Capitulo 67

678 105 0
                                    

Continuaron su recorrido mientras Dabi te mostraba a las personas que ahí se encontraban y el por qué lo hacían. Tu corazón se oprimió al ver qué nada de eso era justo, la mayoría no merecía estar pasando por eso.

Hubo un punto del recorrido donde Dabi te detuvo, pues las lágrimas ya recorrían por completo tu rostro. Eran demasiadas injusticias expuestas en un solo lugar.

—Creo que lo mejor será volver— sugirió el pelinegro mientras se ponía a tu altura y limpiaba aquel mar de agua salada.

—Pero aún no vemos al sujeto que nos daría información— replicaste.

—Lo se, pero ya pasó mucho tiempo y tú debes descansar para asistir a clases mañana—

—Pero—

—Nada de peros, hay que volver— Dabi te guió hasta un callejón donde se abrió un portal —si te portas bien en clases te traeré de nuevo— te guiñó un ojo.

Terminaste por volver pero no pudiste conciliar el sueño, habías visto demasiadas cosas esa noche y ni si quiera recorrieron la mitad del lugar. En ese momento reconociste lo agradecida que deberías estar con la vida que tenias, pero también vino a tu mente una de las cosas que Shigaraki te dijo ¿Que habría pasado contigo si tu tío no fuera un héroe? ¿Seguirías con vida?

Después de girar incontables veces sobre la cama finalmente lograste caer dormida.

—¿Cómo van las cosas?— Dabi recibió una llamada a lo lejos de ahí.

—Mejor de lo esperado, ella misma quiso que le mostrará el barrio bajo— respondió el pelinegro.

—¿Y?—

—Simplemente comienza a darse cuenta de la realidad de esta podrida sociedad—

—Es momento de que conozca a otro de nosotros—

—Pronto lo hará, me aseguraré de ello y tengo en mente a la persona indicada—

—Bien, lo dejo en tus manos Dabi—

—Yo me encargo, Shigaraki—

A la mañana siguiente la falta de sueño se mostró inevitablemente en tu rostro. Kirishima se preocupo en cuanto te vio pero solo respondiste que no habías podido dormir, el pelirrojo quiso preguntar un poco más pero se detuvo al recordar la voz desconocida con la que conversabas el otro día. Tal vez por eso no habías dormido, por qué se encontraron de nuevo.

Bakugou también se dio cuenta de que esa mañana tu mente parecía dispersa pero algo fue lo que los sorprendió a los dos, había momentos en los que te quedabas distraída pensando mientras mirabas hacia la nada y por segundos en tu rostro aparecía una expresión de molestia y frustración. Y a pesar de que los dos amigos se dirigieron miradas cómplices al notarlo ninguno te dijo nada.

Ese día en clases hablaron de el método correcto de cuidar civiles y de guiarlos a diferentes organizaciones para atender las posibles necesidades que les surgieran después de haber estado en un evento traumático. En ese momento no pudiste evitar pensar en todo lo que habías visto la noche anterior y en la falta de ayuda que había tenido todas aquellas personas.

Así que motivada por la furia te atreviste a hacer algo que nunca habías hecho y ante la sorpresa de todos alzaste la mano. El profesor que atendía la clase a penas pudo reaccionar cuando dijo tu nombre.

—¿Que sucede con aquellas personas que son afectadas directamente por las acciones de un héroe?— dijiste con una fluidez guiada por la irá que nadie de tu clase había escuchado.

—Bueno— el profesor tardo en responder por qué se estaba recuperando de la impresión —como dije, hay diferentes organizaciones que ayudan dependiendo el problema así que dime más específicamente a qué te refieres—

—Si un héroe destruye una casa entiendo que el gobierno tiene un fondo para cubrir los daños— continuaste hablando con fluidez —¿Pero que sucede cuando la negligencia de un héroe acaba con la vida de un civil? ¿Que sucede con la familia de esa persona?—

—Lo ideal es que esos casos no sucedan pero si llegara a pasar y se comprueba, el héroe  involucrado tendría que responder económicamente a la familia de afectado después de que está haga la reclamación correspondiente—

—¿Y si la familia restante son niños que no saben que hacer?—

—Pues estoy seguro de que la conciencia del héroe no le permitirá dejar desamparados a los menores— la molestia en tu rostro se hizo más evidente.

—¿Y si el héroe es de dudosa moral y no le importa nadie más que el mismo? ¿Y si es capaz de dañar a su propia familia?— no podías dejar de pensar en aquellos niños que Dabi había ayudado.

—Es improbable que alguien con esa descripción pueda seguir ejerciendo la profesión de héroe, y si llegara a existir tal caso bastaría con un reporte a la asociación de héroes—

—¿Y ese reporte por cuantas manos tendría que pasar antes de ser atendido?—

—Ese reporte, de existir, se le daría prioridad pues no podemos dejar que alguien diga ser héroe si ignora las súplicas de ayuda de su propia familia— no dijiste nada más por lo que el profesor continúo la clase un poco más alegre de lo normal pues tu participación lo había puesto de buen humor al pensar que estabas mejorando.

Pero tú por tu parte no levantabas la mira pues a penas podías contener la frustración en tu interior, sabías que nada de eso sucedía realmente, la ayuda no llegaba a quien realmente la necesitaba menos si el héroe tenía cierto estatus y poder, lo habías visto claramente la noche anterior.

Así que te pusiste de pie y te disculpaste con el profesor diciéndole que no te sentías bien y que irías a la enfermería, lo cual se te permitió rápidamente pues él mayor pensó que era a causa de tu valor de hace unos momentos. Aún así se tomó unos minutos para llamar a tu tío y explicarle lo sucedido.

Aizawa se tomó un tiempo de su clase en cuanto respondió esa llamada, estaba sorprendido por tu actuar pero sabía que eso no era normal así que corrió hacia la enfermería a buscarte pero no te encontró por lo que rápidamente se dirigió a los lugares donde solías esconderte.

Finalmente te encontró en la azotea de la escuela, estabas sentada en el suelo con el rostro cubierto en rodillas. El pelinegro se acerco a ver cómo te encontrabas y al sentirlo levantaste la mirada llena de lágrimas.

—¿Que sucede?— dijo colocándose a tu lado.

—Yo...— dudaste —¿Y si no todos los héroes son buenos?— dijiste.

Aizawa te miro confundido y te pidió que te explicarás, lo observaste y en ese momento tu corazón no pudo más.

—¿Y si hay héroes malos que no les importan las personas que deben salvar? Héroes que ignoran al que necesita ayuda, héroes egoistas que solo piensan en si mismos— Aizawa guardó silencio esperando que sacarás todo lo que te consumia pensando que habías tenido algún problema con un compañero —¿Y si un héroe mato a mamá?—

Tu luz más brillante [Bakugou y Tu] [Dabi y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora