Capitulo 85

564 82 0
                                    

La mirada de Kirishima estaba llena de un sin fin de emociones, sabía que eso no sería fácil pero no podía seguir sin respuestas, no al menos sin asegurarse de que estuvieras a salvo.

—No se de que hablas— fueron las primeras palabras que lograste articular, tu respiración volví a estar agitada pero hacías el mejor esfuerzo para mantener el control.

—Sabes que no es cierto— te dirigió una triste sonrisa —te vi y te escuche— el pánico que invadió tu mirada fue la confirmación que te negabas a dar —dejame saber que sucede, déjame ayudarte—

Tu mirada se encontró con la del pelirrojo mientras te debatias internamente lo que debías hacer, no podías fingir que no había pasado nada pues Kirishima te había dejado claro que esa no era una opción. Pero tampoco sonaba tan mal el decirle la verdad, el peso de tus mentiras y secretos comenzaba a ahogarte. Suspiraste resignada, el siempre hecho de que él te enfrentará a solas y no le dijera a los demás era motivo suficiente para tratar de sincerarte con él.

—¿Lo viste?— preguntaste, e inmediatamente la postura de Kirishima se relajo al saber que realmente habría una conversación.

—¿A la persona con la que estabas?— negó con la cabeza —solo los vi entrar al salón y los escuché pero no logré verlo— eso supuso un inmenso alivio para ti pues dejaba a Dabi fuera de la conversación —has estado actuando extraña últimamente y creo que está relacionado con tu visitante ¿Cierto?—

—Te diré le que pasa pero prométeme que bajo ninguna circunstancia se lo dirás a alguien más, no sin mi consentimiento— al ver la seriedad en tu mirada el pelirrojo no tuvo más opcion que aceptar tus condiciones.

—Guardare tus palabras siempre y cuando no esté tu vida en riesgo—

—No lo esta— respondiste rápidamente aún que no estabas totalmente segura de tus palabras.

—Entonces mis labios están completamente sellados—

—Recorde lo que le pasó a mi madre— esa simple frase basto para sorprender y confundir al pelirrojo, pero le hiciste una seña de que te dejará terminar de hablar —nada de lo que mi tío o los demás héroes creen es cierto, no fue atacada por un ladrón, a mí mamá la mato un héroe—

—¡Espera! ¿Estás segura de lo que dices?— asentiste —Eso si que es demasiado para asimilarlo— pero en ese momento Kirishima comprendió algunos de tus comentarios de los días anteriores, tu comportamiento poco a poco comenzaba a cobrar sentido.

—Eso no es lo peor, parece que la familia de mi padre pago para que la mataran— de un segundo a otro el pelirrojo te rodeo con sus brazos.

—¡Lo lamento! No debe haber sido fácil lidiar con toda esta información tu sola— la calidez de ese abrazo te reconfortó cómo nada lo había hecho en días —¡No tienes que seguro soportandolo todo sola! Aquí estaré para ti siempre que lo necesites—

—Gracias— respondiste con las lágrimas amenazando con salir, en ese momento te sentiste tonta por no confiar en él quien toda su vida había demostrado estar ahí para ti. Estuvieron así un par de minutos, agradeciste enormemente que esa conversación la tuvieras con Kirishima y no con otra persona.

—¿Entonces quien es la persona con la que te reúnes?— te pregunto después de separarse de ti.

—Él... No puedo decírtelo— sabías que había cosas que no aceptaría y tampoco querías involucrarlo demasiado en caso de que algo saliera mal, apreciaban su ayuda y apoyo pero lo que hacías podía causar que te expulsaran de la UA y no te arriesgarías a dañar el futuro de tu amigo —No quiero mentirte, enserio que no quiero, así que acepta mis palabras—

—¿Cómo sabré que estás a salvo con un desconocido?—

—Lo estaré, te lo aseguro, ya me a salvado más de una vez—

—Entonces mis sospechas son ciertas— murmuró el pelirrojo —¿Te reúnes con él en las noches?—

—No siempre, solo cuando hay información nueva o cuando él cree que necesito ayuda—

—¡Yo te puedo ayudar con eso! ¡No necesitas reunirte con un extraño!— su preocupación por ti se desbordó.

—¡No puedes!— replicaste inmediatamente sorprendieron al pelirrojo pues normalmente prefieras su ayuda —Nadie más puede hacerlo—

—Pero...— lo interrumpiste.

—¡Confía en mí por favor!— le suplicaste —Se que no es fácil de comprender pero si no sigo con esto no conseguiré la verdad ¡Él se asegurará de que esté a salvo!— en ese momento caíste en cuenta de la confianza que le tenías a Dabi, pues te había demostrado que estaría ahí para ti tanto como el pelirrojo lo había hecho —No puedo decirte demasiado por qué no se cómo afectarán mis investigaciones al futuro y no quiere que termines afectado—

—¡Eso no me importa!—

—¡Pero a mí sí!— las lágrimas volvieron a asomarse por la comisura de tus ojos —No quiero que mis decisiones afecten a los demás, quiero que todos logren sus sueños— Kirishima te volvió a rodear con sus brazos —Tengo que saber la verdad, y él es el único que me puede ayudar— hiciste referencia a Dabi —pero te prometo que cuando sea seguro hablar de todo serás a la primer persona a la que acudiré—

—No quiero que te pase nada malo—

—Estare bien, confía en mí, por favor— Kirishima hizo una mueca mientas analizaba las posibilidades en su mente, no quería que le siguieras mintiendo y sabía perfectamente que si no aceptaba tus condiciones te alejarias de él y eso te pondría en más riesgo.

—Se que me estás omitiendo mucha información y aún que no estoy de acuerdo en que lo hagas para protegerme— suspiro —te conozco y se que no te detendrás, así que esperaré—

—¡Muchas gracias! ¡Te prometo que serás el primero en entérate de si descubro algo importante o si algo va mal!—

—Pero— te detuvo —me informaras cada noche que vayas a salir— ibas a replicar pero te lo impidió —es lo menos que puedes hacer por mi, si cumples con esto prometo que no me entrometere en lo que sea que hagas, no trataré de averiguar quién es tu visitante— no estabas segura, pero sabías que no había otra opción, ya había sido bastante bueno que no le dijera nada a tu tío.

—Esta bien, pero confiaras en mi—

—Lo hare— te sonrió —pero pase lo que pase debes mantenerte a salvo— asentiste y en ese momento, con esa promesa volvían a ser los dos niños pequeños de hace algunos años que compartían secretos y planeaban travesuras.

Estabas por decir algo más cuando llamaron a la puerta y antes de que pudieras decir algo tu tío entro por ella.

Lo primero que hizo fue asegurarse de que estuvieras bien, pero entonces hizo una pregunta que nuevamente aceleró tu respiración.

—Escuche lo que pasó en en el café de tu clase ¿Quiénes eran el sujeto y la estudiante que estuvieron en tu mesa?—

Tu luz más brillante [Bakugou y Tu] [Dabi y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora