Después de vestirme con algo de lo que Ömar compró para mi y maquillarme un poco voy a su habitación a darle un beso de buenos días, por suerte cuando salí del baño el loco ya se había ido a su habitación. Entro sin llamar a la puerta, no está en su cama por lo que o está en la ducha o en el cambiador, no se escucha ruido de agua así que camino al vestidor donde lo encuentro poniéndose una camisa negra.
Me sonríe al verme y me acerco coqueta hacia él, coloco las manos en los botones de la camisa y termino de ponérsela ajustándola por dentro del pantalón y tocando mas de la cuenta su entrepierna. Una vez que he terminado de alisarla por completo tomo el saco que hay sobre una de las cajoneras y se lo pongo también.
—¿Cómo dormiste? —Rodea mis hombros y me abraza.
—No muy bien, tengo algunos buenos recuerdos de esa habitación pero otros no tan buenos.
Además me desperté en la madrugada a follar con tu hermano.
—Piensa sólo en los buenos recuerdos. —Da un beso a mi frente—. Me encargaré de darte nuevos y mejores recuerdos a mi lado.
—Mmm el hombre que me dijo una vez que no tenía sentimientos quiere darme mejores recuerdos, que irónico.
—Absolutamente todo lo que dije en el pasado he tenido que tragármelo —suspira acariciando mi cabello—. Te ves muy hermosa con esa ropa.
—Tú y tu obsesión con la vestimenta, espero que te de un infarto cuando veas mi vestido para esta noche.
—Tendrás la culpa si me llevan detenido por romperle la cara a cualquiera que se atreva a mirarte.
—Celoso —doy un besito a su mentón—. Me pregunto como es que Nahid te soporta.
—Sólo soy celoso contigo, me estresa que no sepas comportarte, que te pasees por todos lados exhibiéndote y llamado la atención, aunado a eso no tener la certeza que eres mía me carcome por dentro. Te quiero damiya —susurra sensualmente.
—Se siente bonito escucharte decir eso —levanta mi rostro y besa mis labios despacio.
—Dilo por favor, necesito oírlo.
Me debato entre hacerlo o no, él no se merece que yo lo siga amando, sin embargo sé que lo mejor para tener a Ömar contento es inflarle el ego, hacerlo sentir importante y que está por encima de todo, con el otro es diferente, con aquel funciona mas pincharle el orgullo, con Amún no sirve la ternura pero con Ömar si.
—Te amo —digo finalmente en voz baja—. Siempre lo he hecho, no puedo dejar de amarte a pesar de todo el daño que me hiciste.
Ömar me levanta por la cintura y me lleva contra la pared, besa mi rostro y cuello con anhelo, subo las piernas a su cintura y me abrazo a su espalda, sus besos cargados de deseo me incitan pero debo reconocer que tengo el cuerpo exhausto por culpa del otro, ese que es una tempestad.
—Vamos a desayunar —le hablo al oído.
—Te deseo, fue una tortura dormir en mi habitación sabiendo que estabas en la del frente.
—Estoy muy cansada Ömi —me excuso—. ¿Qué te parece si después de la cena vienes conmigo al departamento?
—¿Departamento? Creí que te quedabas en un hotel.
—No, es el departamento de un amigo de Domm.
—Lo acepto si puedo quedarme toda la noche.
Cuando veas donde es saldrás corriendo.
—Me parece una idea maravillosa —vuelvo a besarlo—. Ahora vamos a desayunar que me muero de hambre.
Después de un desayuno ameno sólo él y yo Ömar se va a la oficina, le extrañó no ver a Marceline pero yo me hice la desentendida, el loco tampoco anda por aquí, debe estar encargándose de la quemada. Por el momento no me molesta, en serio estoy muy cansada y ya estoy deseando que Hassan llegue para irme a dormir un rato.
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TINIEBLAS
RomanceTrilogía Oscuridad. Tomo 2. (Carrusel) ¿Qué es lo peor que te puede pasar en la vida? ¿Enamorarte de alguien peligroso con un oscuro secreto que seguro te destrozará o encontrarte a ti misma entre las tinieblas? Un monstruo solo puede crear a otro m...