Trece

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Dos días pasaron y por la mañana ya estaba de maravilla. Mis dolores habían desaparecido por completo, estaba seco, calientito todo el tiempo y la abuelita había tejido para mí cuatro botas rojas de lana junto a un pequeño suéter color amarillo. A Jimin se le quitó la fiebre y, aunque tenía un poco de tos, ésta iba desapareciendo de a poco.

- Me gusta tu suéter porque es amarillo – me dijo un día que bebía su leche sentado en la cama. Todavía no tenía fuerzas suficientes para levantarse, pero era cosa de tiempo – De seguro te ves muy guapo, ¡el gato más guapo del mundo!

Me sentí algo avergonzado y lamí su mano para indicarle que su cumplido me había agradado.

- Jimin tú también estás usando un suéter amarillo – dijo la señora Park entrando con una bandeja. En ella habían dos tostadas con mermelada y una mandarina – Ambos se ven demasiado preciosos.

Comencé a correr por toda la habitación intentando quitar la vergüenza de mi pequeño y felino cuerpo. En ese momento agradecí ser un gato porque de otra manera estaría con la cara enrojecida.

- Creo que se avergonzó – dijo su madre mientras yo no paraba de correr.

La señora Park dejó la bandeja en la mesita de noche, cogió asiento al borde de la cama y puso su mano en la frente del niño.

- Ya no tienes fiebre, me alegro tanto...

- Mamá – la llamó luego de un largo sorbo de leche que dejó unos bigotes blancos muy graciosos en su cara – ¿Namjoon no vendrá hoy tampoco?

La mujer negó con la cabeza – No, bebé. Namjoon está enfermo.

Frené mi carrera en círculos para prestar atención a las palabras de la señora Park.

- ¿Tiene lo mismo que yo?

- Sí... pero apenas mejore un poco y mejores tú iremos a verlo, ¿sí?

- ¿Y Jungkook...? ¿él también enfermó o no es que no quiso ser más mi amigo?

¿Entonces aquellos niños estaban enfermos también...?

- Me encontré con los padres de Jungkook en el pueblo ayer por la tarde. Tu amigo está un poquito enfermo, pero mejorará – el rostro triste con lo que lo dice me indica que está mintiendo – Posiblemente tenga que irse del pueblo para sanar, por si no lo vuelves a ver...

- ¡¿Qué?!

Jimin por poco voltea su leche.

- Es necesario para que sane, hijo – su madre le arrebató el vaso – Luego regresará y podrán volver a jugar juntos. Puede que regrese algún día.

¿Regresará o puede que regrese?

¿Dónde irá?

- ¿Y donde irá? – preguntó Jimin como leyéndome la mente.

La señora Park soltó un suspiro y acarició sus cabellos – A un lugar donde le quitarán esa enfermedad y no sentirá más dolor.

- Oh, entiendo...

Yo también entiendo.

Ira con mamá.

- Ahora bébete tu leche para que te recuperes más rápido.

No pude seguir escuchando esa conversación porque rápidamente salí corriendo por las escaleras y de un salto me ahorré cuatro peldaños.

Jungkook era muy joven para irse con mamá. Se supone que los niños no deben morir, son los adultos los que están más cerca a irse al cielo.

7 VIDAS | YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora