Capitulo 126

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Rain~Sleep Token

Dabi sentía como el escozor de cada una de sus quemaduras comenzaba a aumentar, sabía lo que significaba y lo que pasaría. Aún así no le importó. Su prioridad era tu salud, así que aún que las gotas que caían sobre ti comenzaron a tornarse rojas y el olor a hierro comenzó a mezclarse con la humedad, él no se alejo.

Después de varios minutos al fin pudo soltar un suspiro de alivio pues al poner su mano sobre tu frente inmediatamente noto el cambio en tu temperatura, la fiebre estaba cediendo. Espero un poco más y justo cuando comenzaste a removerte sobre sus brazos se puso de pie. Camino lentamente dejando un rastro carmesí detrás de él, con cuidado te envolvió en una toalla que no tardaste en empapar con tu ropa.

Justo en ese momento recuperaste la conciencia y aún que el malestar seguía presente estabas mucho mejor. Confundida observaste a tu alrededor, te sorprendió encontrarte completamente mojada pero lo que más llamo tu atención eran los restos de sangre que divisabas cerca de ti. Sin embargo eso no era lo peor, al levantar la vista te encontraste con una escena que te detuvo el corazón.

—Despertaste— aquellos ojos color zafiro que se reflejaban en el espejo frente a ti te observaban con atención —no quería que vieras esto—

—¿Q... Que sucedido?— preguntaste sin despegar tu mirada de aquel reflejo.

—No tienes que ver esto— ignoro tu pregunta al notar como tus ojos recorrían su rostro —se que no es agradable— estabas por repetir tu duda cuando él te dio tu respuesta —estabas ardiendo en fiebre, seguramente por jugar con la lluvia— fue inevitable que la última frase saliera de su boca con un tono de desprecio.

No tardaste en atar cabos al ver tu estado, tu ropa empapada solo era muestra de la ayuda que se te había brindado. Aún que eso no explicaba la imagen que se reflejaban en el espejo. Te mantuviste en silencio observando como el pelinegro rebuscaba en las estanterías hasta obtener lo que parecía un kit de primeros auxilios mezclado con herramientas para perforar.

—Se pondrá peor— te advirtió antes de llevar sus manos a su rostro, aún así no podías despegar tu mirada de su reflejo.

El rostro que tantas veces te había brindado consuelo estaba parcialmente desprendido, sus heridas parecían profundas debido a los ríos de sangre que las rodeaban. Entonces notaste que él estado de sus brazos no era el mejor, la piel se veía más dañada de lo normal, en ese momento reparaste en la mancha color carmín que empapaba su ropa, las heridas de su pecho también derramaban aquel vital líquido.

Pronto un tintineo resonó en la habitación seguida de su propio eco. Dabi había comenzado a desprender las grapas que le ayudaban a mantener los injertos de piel en su lugar. El sonido del metal cayendo se convirtió en la melodía que les hacía compañía mientras aquel rostro se volvía cada vez más terrorífico.

—¿Tienes miedo?— pregunto al ver cómo habías perdido un poco de color ante su actual apariencia, no pudiste negar pues la realidad es que su expresión podría causarte pesadillas —no tienes que estar aquí, no tienes que ver esto— aún así no te moviste de tu lugar.

Tus ojos seguían fijos en cada uno de sus movimientos. Cuando termino de extraer todas las grapas de su rostro, tomo un frasco con un líquido transparente que al ser destapado libero el olor a alcohol en el aire, que al mezclarse con el aroma a hierro de la sangre te hizo hacer una mueca de desagrado, un mal recuerdo luchaba por mantenerse oculto en tu memoria. Dabi tomo una gasa y comenzó a untar el líquido por su rostro haciendo muecas de dolor con cada contacto.

No tenías idea de en qué momento te habías puesto de pie, sin pensarlo tu cuerpo se había movido hasta que tu mano se poso sobre la del pelinegro.

—Dejame ayudar—

Tu luz más brillante [Bakugou y Tu] [Dabi y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora