Capitulo 69

654 89 3
                                    

—Creo que lo mejor será volver— sujeriste u aunque a Bakugou le pareció extraña tu manera de actuar no dijo nada y comenzo a caminar a tu lado. Te encontrabas preocupada de que Dabi estuviera molesto por qué habías hablado de más.

Y aun que no estabas del todo equivocada ignorabas que la molestia del pelinegro se debía a la cercanía que parecías tener con Bakugou.

Bakugou te acompaño de regreso a los dormitorios y Kirishima no tardó en encontrarse con ustedes, el pelirrojo también noto algo extraño contigo pero Bakugou le hizo señas de que luego hablarían.

La cena se extendió más de lo normal por lo que no podías escabullirte a tu habitación sin llamar la atención así que terminaste escuchando los planes de la clase A para el festival escolar hasta muy tarde.

En cuanto todos empezaron a ir a sus habitación esperaste un poco más para asegurarte que nadie fuera a descubrir tu encuentro con Dabi pues realmente necesitabas que te ayudará a conseguir la información que tanto querías.

Cuando estabas por subir las escaleras la voz de tu tío te detuvo.

—¿Todo bien?— pregunto.

—Si— respondiste tratando de no parecer nerviosa —estoy mejor—

—Recuerda, no debes forzarte, que estés bien es lo importante—

—Lo se— suspiraste —voy a estar bien, solo fue un mal momento—

—Todos tenemos malos momentos, lo importante es que recuerdes que no tienes por qué enfrentarlos sola— asentiste y continuaste tu camino.

Te aseguraste de que pareciera que todo estaba tranquilo y todos se encontrarán en sus habitaciones antes de entrar rápidamente a la tuya. Pero para tu sorpresa no había nadie, te apresuraste al balcón pero no había rastro de Dabi.

Te sentaste en tu cama frustrada sin comprender que había sucedido pues realmente tenías que salir con Dabi esa noche.

Entonces escuchaste ruido en la ventana y te giraste rápidamente para ver al pelinegro entrar. Pero de un segundo a otro este te acorraló contra la pared y se veía claramente molesto.

—¿Que sucede?— preguntaste confundida.

—No estoy de humor para tonterias— te respondió acercándose más a ti  —¿Por qué te gusta tentar a tu suerte?—

—¿De que hablas? ¿No entiendo?—

Si mirada se intensificó al descubrir que realmente no sabías que era lo que lo había molestado, la inocencia que mostraba tu expresión termino por tranquilizarlo.

—Estas jugando demasiado bien tus cartas— se quejo el pelinegro mientras se alejaba de ti.

—¿Iremos a ver al informante?— preguntaste ansiosa y Dabi sonrió mientras volvió a acercarse a ti, coloco una mano en la pared sobre tu cabeza.

—Te dije que debías portarte bien en clase y creo que no cumpliste— acerco su rostro al tuyo —pero podrías convencerme— su aliento se entremezclo con el tuyo mientras el color rojo cubría tu rostro.

—¿C... convencerte?— murmuraste nerviosa por la cercanía.

Los ojos de Dabi brillaron y sin pensarlo mucho acortó la distancia que los separaba pegando su cuerpo al tuyo.

—Si, convenceme— susurro a milímetros de tocar tus labios pero de un segundo a otro se alejo de ti y se dio la vuelta —bueno, convencerme no servirá de mucho, hoy es una noche ocupada así que volveré mañana— salió de ahí dándote la espalda.

Caíste al suelo con el corazón bombeando aceleradamente, no era la primera vez que Dabi jugaba así contigo pero esta vez había sido diferente, no le temiste a su contacto. Por su parte Dabi bufo molesto en cuanto se alejo de ti, sabía perfectamente que si no te habías resistido era por la dichosa droga que te habían suministrado lo que bastó para enfurecerlo.

Saliendo de ahí se dirigió a encontrarse con sus compañeros, Shigaraki lo esperaba e inmediatamente noto el mal humor del pelinegro.

—¿Las cosas no van según lo planeado?— pregunto el líder y Dabi bufo molesto.

—Al contrario, ella parece cada vez más ansiosa—

—¿Entonces a qué debo agradecerle tu pésimo humor?— Shigaraki guardó silencio unos segundos observando a Dabi —no me digas que ella está jugando contigo—

—Si ella jugará conmigo mi humor sería de lo mejor— respondio rápidamente —me preocupa que esa maldita droga que le dimos terminé siendo un problema—

—Garaki dijo que no había de que preocuparse, además el efecto pasará pronto—

—¿Y si al volver a su estado normal ya no confía en mí?— Dabi suspiro —bueno da igual, ya me las arreglare— se marchó dejando a Shigaraki confundido pues ignoraba los verdaderos sentimientos del pelinegro.

Te recostaste molesta en tu cama, no podías esperar más, necesitabas respuestas y Dabi solo jugaba contigo. Te pusiste de pie nuevamente con la intención de ir al barrio bajo pero justo antes de salir por la ventana te detuviste.

—¿Que rayos me pasa?— murmuraste recuperando la razón, aun que lograrás salir de la UA no sabrías dónde encontrar al informante, volviste a sentarte en tu cama y suspiraste, tal vez te lo estabas tomando muy personal quizás Dabi realmente estaría ocupado haciendo probablemente algo malo de lo que no querías saber y a pesar de eso se había tomado la molestia de avisarte, podría simplemente no haber aparecido al día siguiente.

Cuando te encontraste más tranquila regresaste a la cama dispuesta a dormir. Pero entonces alguien llamo a tu puerta.

Lo primero que se te vino a la mente fue miedo de que hubieran escuchado a Dabi pues no hacía tanto que se había marchado, así que con los nervios a flor de piel te acercaste a la puerta.

—¿Quién es?— preguntaste.

—Soy yo— no pudiste evitar sentir un poco de alivio al escuchar la voz de Kirishima. Así que abriste la puerta lentamente y del otro lado no solo se encontraba el pelirrojo si no que Bakugou también lo acompañaba —¿Podemos pasar?—

Dudaste un segundo pero al final te hiciste a un lado para que entrarán a tu habitación.

—¿Que es lo que sucede?— tratabas de no parecer nerviosa pero no podías engañar a Kirishima.

—Tenemos que hablar— soltó finalmente el pelirrojo.

Tu luz más brillante [Bakugou y Tu] [Dabi y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora