—Entonces, ¿Raven no durmió en su habitación?
Jin sacó un par de billetes y se lo entregó a la cajera detrás del mostrador. La pregunta se mantuvo en el aire mientras me tomó de sorpresa —aunque trataba de no darlo a notar—, agarró las bolsas de comida y salimos del restaurante. Creo que no fue buena idea aceptar acompañarlo a venir por el desayuno.
En lo que avanzamos por la acera de la calle sentí su mirada instalarse por segundos en mi sien, curioso. Pretendí ignorarlo al tiempo que metí las manos en los bolsillos del pantalón y me ocupé en mirar lo que hay frente a mis narices.
Ya en el extremo mutismo insistente terminé hablando.
—Eres mi psiquiatra, pero ¿en serio tengo que hablarte de eso?
—Oh, vamos —rio—. Que yo no he dicho nada. Lo pregunto porque vi a Raven salir de tu habitación y asumí que con todo lo que ha pasado necesitaban hablar. De alguna u otro manera, ustedes se complementan. No me puedes culpar por pensar en eso. Pero quiero que sepas que acabas de confirmarme algo que no tenía muchas esperanzas de que iba a terminar saliendo de tu boca. —Caí en su mirada—. Mi pregunta iba hacia algo menos sugerente. Pero gracias, Jungkook, acabo de enterarme en lo que andan dos muchachos enamorados.
Bien, soy idiota.
Decir que mi rostro mostró indignación es poco.
—Quiero golpearte, ¿sabes? Y no me importa si eres mayor que yo, estamos en Londres, esas reglas quizás no se rijan mucho aquí.
Volvió a reír, negando con la cabeza como si fuera la situación con menos remedio a la par de graciosa en este mundo.
—Iba a decir algo como que tú y Raven son el uno para el otro, pero ya lo arruinaste.
—Eso ya lo sé.
—Sí, supongo.
Toda esta situación volvió a recaer en otro silencio para nada incómodo. No es hasta que llegamos al ascensor del edificio que tomé la palabra.
—Ahora que has visto más de Raven, ¿crees que ella sea muy diferente a su padre? Ya sabes...
—En definitiva. Hemos tenido un par de sesiones en lo que vamos del viaje, sí. Raven tiene a quien querer y cuando muestra eso lo hace con mucha sinceridad. No se necesita ser psiquiatra para saber lo mucho que se preocupa por ti. Estoy seguro de que Fenton no quiere a nadie, no de la forma que se deba. —Sus palabras me hicieron sentir halagado—. ¿Has escuchado hablar de James Fallon?
Negué en mi ignorancia.
—Es un científico. En el 2005 mientras revisaba algunas tomografías de su familia y suya, se dio cuenta que precisamente él llevaba los dos marcadores biológicos que Raven tiene. Pero ¿crees que realmente luego de eso se dedicó a matar personas? —preguntó de forma retórica—. En realidad, jamás presentó algún comportamiento violento de tal magnitud. A lo que voy es que no se puede decir que a través de un escáner o la genética eres o no un asesino o psicópata; ver ciertos rasgos que coinciden con eso, sí. Si bien la genética es probabilidad, no una sentencia de muerte. Eso sí, lidiar con todos eso signos te hace más vulnerable, pero creo que Raven tiene muchas personas a su lado que pueden ayudarla a desarrollarse en un entorno feliz. Y en ese entorno también entras tú.
ESTÁS LEYENDO
Mentes Criminales » Jeon Jungkook; BTS
FanfictionLos psicólogos afirman que retener las emociones no es nada recomendable, pero ¿qué pasa cuando aquello se cumple y alguien tiene que sobrellevar algo amargo a lo largo de su vida? ¿Qué es lo que pasaría si el detonante preciso aparece y promete der...