Capitulo 104

422 66 12
                                    

Los latidos de tu corazón resonaban con fuerza dentro de tu pecho, aquella acción te había tomado por sorpresa y todas las emociones que sentías estaban resultando abrumadoras. Esto era diferente a cualquier cosa que hubieras experimentado a pesar de no ser tu primer beso. Los labios de Bakugou danzaban sobre los tuyos manteniendo tu mente por las nubes, seguramente tu rostro debía estar completamente rojo, sentías una extraña calidez recorriendo cada centímetro de tu cuerpo y por algún motivo que desconocías no querías que ninguna de esas sensaciones se detuvieran.

Aquella muestra de amor se detuvo, la frente del rubio descansaba sobre la tuya, sus respiraciones se encontraban agitadas y ambos mantenían aún los ojos cerrados. Tu corazón aún latía desbocado y por un momento temiste que todos dentro de los dormitorios fueran capaces de oírlo.

Entonces Bakugou cayó en cuenta de lo que había echo, el temor y el arrepentimiento le invadieron inmediatamente así que aún presa de sus emociones soltó una disculpa que a penas escuchaste y se marchó a su habitación, donde maldijo su falta de control.

Te quedaste unos minutos más a solas en aquel corredor, tratabas de asimilar lo que había pasado pero realmente no tenías idea de que pensar sobre lo sucedido, el solo rememorar lo recien hecho te volvía a sonrojar el rostro. Una vez que tu corazón recupero un poco de su ritmo normal entraste a tu habitación, estabas por dejarte caer en la cama cuando algo sobre ella llamo tu atención, parecía una carta.

Con curiosidad la tomaste en tus manos y al leer quien la enviaba comenzaste a temblar, más aún al ver qué el destinatario no era nadie más que tú. Tu respiración amenazó con fallar pero hiciste un enorme esfuerzo por controlarte y aún con las manos temblorosas comenzaste a abrir a aquel sobre, aquel par de paginas amenazaban con resbalarse de tus dedos. Tus ojos recorrieron cada línea pero tu mente no podía comprender ninguna de las palabras ahí escritas, cerraste los ojos mientras respirabas profundo, te sentaste en el suelo pues comenzabas a sentir aquella debilidad que invitaba al desmayo. Te mantuviste inmóvil tratando de regular tu respiración, no podías tener un ataque, no aún. Cuando te sentiste lista volviste a repasar aquellas líneas.

Querida _____

Una vez más he vuelto a escribirte, probablemente está carta tampoco tenga respuesta pero lo seguiré intentando hasta poder llegar a ti. Se que no tengo derecho alguno a buscar contacto contigo, comprendo perfectamente si cada una de mis cartas a sido quemada, no merezco menos. Aun así me he permitido albergar la esperanza de que alguna de las letras que he escrito para ti sean leídas, no me he rendido en todos estos años ni lo haré.

Cómo lo he escrito tantas veces, mi principal motivo es poder disculparme personalmente contigo. Estoy consiente de que ninguna palabra remediara lo que hice, lo que les hice a ambas pero al menos me gustaría poder explicar lo que me sucedió en esos momentos en el que mi juicio parecía ser nulo, hay tantas cosas que deseo aclarar. Espero algún día poder tener la oportunidad de conversar contigo.

También, nuevamente te reitero la opción de venir a recoger todas las pertenencias de tu madre que guarde para ti, estoy seguro de que ella hubiera querido que tuvieras sus posiciones más valiosas, si lo deseas las enviaré a dónde me digas sin necesidad de tener contacto, haré lo que tú desees.

Estuve muy preocupado por tu salud después de los acontecimientos que sufriste, espero estés mucho mejor. Cuando la noticia de tu desaparición llegó a mis oídos quise hacer lo imposible por ayudar en la búsqueda pero aún estoy atado de manos ante todo el poder de la familia, me temo que aún soy muy débil y estar postrado en esta silla solo es una muestra de ello, se que todo esto solo te parecerán excusas y está bien.

El alivio que sentí al saber que estabas con vida fue indescriptible, no negaré que por un momento desee ir con tu tío y hablar con él pero me detuve a tiempo, él no querría verme y menos en esa situación, dudo que tú hubieses querido verme. Se que él está haciendo un buen trabajo cuidándote y a pesar de que siempre a rechazado mi apoyo económico, mi dinero siempre estará disponible para ti.

Hay tantas cosas de las que me gustaría hablar contigo, no sabes cuántas veces imagino como sería el tener una conversación contigo pero solo queda mantenerme con los recuerdos de cuando eras una pequeña que aún no conocía la maldad del mundo, no sabes cuánto me arrepiento de haber sido yo quien te mostrará la peor parte de la vida. Lo siento.

Abrigo la esperanza de que está carta sea leída por ti aunque al igual que las anteriores no tenga respuesta, no importa, estoy bien con el hecho de saber que estás bien. Y al igual que todos estos años no detendré mi correspondencia, seguiré igual enviando una carta cada mes, tal vez algún día me permitas disculparme adecuadamente.

Atentamente
El hombre que no merece que le llames padre pero aún así lo desea.


En cuanto terminaste de leer aquellas hojas cayeron de tus manos.

Bakugou había estado dando vueltas por su habitación tratando de calmarse, había huido como un cobarde y ahora que lo pensaba era lo peor que podía haber hecho. Pero tenía miedo de que te alejaras de él después de su actuar o peor aún, que lo olvidarás. Suspiro y tomando una decisión fue a tu habitación, tenía que aclarar esto contigo por tu bien y por su bien.

Llamo a tu puerta y espero, pero al ver qué no había respuesta todas sus alarmas se activaron por lo que sin esperar más entro. Su corazón se detuvo al verte en el suelo sujetando tu cabeza mientras tratabas de obtener oxígeno de algún lado, en su mente solo podía pensar que sus acciones te habían llevado a ese estado por lo que tardó unos segundo en reaccionar.

Corrió hacia ti, al inicio dudo sobre tocarte pero al ver qué no le rechazabas ni empeoraba tu ataque termino por rodearte con sus brazos, comenzó a dejarte caricias en la espalda mientras te susurraba palabras consoladoras mezcladas con disculpas. Entonces noto los papeles que estaban esparcidos a un lado tuyo, tomo el que era el sobre y al leer el remitente comprendió por qué estabas así.

Te sujeto con más fuerza mientras te acurrucaba en su pecho, se mantuvo a tu lado tratando de reconfortante hasta que comenzaste a calmarte. El sonido de su corazón estaba teniendo un efecto tranquilizador en ti. En cuanto recuperaste el aliento un llanto desgarrador lleno la habitación, él dolor, miedo y ansiedad, todo lo que estabas sintiendo buscaba la manera de salir.

El sonido de tu voz alertó a todos en los dormitorios, Kirishima fue el primero en entrar a tu habitación preguntandole a su amigo que era lo que había pasado pero Bakugou no tuvo tiempo de responder cuando Aizawa ya estaba haciendo la misma pregunta.

Tu tío intento acercarse a ti pero se detuvo al ver el papel que sostenía el rubio, inmediatamente perdió el color pues reconocería ese tipo de papel donde fuera, entonces lo comprendió todo.

—¿De dónde sacaste eso?— 

Esta semana tendremos dos capítulos 😁
Gracias por leerme ❤️
Nos vemos el viernes ✌️

Tu luz más brillante [Bakugou y Tu] [Dabi y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora