Veintiuno

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Sus pies danzando sobre la hierba húmeda, saltando con dulzura y felicidad, le hacen ver como si estuviera en otro mundo. El aire tibio y sus mejillas coloradas sabor a mandarina, risas traviesas, iluminadas con el aroma de la vegetación son un panorama fantástico para un domingo.

- Si amarro una cuerda a la vara de Jimin ¿pescaremos algo?

- Deja eso – le regañó Nam – Es de Jimin.

- Está bien, está bien – alegó Taehyung soltando la enemiga mortal de Jimin. La señora Park ahora le obligaba a llevarla a pesar de que Jimin no la usara.

- Me da igual lo que hagan con ella – dijo Jimin metiendo los pies en el agua. Estábamos de paseo en bicicleta por una laguna cercana. El nuevo regalo de Jungkook era perfecto para traer a Jimin sentado atrás – Por mí no hay problema.

- ¡Sí!

- Dame eso – Namjoon le quitó la vara a su hermano y negó con la cabeza – Idiota.

Jimin cerró los ojos, y sintiendo el aroma de las hojas junto al viento en sus mejillas, se transportó a un lejano silencio, uno muy lejano al que sus amigos no estaban invitados. Yo le miraba bajo un árbol. A veces me entraban ganas de meterme con él al agua, pero luego recordaba lo incómodo que era tener un montón de pelo mojado pesado por el agua y la flojera que me daría acomodarlo todo con mi lengua sin sentir estrés. El ser un gato era muy estresante.

- Jimin tu cumpleaños es la semana que viene ¿qué te gustaría que te regalaran? – preguntó Jungkook tendido en la hierba.

- Nada – dijo con tranquilidad girando su rostro hacia él, pero teniendo los ojos en las nubes – No necesito nada.

- ¿Nada? ¿No deseas nada?

Jimin meció su cabeza con los ojos cerrados – Absolutamente nada. Todo lo que tengo ahora mismo es más que suficiente para mí.

- Ay que aburrido – bufo Taehyung – Oigan todos, si les ofrecieran conceder cualquier deseo, ¿qué pedirían?

- Conocer el mar – respondió Namjoon inmediatamente – Conocerlo y navegar en él sería un sueño.

- Yo pediría que llovieran caramelos – dijo Jungkook señalando las nubes – Eso sería genial.

- ¿Y tú? Taehyung

- Yo desearía poder volar – dijo mirando las aves – Eso sería el triple de genial.

- ¡Uh! ¡Cambio mi deseo a poder hacerme invisible! – gritó Jungkook tumbado.

- Seríamos superhéroes.

Jeon soltó una risotada – Eso sí que sería divertido. Me imagino cuántas cosas podría hacer...

- ¿Y tú, Jimin? – preguntó Namjoon mirando a su amigo en la orilla de la laguna – ¿Qué desearías?

Taehyung le pegó un codazo en las costillas – ¿Qué más va a desear? Tonto.

- Otros ojos – comentó Jungkook con obviedad.

- No – dijo Jimin rápidamente para girarse hacia ellos – Mis ojos me gustan porque son lindos. Ahora solamente me gustaría que sanaran, pero si no lo hacen me da igual.

Los tres chicos se miraron atónitos de inmediato.

- Extrañamente el estar ciego comienza a parecerme genial – dijo haciendo que mi pecho explotara de felicidad – Porque el no poder ver me permitió desarrollar otros sentidos y es por eso que ahora puedo oír, sentir, olfatear y saborear más que ustedes.

- Eso es verdad – dijo Namjoon quizá recordando su competencia en el cumpleaños de Jungkook.

- El que mis ojos sanaran me alegraría muchísimo – continuó esbozando una enorme sonrisa – Pero no los cambiaría por nada del mundo.

7 VIDAS | YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora