Capitulo 119

286 60 4
                                    

Abriste los ojos sintiendo el cansancio acumulado en tu cuerpo, no tenías tu gafas así que no lograste distinguir nada del lugar donde te encontrabas. Intentaste levantarte pero inmediatamente una manos te lo impidieron y te recostaron de nuevo.

—¿D... Dónde...— intentaste hablar pero tenías la boca seca y te dolía la garganta.

—Estas en mi habitación— escuchaste la voz de Toga —dijeron que pronto estarías bien— entonces te acerco un vaso de agua que bebiste inmediatamente sintiendo un enorme alivio en tu garganta.

—¿Que paso?— dijiste aún con la voz ronca, no recordabas nada más allá de caminar con Dabi para reunirte con los demás.

—Eso es algo que esperábamos tu pudieras decirnos— Shigaraki entro a la habitación y coloco una gafas en tu mano —espero te sirvan después de todo las otras quedaron completamente destruidas— te las colocaste y pronto todo a tu alrededor se aclaró. Entonces notaste la falta de alguien muy importante.

—¿Dónde está Dabi?— preguntaste, Himiko miro a Shigaraki y este suspiró.

—Esta en su habitación, está inconsciente—

—¿Que p... paso?— preguntaste de nuevo mientras la preocupación hacia temblar tu voz.

—¿Enserio no recuerdas nada?— negaste rápidamente, tenías miedo de que algo le pasara a Dabi así que nuevamente intentaste levantarte sintiendo un dolor abrumador en el pecho y en ambos brazos —no deberías moverte aún— ignorando el dolor alejaste la manta que te cubría para con sorpresa ver una de tus piernas entablilladas —estas muy herida— Shigaraki le hizo una seña a Toga y está te obligó a recostarte de nuevo —el doctor Garaki no tarda en llegar, si te mueves podrías hacerte más daño después de todo nosotros solo nos encargamos de las heridas visibles—

—¿El... estará bien?— preguntaste refiriéndote a Dabi.

—Eso espero pero sinceramente no lo sé, al parecer se golpeó la cabeza con mucha fuerza— Shigaraki también se veía preocupado —escuchamos una explosion y al ir hacia ustedes los encontramos a ambos en el suelo, ¿Enserio no puedes recordar nada? ¿O al menos intentarlo?—

Estabas por negar de nuevo cuando una punzada de dolor atravesó tu sien seguida de muchas más, te sujetaste la cabeza con fuerza mientras el dolor aumentaba cada vez más hasta obligarte a gritar de lo insoportable que se estaba volviendo. Todo a tu alrededor comenzo a dar vueltas sin parar hasta que la oscuridad lo devoró todo.

El dolor se detuvo para dar paso a una extraña escena que al inicio no reconociste, estabas sentada en el jardín del que alguna vez fue tu hogar, sentías el pasto bajo tus manos. Estabas por correr en pánico al rememorar tus peores días ahí pero una voz te detuvo. La voz de tu madre.

Las lágrimas comenzaron a brotar, querías ponerte de pie y correr hacia ella pero tu cuerpo no te respondía, lloraste más al pensar que habías olvidado por completo como se escuchaba su voz pero está se escuchaba tan clara como la última vez que recordabas.

Tu sorpresa no se detuvo ahí pues segundos después la puerta que daba al jardín se abrió y por ella salió una pequeña versión de ti, tal vez de unos 3 o 4 años. Entonces recordaste en qué momento de tu vida estabas. Fue el día que descubriste tu don.

Sin poder hacer nada más que observar, viste como la pequeña tu comenzaba a jugar por todo el jardín pasando a tu alrededor un sin fin de veces. Sonreiste tristemente al darte cuenta de que ese fue el último día con tu vista sana, a la mañana siguiente tendrías un par de gafas esperándote.

Pronto todo comenzó, como toda niña curiosa te detuviste al ver algo fuera de lo normal pues parecía que una pequeña luciérnaga jugaba alrededor de tus manos pero al tratar de atraparla está se desvaneció. Poco después varias más comenzaron a aparecer, no eran luciérnagas eran destellos de luz. Con curiosidad extendiste tus pequeñas manos frente a ti para darte cuenta que ahí estaba el origen de la luz. Entonces la decisión que cambio parcialmente tu vida llegó, eras solo una niña como podrías haberlo sabido. Siguiendo el interés que te había desencadenado tan extraño suceso acercaste tus palmas a tu rostro viendo como la luz comenzaba a rodearlas. Primero la luz se intensifico molestando tu pupila que no tardó en doler. Después la luz que flotaba en pequeños destellos comenzó a concentrarse, para cuando tú llanto resonó con fuerza en el jardín tu retina ya se encontraba quemada.

Tu madre corrió a socorrerte y sin saber que hacer interpuso sus manos entre la luz y tus ojos provocandose serías quemaduras. Un sacrificio insignificante a cambio de que no perdieras la vista. Para cuando la luz se detuvo tus ojos sangraban y tu madre gritaba por ayuda.

Tu cuerpo dio un pequeño brinco al ver qué quien salía de la casa, corriendo hacia ustedes con la preocupación impresa en el rostro era tu padre. Su expresión y su rostro no era como lo recordabas pues en tus memorias el siempre parecía un monstruo con el rostro distorsionado.

De pronto hubo un cambio de ambiente, todo sonido de detuvo y tus alrededores comenzaron a desvanecerse, tu sentido de alerta se activo y al girarte te encontraste con las miradas de tus padres y con la tuya misma, aquella pequeña niña con los ojos sangrantes te observaba.

—¿Lo sabes no?— te dijo tu yo del pasado —Tu lo hiciste, tu causaste esto—

—Tu lo hiciste— repitieron tus padres al unísono.

Tu cuerpo comenzó a temblar, querías hablar pero nuevamente tu garganta quemaba, no podías mover ningún músculo y entre el miedo y la impotencia comenzaste  a caer en la oscuridad que devoraba todo a tu alrededor.

—Tu lo hiciste— un eco te acompaño en tu caída.


—Esta estable, solo necesita descansar— el doctor Garaki finalmente había llegado y ahora le explicaba a Shigaraki tu condición —tenia un par de costillas rotas, un brazo astillado y una pierna rota pero logré curarla por completo, aún así sus heridas me causan curiosidad pues para haberlas tenido mínimo debió haber sido arrollada por un auto ¿Seguro que no sabes nada?— el menor negó.

—¿Y Dabi?—

—Su herida no era tan profunda pero sufrió una contusión lo que causó que quedara inconsciente, también tenía unos cuantos hueso rotos pero ya me encargue de todo, de hecho no debe tardar en despertar— el doctor comenzó a caminar indicándole a Shigaraki que lo siguiera —entonces podremos averiguar que fue lo que pasó—

Al entrar a la habitación del pelinegro ambos se sorprendieron pues Dabi se encontraba despierto, sentado en la cama y parecía tener la mente en otro lado. Pero al sentirlos hablo.

—Fue ella, ella lo hizo—

Gracias por leerme ❤️
Nos vemos pronto ✌️

Tu luz más brillante [Bakugou y Tu] [Dabi y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora