Amún
La sangre me moja la mano cuando retiro la navaja de la pierna de la perra, esta maldita mujer se atrevió a tocar a mi Abtikari y sólo por eso merece sufrir, nadie toca lo que es mío y ella es mía, toda mi jodida vida he tenido que compartir todo con mi hermano y vivir a su sombra pero ella es sólo mía, ya me encargaré de sacarle de la cabeza a Ömar, así sea a latigazos debe entender que sólo me pertenece a mí.
Cinna grita cuando vuelvo a clavar la cuchilla en su otra pierna, sus alaridos no son como los de mi creación pero me excitan porque Nath los está disfrutando tanto como yo, ver su rostro emocionado y su respiración acelerada son sumamente satisfactorios, casi tanto como sus gemidos peor no tanto como su sangre.
Presiono la herida de la golfa haciendo que mi mano se empape y después voy hacia mi sharik, la sujeto por el cuello y la acerco a mis labios mientras mi mano se encarga de teñir de rojo ese cuello delicado que a veces tengo ganas de apretar hasta que ya no haya vida en sus ojos, pero creo que realmente no me atrevería hacerlo, no sé, tal vez si, tal vez no, lo cierto que es que siento que no podría vivir sin esta mujer, si la mato un día en un arranque tendría que matarme después.
—Mi Khaliqi —susurra haciendo que todo dentro de mi se remueva, esa palabra pronunciada por sus labios es como un embrujo, esta maldita mujer me tiene hechizado y lo peor de todo es que me gusta estarlo.
—Mi Abtikari, mía, mía, mía —su sonrisa altanera me hace sonreír a mi, sólo ella puede hacer que sonría y me siento estúpido haciéndolo pero no puedo evitarlo, la suelto y regreso a la mesa, tomo una de las tijeras y camino hacia la puta.
—Te daré otra oportunidad para que le pidas perdón, si fueras un poco inteligente lo harías, porque te voy a torturar hasta que lo hagas.
—Ella se lo merecía —insiste y pongo los ojos en blanco.
Que mujer tan estúpida.
—Tienes unas bonitas tetas Cinna.
—No me toques loco hijo de puta —gruñe.
—Debo reconocer que tienes agallas, si no te hubieses metido con mi mujer hasta te follaría.
—Y yo te cortaría los huevos si hicieras eso —expresa Abtikari.
Celosa y posesiva, me excita.
—Mi sharik es una psicópata —arqueo una ceja— Que le gusta cortarme los genitales, creo que tienes un fetiche con mis huevos Abtikari.
—Tal vez, pero no dudes que te los arranco si te atreves a meter la verga en otra.
¿Meter la verga en otra? ¿Para que lo haría teniéndola a ella?
—¿Puedes creerlo Cinna? Esta mujer se atreve a amenazarme y a mi se me pone dura —aprieto mi miembro para remarcar su contorno sobre el pantalón— Es una puta loca que me hace perder la cordura.
—Tú ya estás loco Khaliqi y es lo que me encanta de ti —me guiña un ojo de manera atrevida y tengo que aguantarme las ganas de follarla otra vez.
Primero lo primero, concéntrate.
—¿Aibtikari que te gustaría más? ¿Le corto un pezón o el clítoris? —volteo a ver a mi mujer, la causante de mi locura que ahora está sentada sobre la mesa con las piernas sensualmente cruzadas.
Mierda, quiero cogérmela otra vez.
—¿Con cuál crees que gritaría más?
—Con un dedo —si lo que quiere es oírla gritar con ganas esa es la mejor opción.
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TINIEBLAS
RomanceTrilogía Oscuridad. Tomo 2. (Carrusel) ¿Qué es lo peor que te puede pasar en la vida? ¿Enamorarte de alguien peligroso con un oscuro secreto que seguro te destrozará o encontrarte a ti misma entre las tinieblas? Un monstruo solo puede crear a otro m...