Tu luz más brillante [Bakugou y Tu] [Dabi y Tú]

Capitulo 63

Midoriya reaccionó inmediatamente al ver al rubio dirigirse hacia ustedes por lo que se interpuso en su camino para protegerte, lo que sólo enfureció más a Bakugou quien comenzó a prepara una explosión en cada mano.

Pero tu observabas toda esta escena en cámara lenta, tu mente se encontraba ocupada al igual que tú mirada en la pantalla frente a ti. Pues en medio del ajetreo Deku había presionado el botón de buscar en la computadora y la imagen de un héroe se mantenía estática en ella.

Lo reconociste de inmediato, era el mismo traje que habías visto en tus recuerdos. Usando tu velocidad desapareciste de detrás del peliverde y apareciste frente a la computadora en lo que pareció un parpadeo para los presentes. Rápidamente presionarte la opción de imprimir.

A tu espalda ya había comenzado una gran discusión entre aquellos que se consideraban rivales, incluso Uraraka estaba exigiendo una explicación de parte del peliverde.

—Tengo que irme— dijiste una vez que tuviste aquel papel en tus manos y te habías asegurado de borrar la búsqueda. Desapareciste antes de que alguien pudiera decir o hacer algo.

Corriste tan rápido como pudiste hasta encontrar un lugar en el que pudieras estar a solas. Terminaste oculta cerca de donde se guardaban los contenedores de basura, entonces con las manos temblorosas extendiste aquella hoja de papel y empezaste a leer lo que en ella se decía.

Te tomo un tiempo tranquilizarte pues por más que tratabas de leer no lograbas comprender las palabras. Respiraste profundamente un par de veces hasta que sentiste un poco de calma. Una vez más repasaste aquellas líneas.

La información decía que el héroe RedKnive había comenzado su carrera a la edad de 18 años y se le veía un futuro muy prometedor pues su habilidad con los cuchillos que formaba en sus manos era de envidiar. Pero a tan solo dos años después de comenzar se retiró abruptamente de su puesto, al parecer había ganado una considerable suma de dinero al entrar en un concurso patrocinado por una importante industria.

Al leer las últimas líneas tu piel palideció, e inevitablemente tu respiración comenzó a fallar.

"El premio al héroe con más vidas salvadas en un mes fue otorgado por la influyente familia Hirokoshi" se leía en aquella hoja, tus manos temblaron mientras arrugaban el papel, no esperabas leer tu antiguo apellido.

De un segundo a otro te quedaste sin fuerzas, tu vista comenzó a nublarse. Seguramente te hubieras golpeado gravemente de haber caído al suelo, por suerte un par de brazos habían llegado a tiempo para sostenerte.

—Aqui estoy, trata de respirar— te dijo mientras encontraba un lugar donde pudieras sentarte a recuperar el aliento.

Tu mirada se encontraba al borde del llanto, pero gracias a tu acompañante habías logrado evitar tener un ataque.

—Sera... peligroso si... te ven— dijiste con la voz entrecortada.

—Estare bien, me asegure de que nadie te siguiera— Dabi se dejó caer a tu lado —Así que lo encontraste— señalo la hoja que se encontraba arrugada en tu mano.

—¿Sabías quien era?— preguntaste ya más calmada.

—No, dudo que alguien fuera de tu familia lo conozca, solo sabía lo que te dije, que el culpable había sido un héroe—

—Ellos no son mi familia— soltaste molesta al sentir el odio resurgir en tu interior —estoy segura de que mamá no les hizo nada— las lágrimas aparecieron nuevamente —¿Por qué le hicieron eso?—

—No lo sé, tengo más información que tú pero no sé toda la historia— el pelinegro sonrió —pero si quieres puedo ayudarte a encontrar la verdad—

—No, lo haré por mi misma— sentenciaste —si dejó que me ayudes estaría cayendo en tu juego ¿no es cierto?—

—Que chica tan lista— se burló Dabi, inmediatamente después se puso de pie —sera mejor que me vaya pues tu amiguito no debe tardar en encontrarte, lo mejor es que me des eso— señalo nuevamente la hoja y lo miraste con recelo —no me malinterpretes, te lo regresaré en la noche pues no creo que quieras tener que explicar quien es el sujeto y como lograste recordarlo— sabías que tenía razón, si te encontraban con aquella información tendrías mucho que explicar y por desgracia sabías que la persona a la que le podías confiar que guardara el secreto estaba frente a ti por lo que a regañadientes le entregaste aquella hoja.

Dabi desapareció solo unos segundos antes de que Kirishima apareciera en tu campo de visión. El pelirrojo se había encontrado con Bakugou y Deku quienes te buscaban, ellos le relataron cada uno su versión de lo sucedido por lo que rápidamente se unió a la búsqueda.

Pero Kirishima te conocía tan bien que no tardó en dar con tu paradero, se acerco e inmediatamente noto la rojes bajo tus ojos. Su corazón se oprimio al ver que habías llorado, tu por tu parte trataste de fingir que no había pasado nada, el pelirrojo noto tu mentira pero no dijo nada.

Algo que ignorabas es que Midoriya había regresado a la biblioteca después de que le avisará que te encontrabas bien pues algo dentro de él lo instó a revisar la información que habías encontrado y como el era de las pocas personas que sabían usar aquel modelo de computadora no le tomo mucho tiempo recuperar la información que creías perdida.

Esa noche esperabas ansiosa que todos se durmieran para poder recuperar aquel documento. Finalmente cuando las luces de la mayoría de los dormitorios se encontraban apagados un par de golpes se escucharon en tu ventana, para cuando te giraste Dabi ya estaba entrando.

—¿Donde esta?— preguntaste preocupada al verlo llegar con las manos vacías.

—Tranquila— el pelinegro se burló mientras sacaba algo de dentro de su gabardina, en cuanto te mostró esa hoja la tomaste apresurada asegurándote de que fuera la misma —duele que me creas capaz de alterarla— suspiraste al ver todo en orden.

—Gracias pero enserio haré esto sola—

—Lo que tú digas— Dabi se acercó a ti y se coloco a tu altura —pero algo me dice que esto solo nos unirá mas— te guiño un ojo.

Mientras te quejabas de su actitud, tanto él como tú ignoraban que eran escuchados por alguien al otro lado de la puerta de tu habitación. Pues la preocupación por ti no había dejado dormir a cierto pelirrojo.