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Odio que en la universidad las cosas sean un poco más estructuradas y apegadas a la vida adulta. Odio mi vida en realidad.

Y si embargo, aquí estoy.

Mi trabajo para fotomontaje será grupal y tenemos que implementar todas las técnicas aprendidas en el semestre anterior.

Y bueno, que me toque con Andrés no es malo. La mala es esta señorita que me ha tocado como compañera.

Jena mentirosa Jackson.

Y lo de mentirosa va porque Andrés nos comentó que no podía trabajar entre semana por su trabajo, mismo que conozco a la perfección. Y ella, creyéndose lista, le dijo que entendía a la perfección eso pues era amiga muy cercana de Ruggero.

Yo solo me reí, y eso hizo que me odiara en automático.

Pero, vamos.

¿Amiga muy cercana? No la conozco y Ruggero también es mi amigo.

De esos que se besan y actúan como novios sin el título.

Bien cliché, ya lo sé.

Pero así es la vida y esta es la situación que me tocó.

-Yo creo que es el escenario perfecto. -dice Andrés.- Tenemos toda la tarde para montar todo y esperar la caída del sol.

-Aún siento que esta mierda es cliché. -gruñe Jena.

-Entonces danos una mejor idea, inteligente.

-Es lo que hemos planeado y no vamos a cambiar de idea. -me interrumpe Andrés.- Bueno, ahora mismo solo vamos a...

El timbre de la puerta suena y me pongo de pie caminando hacia esta. Les pido que suban a la terraza y busquen el espacio adecuado.

Ellos comienzan a recoger las cosas y abro la puerta viendo a Ruggero parado frente a esta. Sonrío.

-¿Qué haces aquí?

-Guillermo dijo que hoy no saldrías con él, quise saber por qué.

-Mi mejor amigo tiene novia. -resumo.- Y la mejor amiga de su novia es un mal tercio, yo no. Y también quiere besarme de nuevo, y yo aún intento asimilar el primer beso. Ah, y tengo un foto montaje que hacer.

-Perfecto, te ayudo. Bueno, si quieres. -intenta arreglarlo.- Traje pizza.

Veo la caja en sus manos, sonrío estirando mi mano hacia él. Entra a casa y cuando pregunta por mis abuelos le informo que están al frente en casa de mamá para que yo pueda trabajar sin ruido.

Camino hacia la cocina con él detrás, saco platos, tres sodas y un té helado. Pongo todo sobre la caja y finalmente miro a Ruggero.

El comentario fuera de lugar de Jena llega a mi mente. Sonrío.

-Esa sonrisa es malvada, ¿qué pasa? -musita Ruggero. Suelto una carcajada.- Karol...

-¿Alguna vez sentiste la necesidad de demostrar que una persona miente sin decir una sola palabra?

-Muchas veces. -sonríe.- ¿Por?

-No, por nada.

Negando se acerca a dejar un beso en mi frente, pongo mis manos sobre su pecho alejándolo de mí.

-Besos en la frente no. -tengo que decir.- A diferencia de los besos en la boca que le das a cualquiera, los besos en la frente son especiales.

-¿No soy especial para ti?

-Ese es el problema. -él suspira.- Sabes que no busco lo que tú, y si hoy estás aquí es porque lo entendiste y porque solo demostraste que quieres que yo te destruya. Porque eres masoquista, no porque yo te obligué a quedarte.

Inapropiadamente PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora