Capitulo 98

491 71 0
                                    

Bakugou había llegado ahí dispuesto a confrontarte pues después de analizar lo sucedido los últimos días no había tardado en atar cabos, ahora solo necesitaba asegurarse de que lo que pensaba era cierto.

Así que antes de que pudieras decir algo te tomo de la mano y te arrastró hacia el bosque que rodeaba los dormitorios, al ver el camino que estaban siguiendo fue inevitable que comenzarás a ponerte nerviosa y para cuando el rubio se detuvo la falta de aire en tus pulmones ya era más que evidente, al ver qué Bakugou comenzaba a recoger las cosas que habías escondido tu corazón parecía a punto de detenerse. Lo que más te asustaba es que no salía ni una palabra de su boca.

Una por una recogió las cosas que habías usado la noche anterior, no pudiste mantenerte en pie y te dejaste caer sobre tus rodillas sin poder respirar, un zumbido era lo único que podías escuchar mientras tu vista comenzaba a nublarse. Solo podías pensar en una cosa, te había descubierto.

No tenías idea de cuánto tiempo había pasado pero cuando por fin recuperaste un poco de control sobre ti y dejaste de luchar por llenar tus pulmones, pudiste notar los brazos que te rodeaban. En algún punto de tu ataque Bakugou había intentado ayudarte pero al ver qué no lograba hacerte reaccionar optó por solo permanecer a tu lado.

—¿Estás bien?— pregunto cuando estuvo seguro de que ya lo escuchabas, pero no respondiste, aún no podías articular palabra. El rubio te alejo un poco de él, solo lo suficiente para poder verte al rostro, sin soltar tus manos —No le diré a nadie más, así que no debes preocuparte por eso— algo en la forma como lo dijo te aseguro que no mentía —asi que tranquilizate y cuando estés lista hablaremos sobre esto— asentiste.

Unos cuantos minutos pasaron antes de que te sintieras listas para hablar, tenías miedo pero no estabas segura de cuánto sabía el rubio y aún que lo supieras no había nada que hacer, está conversación tenía que llevarse a cabo.

—¿Cómo los... encontraste?— preguntaste, refiriéndote a tu equipo.

—La ventana de mi habitación da al frente de los dormitorios así que te vi salir de entre los árboles, también vi a Hawks— respondió con su mirada fija en ti lo que solo te hacía ocultar tus ojos cada vez más —tuve un mal presentimiento y mi instinto me dijo que viniera al lugar de donde habías salido, no fue difícil seguir tu rastro— maldijiste por dentro al ser tan descuidada pero en la mañana habías estado demasiado preocupada por llegar a tiempo que no lo pensaste mucho.

—¿Que quieres saber?— preguntaste ya un poco más calmada al ver qué no mencionaba a Dabi.

—¿Hawks es la persona con la que te reúnes por las noches?— abriste los ojos de la impresión al escucharlo.

—¿Eiji te lo dijo?—

—No exactamente, dijo que lo sospechaba— inevitablemente sentiste alivio al saber que el pelirrojo no había revelado la conversación que habían tenido —¿Que demonios está sucediendo?—

—Yo...— dudaste pero tal vez podías sincerarte un poco —es sobre mi madre— con lentitud comenzaste a decirle todo lo que le habías dicho a Kirishima con la diferencia que a Bakugou le dijiste una mentira extra —Hawks me está ayudando a descubrir la verdad, vino a decirme que una pista que teníamos no llevaba a ningún lado— aquella mirada rubí no se despegaba de ti.

Bakugou no tardó en encontrarle sentido a lo que le habías dicho, había comprendió el por qué de tu extraña preocupación por héroes malos pero aún así aquel mal presentimiento no se iba lo que lo hacía dudar de tus palabras. Tenía muchas dudas sin resolver que no le hacían sentido pero algo dentro de él le decía que si te preguntaba no podría confiar en tu respuesta. Después de todo decías conocer a Hawks y reunirte con él pero cuando se vieron en el patrullaje claramente no lo conocías, y no eras alguien que podía fingir eso más dada tu condición. Así que decidió esperar, necesitaba reunir más información.

—¿Cómo funciona la ayuda que te da?— pregunto.

—Compartimos información, a veces él descubre algo y viene a decírmelo—

—Esa ves que entre a tu habitación y en las manos tenias...— el rubio se sonrojo al recordar —bueno no importa, esa noche ¿Él estaba ahí?— asentiste.

—Solo había venido a decirme algo, y es muy veloz por lo que despareció rapido—

—¿Siempre se ven en tu habitación?— asentiste y esto molesto en gran manera a Bakugou pues la actitud coqueta de Hawks no era un secreto, en más de un momento creyó que podías estar siendo manipulada con otros fines pero no había pruebas de eso.

—¿Quién más sabe de esto?—

—Solo Eiji, me descubrió hace poco— el rubio guardo silencio analizando tus palabras.

Aún que ya aparentabas estar más tranquila por dentro te estaban consumiendo los nervios y la angustia, por un lado parecía que Bakugou te había creído pero por otro lado su silencio te hacía temer.

—¿A dónde rayos fuiste anoche?—  soltó tomandote por sorpresa —No esperas que crea que llevaste todo tu equipo solo para tener una conversación ¿O si?—

—Yo... yo...— era demasiado que explicar —necesitaba salvar a alguien, no puedo decir mas— te pusiste de pie —por más que quisiera decírtelo no puedo —le diste la espalda, en ese momento te habías dado cuenta de la cantidad de mentiras que habías dicho y no te gustaba —quiero saber la verdad, así que por favor, déjenme hacer esto— dijiste refiriéndote también al pelirrojo —necesito hacerlo, por favor— suplicaste.

Bakugou también se puso de pie y te observo en silencio mientras pensaba en lo dicho, por tu reacción ahora estaba seguro de que estabas omitiendo muchas cosas pero tú súplica era sincera. Algo dentro de él le aseguraba que esto terminaría mal pero no podía negarte la oportunidad de descubrir la verdad.

—Solo quiero que estés a salvo ¿Puedes prometerme eso?— asentiste —Bien— entonces te tomo de la mano y comenzó a caminar —dejemos esto en tu habitación y volvamos a clase—

Tu corazón comenzó a latir más rápido al ver la espada de Bakugou delante de ti, sujetaste su mano con fuerza provocando una sonrisa que no viste, la calidez que te hacía sentir era una sensación nueva y agradable que no querías que se desvaneciera.

Cuando salieron de los dormitorios, Bakugou se detuvo y sin soltar tu mano se giro hacia a ti.

—¿Y si no vamos a clases?—

Puede que el próximo viernes no haya capitulo por temas médicos, depende de cómo me sienta. No es nada grave.

Gracias por leerme ❤️

Tu luz más brillante [Bakugou y Tu] [Dabi y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora