Capitulo 117

384 60 1
                                    

Dabi dudo sobre que era lo que debía responderte, tu mirada llena de esperanza por una respuesta afirmativa hacia que le doliera el pecho ante la simple idea de negarse pero por otra parte comprendía que ese era un riesgo mayor al que había tomado hace solo unos momentos. Por suerte para él un golpe en la puerta interrumpió su conversación, Toga le informaba que Shigaraki quería hablar con él y el pelinegro tomo esa salida sin dudar.

Te quedaste a solas en la habitación observando todas la prendas nuevas que tenías, una sonrisa estaba en tu rostro pero no era debido a la cantidad de dinero que habías gastado sino que se debía al cálido abrazo que te había dado Kirishima. El hecho de haberle podido mostrar que estabas a salvo te había quitado un enorme peso de encima, ahora solo esperabas que Dabi no se negara a tu petición de ver al rubio aún que muy en tu interior comprenderías que lo hiciera. También tenías el deseo de ver a tu tío pero no eras tonta y entendías que ese era un enorme riesgo que era mejor evitar.

Dabi llamo a la puerta de la "oficina" de su amigo antes de entrar, Shigaraki estaba sentado en el sofá jugando con su teléfono.

—¿Y bien? ¿Que era tan importante?— el pelinegro se dejó caer al lado de su amigo.


—Hawks me informo lo sucedido— eso basto para que Dabi comprendiera que estaban a punto de sermonearlo, cosa que para su sorpresa no paso —¿Cómo está ella?—

—Bien, de hecho está mucho mejor que antes de marcharnos—

—Eso es bueno— entonces Dabi miro con sospecha a Shigaraki quien ocultaba su expresión detrás de la mano que le cubría el rostro.

—¿Eso es todo? ¿No hay regaño? ¿No un "por poco arruinas nuestros planes"?— Shigaraki no contesto y él suspiro frustrado—¿Que demonios pasa contigo?—

—Nada... Solo... Piénsalo, cuando terminaste en el bajo mundo, si hubiera una persona a la que le importaras ¿No te hubiera gustado despedirte?—

—No hubo una persona así para mi—

—Tampoco para mí... Pero ella si lo tiene— después de lo último los dos guardaron silencio un par de minutos, su vida había sido difícil al igual que la tuya pero ellos no tuvieron a nadie que se preocupara por ellos, que lo defendiera, que los buscara.

—No me arrepiento de haber hecho que se encontrarán— Dabi fue quien rompió el silencio —pero ella ahora quiere más y si no se lo doy temo que se quiebre de nuevo—

—¿Que es lo que quiere?—

—Me pregunto que si seria posible que la deje encontrarse con Bakugou—

—¿Que le respondiste?—

—Nada, sinceramente me llamaste en el mejor momento—

—Asi que huyendo ¿eh?— se burló —Pense que tus celos serían suficientes para negarte—

—¡Si no me hubiera visto con esos ojos! ¡Ahhh!— Dabi recargo la espalda en el sofá y se cubrió el rostro con las manos —Dame una buena excusa para negarme—

—No necesitas negarte— al escucharlo Dabi giro el cuello tan rápido que casi se lastima.

—¿Te volviste loco?— soltó exaltado —Ignora el riesgo ¡Yo no quiero que lo vea!—

—No es mala idea si le pedimos algo a cambio—

—Se que no tengo opción así que te escuchó—

—Dile que le permitirás verlo con la condición de que te acompañe a alguna de nuestras misiones y llévala a la próxima disputa por territorio—

—¿Y luego?—

—No necesitas saber, yo me encargaré del resto, si después de eso aún quiere verlo la dejaremos— Dabi pareció pensárselo unos momentos pero a fin de cuentas Shigaraki siempre sabía lo que hacía.

—Bien, lo dejaré en tus manos— se puso de pie —¿Necesitas algo más de mi?—

—Pedi sushi para cenar, has que nos acompañe ya estuvo mucho tiempo encerrada y si va a vivir aquí debe convivir con todos—

—¿Y si se niega?—

—Lleva a los niños, estoy seguro de que a ellos no les dirá que no—

—Bien, bien, yo me encargo— dijo antes de abandonar la habitación.

Dabi camino con un mal sabor de boca, no quería que te encontrarás con el rubio por qué conocía bien las intenciones de este asi que entre menos pensaras en él más oportunidades habría de que lo olvidarás. Sin embargo, confiaba plenamente en Shigaraki y si este tenía algo en mente seguro sería beneficioso para ambos.

Antes de dirigirse a su habitación tomo un desvío para buscar a los niños pues estaba seguro de que si solo te decía la petición de Shigaraki de acompañarlos a cenar te negarías así que haría que ellos te convencieran. No tardó en ser recibido por el estruendo de los infantes jugando, su madre estaba recostada en una cama en el centro de la habitación pues aún estaba en tratamiento, los niños corrían por todo el lugar cuando Dabi los llamo.

—¿Quién quiere comer sushi?— pregunto y las pequeñas cabezas se arremolinaron a su alrededor emocionados —Bien, pero primero tendrán que ir por su querida Onee-chan para que nos acompañe— guiño un ojo mientras abría la puerta para dejarlos salir, le dirigió un asentimiento a la madre antes de seguirlos.

Los niños corrieron felices a tu habitación hablándote de la cena y sin darte tiempo a reaccionar te arrastraron fuera de la habitación donde te recibió Dabi quien solo río ante tu intento de negarte.

—No se rendirán así que de nada sirve huir— te dijo.

—No me siento lista... aún no...— mencionaste nerviosa ante la idea de reunirte con los demás inquilinos del lugar. Tenías miedo de ser rechazada o de que te tratan mal. Pero por respuesta Dabi entrelazó su mano con la tuya.

—No te dejare sola, lo prometo— comenzó a caminar llevándote con él.

Mientras tanto, lejos de ahí en la UA, Kirishima se había esforzado por ocultar aquel reencuentro sin embargo era obvio que su actitud había cambiado, al menos para su mejor amigo quien inmediatamente noto que el pelirrojo ya no estaba angustiado como antes. Así que ese día después de cenar Bakugou irrumpió en la habitación de Kirishima con una idea muy clara en mente.

—¡Maldito pelos de punta!— soltó molesto —¡La viste!—


Gracias por leerme ❤️

Tu luz más brillante [Bakugou y Tu] [Dabi y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora