansol deja de hablar y se agacha un poco. —Gracias…Hansol…

—¿Gracias?

Su papá suspira sentándose en el suelo, solo que se sienta tan fuerte que se golpea, Hansol tambien se sienta igual. No sabe porque su papá le dijo gracias si primero le gritó. Aun no encuentran la palabra como para que le diga gracias. 

—No. Lo siento. 

Ahora Hansol está mas confundido. 

—¿Porque?

—Por gritar. Lo siento. 

—Está bien. Papá grita todo el tiempo. Tu casi nunca gritas, porque no hablas, pero está bien. Me gusta que grites porque hablas. 

Su papá le sonrie. 

—Gracias, Hansol.— Su papá señala el armario. —Se fue. Porque lo…hiciste… sentir mejor. 

—¿Eh? ¿Lo ayude?

—Si. Ayu…daste…

—Lo ayude…— Hansol vuelve a ver el armario. Si el monstruo se fue por eso entonces está bien. Sonrie un poquito y gatea hasta meterse en el armario, allí estan todas sus cosas asi que quizás puede dormir allí. —Papá, puedes entrar, es para cuando tengas miedo. 

Su papá entra sentándose a su lado. 

—Temor.— Dice su papá. —No tenía temor. 

—¡Papá! ¡Entra tambien!

Hansol extiende sus manos a su papá que está en la puerta. Por suerte su papá si puede entender lo que su otro papá quiere decir. 

Su papá entra tambien, y aunque el lugar es pequeño los tres caben. 

¡Y Hansol triunfa! 

Sabe que el monstruo no se ha ido, aun tiene miedo pero se esconde, por eso hace que sus dos papás entren con él para que el monstruo no este solo. ¡Así el monstruo no sentirá más miedo! 

Hansol está muy feliz ahora, y gira para decírselo a sus papás. Pero sus papás solo estan sonriéndose entre ellos. 

Entender a sus papás es más difícil que entender lo que su papá siempre intenta decir.