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Tararear una canción que ni siquiera me identifica pero tiene una dolorosa letra es mi pasión.

No puedo beber, aún tengo la herida en mi barbilla, apenas hace poco me quitaron los puntos y ahora tengo una chistosa cicatriz que cada vez que Nicole ve, le vuelve loca. Demás está decir que odia ver sangre.

¿Cómo sobrevivirá a la visita de Andrés? Pobre mujer.

Acomodo mi cabello, Guillermo sigue de meloso con Carla en una esquina, Nicole toma como toda ex novia sufrida y yo analizo todo con la mirada. Es obvio que Ruggero está aquí.

Y esta vez no es una coincidencia, esta vez es porque el don, nuevo mánager de mi amigo pero que seguiré llamando don, ha organizado una fiesta en honor al nacimiento de un nuevo artista. Sí, en honor a Guillermo.

Y vaya noche que hemos tenido, vimos a Isabel, la ex de Guillermo, Carla se puso celosa. Y es que como era de esperarse, mi amigo ha sido el centro de atención y muchas chicas han quedado encantadas con su atractivo.

Y quien no, mi amigo es guapo y lo que le sigue. Pero guapo de verdad, no una barata copia de los modelos de televisión o de esos libros de romance que crean falsos estereotipos de hombres.

Guillermo es el hombre, guapo, tierno, detallista, con una voz perfecta y pues... Es Guillermo.

Y Carla no ha parado de presumirle eso a todas las chicas que ve. Y ahora que ambos están un poco demás pasados de copas, ya solo les falta desnudarse en ese sillón y tener acción.

Efectos secundarios, supongo.

—Fiesta de mierda. —Nicole se apoya en la barra.— Dame lo más fuerte que tengas.

La chica detrás de la barra asiente, yo la miro apoyando mi mano en mi cabeza pues no puedo tocar mi barbilla sin sentir un ligero dolorcito.

—Déjame adivinar, ¿Agustín?

Asiente, la chica pone un vaso frente a ella y Nicole bebe el contenido como si fuese agua. Hago un gesto de asco.

Dios, pobre mujer. Está más jodida de lo que se ve.

—Nada más no hagas el ridículo.

—Lo hice hace exactamente dos minutos cuando por intentar caminar como reina de belleza me tropecé con un anciano que intentó tocarme toda. —extiende el vaso vacío hacia la chica.— El amor es una mierda.

—Ese es mi lema. —tomo un poco de mi limonada.— Y sí, desafortunadamente lo es.

—¿Por qué no nos podemos enamorar de alguien que sí vale la pena?

—Porque la vida nos ha preparado un buen plan. —me encojo de hombros.— A veces pienso que, todo lo que ha pasado es por algo, solo intento saber dónde está ese algo.

—¿Que un famoso me haya roto el corazón es bueno? Por supuesto que no, y cuando yo quiera hacerme famosa contando la historia no me van a creer así que esto es una mierda, no saco ningún beneficio de esto.

Una risita escapa de mis labios, asiento y le aseguro que le creo antes de ponerme de pie. Iré al baño a asegurarme de que el trozo de esparadrapo sigue en su lugar. La cicatriz aún se ve fresca, la ocultaré mientras tanto.

Mientras camino escucho el cambio de música, la mayoría de ancianitos aburridos se han ido ya así que el ambiente puede dejar de ser pura música para dormirse.

Inapropiadamente PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora