Capítulo 20

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Bakugou no te había quitado la vista de encima desde que salieron de los dormitorios, y al ver como uno de los tres grandes te abrazaba no pudo hacer nada más que perder el control. Al escucharlo gritar dejaron de abrazarte, pero los tres mayores sonreían cada uno a su manera.

-¡Estoy tan feliz por ti!- dijo Mirio con unas pequeñas lágrimas asomándose en su mirada, después te tomo del brazo e hizo que caminarás junto a él hasta entrar a la escuela.

Bakugou observaba la escena realmente molesto, nadie le tomó importancia a la actitud explosiva del chico excepto por una personas, aquel que lo conocía más que cualquier otro estudiante. Midoriya observaba al rubio, para él la actitud de su amigo tenía una explicación muy clara.

Entraste a tu salón un poco preocupada por tu apariencia, pero al igual que en los dormitorios nadie dijo nada, ni si quiera te miraron. Sonreíste inconscientemente, Bakugou tenía razón a nadie le importaba. Sentiste como eras librada por completo de la pesada carga que era tener que cubrirte todo el tiempo. El mundo parecía mejorar poco a poco.

Al terminar las clases te dirigías a encontrarte con Bakugou y Kirishima pero algo te hizo detenerte, sentías una mirada sobre ti, rápidamente inspeccionaste tus alrededores pero no había nadie, esa sensación seguía ahí, sin duda alguien te observaba pero el sentimiento se desvaneció antes de que lograrás descubrir de donde provenía. Seguiste tu camino pero te mantuviste alerta, no descartabas que podía ser sólo algún alumno intrigado por los rumores que surgieron sobre tu tío y tu, aún así no bajarías la guardia.

Bakugou y Kirishima hablaban en el camino sobre su clase mientras tú seguías observando tus alrededores pero todo parecía estar en calma. Finalmente se separaron y comenzaste a caminar al lado del rubio.

-Tenias razón...- le murmuraste -a nadie... a nadie le importó-

-¡YO SIEMPRE TENGO RAZÓN! ¡ASI QUE NO VUELVAS A CUBRIRTE!- desvío la mirada -Además te ves mucho mejor asi-

-Gracias- murmuraste con un leve sonrojo.

Patrullaron con tranquilidad y terminaron rápidamente el recorrido, se prepararon para entrenar. Habías pensado muy bien el movimiento que le mostrarías a Bakugou como agradecimiento.

-Quiero que... que intentes algo- temías que el rubio se negara pero no dijo nada así que continuaste -es mi forma de agradecerte-

-¡¿De que rayos hablas?!-

-Si logras realizar este movimiento correctamente- lo miraste al rostro pero ignorando sus ojos -podrás inmovilizarme-

-Habla de una maldita vez- te miraba atento, le explicaste lo que tenía que hacer y la manera correcta de contratacar.

Se colocaron en posición de combate, está vez atacarías tu pues parecía que tu explicación no le había quedado muy clara al rubio, aún así su habilidad nata de combate era sorprendente, aunque sus movimientos fueron bastante torpes pareció entender la idea. Lo esquivaste con facilidad pero sonreiste al ver que se convertiría en un temible oponente.

-Coloca tu pierna así y apoya tu peso en el pie izquierdo- corregiste su postura pero no notaste el leve sonrojo del rubio causado por los toques de tus manos sobre su cuerpo -intentemoslo una vez más-

Bakugou volvió a fallar pero tenía una idea más clara de lo que debía hacer, así que te miró fijamente y sonrió.

-¡TE VOY A APLASTAR MALDITA ENANA!- sonreiste y él atacó de nuevo.

Practicaron el mismo movimiento varias veces y cada vez el estaba más cerca de derribarte, sin duda habías escogido la manera correcta de agradecerle.

Finalmente después de innumerables intentos, por un segundo, fue más preciso que tu e hizo que perdieras el equilibrio, doblo tu brazo en tu espalda inmovilizándole pero antes de que golpearas el suelo te detuvo en sus brazos, cualquiera que los viera de lejos podría pensar que te cargaba como una princesa pero nada más lejos de la realidad.

-Lo hice- dijo el rubio con un leve sonrojo causado por la cercanía de sus rostros, no podía dejar de mirar tu rostro pero de un instante a otro reaccionó a sus palabras -¡LO HICE!- grito emocionado y te dejo caer al suelo sin ninguna consideración.

-Aun puedes perfeccionarlo mas- dijiste poniéndote de pie.

-¡TE DIJE QUE TE APLASTARÍA!- dijo acercándose a ti y tomandote por el cuello de tu traje -¡VOY A SER EL NUMERO UNO Y NADIE LO IMPEDIRÁ!-

-No espero menos- sonreíste, en verdad creías que sería un héroe muy habil. El rubio se alejó de ti al ver lo que le causaba tu sonrisa, desvío la mirada y salió del lugar, después de todo ya era hora de que se marcharán.

Te quedaste observando en la dirección en la que salió, desearías tener su seguridad y así poder ser un buen prospecto de héroe, pero tu camino era otro, al igual que tu tío no querías estar bajo los reflectores. Se necesitaba un nuevo símbolo de la paz y en ese momento decidiste que le darías todo tu apoyo al rubio para que cumpliera sus metas.

Bakugou terminaba de cambiarse sin dejar de pensar en lo que había pasado, sin duda la victoria le dejaba una gran sensación pero no podía sacar de su mente la manera en que le sonreías, de algún modo le molestaba más que agradable y era debido a que no lo mirabas directo a los ojos.

Antes de ir a los vestidores te dirigiste a la oficina de Beast Jeanist a informarle su progreso.

-¿Crees que es momento de aumentar la intensidad del entrenamiento?- te pregunto el profesional.

-Creo, creo que él está listo para hacerlo-

-Bien, pero sólo un poco más, no quiero que lo lastimes-

-No lo haré- murmuraste.

Al salir Bakugou ya estaba esperándote, comenzaron a caminar juntos de regreso. Era bastante obvio que el humor del rubio había mejorado.

-Beast Jeanist- murmuraste -dijo que... podemos aumentar la intensidad...- no terminabas de hablar cuando Bakugou te tomo del brazo e hizo que tu rostros quedará frente a él.

-¡NO VOY A HACERTE DAÑO!- de nuevo buscaba tu mirada pero tu la desviabas -¡NO DEBES TEMERME!- una vez más su cuerpo actuaba por si mismo, quería que le hablaras con normalidad al igual que lo hacías con el pelirrojo.

-Necesito... tiempo...- murmuraste un poco sonrojada por la cercanía. Sabías a que se refería el rubio pero no era como que te comportaras así por gusto, desearías poder hablar con normalidad con todos.

-Solo no me temas- el rubio se acercó más buscando una respuesta más profunda, sus emociones lo controlaban.

Entonces sentiste una amenaza alrededor y te alejaste del rubio, él noto de inmediato tu postura de alerta. Comenzaste a inspeccionar tus alrededores pero había demasiados transeúntes como para identificar de donde venía.

-¿Que sucede?- pregunto el rubio confuso.

-Algo pasa- dijiste mirando en todas direcciones pero la sensación de alarma desapareció -o algo estuvo apunto de pasar-

A lo lejos dos figuras los observaban.

-¿Por que no vamos por ella de una vez?- pregunto la rubia en uniforme escolar.

-Aun no es momento-

-Pero llevas meses observandola, tu puedes escoger el momento que quieras-

-Ordenes de Shigaraki ¿lo olvidas?-

-¿Entonces cuando?-

-Mas pronto de lo que crees-

Tu luz más brillante [Bakugou y Tu] [Dabi y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora